proveniente del terciario.Adorado en el antiguo Egipto, bajo una coronade pulgas en su magnífica melena sacra,escuchaba triste y archicalladolo que de él querían. Ay, inmortalidad.Y se iba meneando su sonrosado culoen señal de lo que no se recomienda ni se prohíbe.En Europa le quitaron el alma,pero por descuido le dejaron las manos;y cierto monje pintando un santole dio manos angostas, animales.Tuvo que tomar el santo, pues,la gracia como una nuez.Cálido como recién nacido,tembloroso como anciano,lo traían en barcos a las cortes reales.Gemía arrastrando su cadenita de oroen su frac de marqués de colores de loro.¡Casandra!, no hay de qué reírse.Comestible en China, sabemos que ya en la fuentehace muecas hervidas o asadas.Irónico como un diamante de engarce falso.Dicen que tiene un sabor finosu cerebro, al que algo falta,pues no inventó la pólvora.En los cuentos, solitario e inseguro,llena los espejos de muecas infelices.Se burla de sí mismo, dándonos buen ejemplo,al conocernos bien, como un pariente pobreaunque no nos saludamos.
ESTOY DEMASIADO CERCA
Estoy demasiado cerca para que él sueñe conmigo.No vuelo sobre él, de él no huyoEntre las raíces arbóreas. Estoy demasiado cerca.No es mi voz el canto del pez en la red.