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A Cordelia le resultу demasiado fбcil seguir el ъltimo consejo de Kly. Pasу la mayor parte de los cuatro dнas siguientes en el catre. El monуtono silencio de las horas transcurrнa en medio de una bruma, como una recaнda de la inmensa fatiga que habнa experimentado despuйs de la transferencia placentaria y sus complicaciones casi mortales. Conversar no le proporcionaba ninguna distracciуn. La gente de las montaсas era casi tan lacуnica como Bothari. Sonia la observaba con curiosidad, pero nunca le preguntaba nada, excepto si tenнa hambre. Cordelia ni siquiera sabнa su apellido.

Darse un baсo. Despuйs del primero, Cordelia no volviу a pedirlo. La pareja de ancianos trabajу toda la tarde para acarrear y calentar el agua suficiente para ella y Gregor. Sus comidas simples requerнan casi el mismo esfuerzo. Allн no habнa mecanismos automбticos. Tecnologнa, la mejor amiga de cualquier mujer. A menos que la tecnologнa se apareciese bajo la forma de un disruptor nervioso, empuсado por un soldado que andaba tras uno, persiguiйndolo como si se tratase de un animal.

Cordelia contу los dнas que habнan pasado desde el golpe, desde que se desatara el infierno. їQuй estaba ocurriendo en el mundo exterior? їQuй respuestas habrнa de las fuerzas espaciales, de las embajadas planetarias, de la conquistada Komarr? їKomarr aprovecharнa el caos para iniciar una revuelta, o Vordarian tambiйn los habrнa tomado por sorpresa?

Aral, їquй estбs haciendo en este momento?

Aunque no formulaba preguntas, de vez en cuando Sonia regresaba de un paseo y traнa algunas noticias locales. Las tropas de Vordarian, acuarteladas en la residencia de Piotr, estaban a punto de abandonar la bъsqueda en el fondo del lago. Hassadar estaba cerrada, pero los refugiados lograban escapar; los hijos de un vecino, sacados de contrabando, habнan llegado para alojarse con unos parientes que vivнan cerca de allн. En Vorkosigan Surleau, casi todas las familias de los hombres de Piotr habнan logrado escapar, excepto la esposa de Vogti y su anciana madre, quienes habнan sido llevadas en un coche terrestre, nadie sabнa adonde.

— Ah sн, y es muy extraсo — aсadiу Sonia -, pero tambiйn se llevaron a Karla Hysopi. Parece absurdo. Sуlo es la viuda de un sargento… їpara quй la querrбn?

Cordelia se paralizу.

— їTambiйn se llevaron a la pequeсa?

— їPequeсa? Donnia no me hablу de ninguna niсa. їEs su nieta?

Bothari se encontraba sentado junto a la ventana, afilando su cuchillo en la piedra de Sonia. Su mano se paralizу en el aire. Sus ojos se alzaron hacia los de Cordelia. Aparte de un movimiento en la mandнbula, su rostro no cambiу de expresiуn, pero la tensiуn repentina de su cuerpo hizo que Cordelia sintiera un nudo en el estуmago. Bothari volviу a bajar la vista hacia el cuchillo y lo acercу con mбs firmeza a la piedra, produciendo un sonido parecido al agua sobre las brasas.

— Tal vez… cuando regrese Kly tenga alguna otra informaciуn — dijo Cordelia con voz temblorosa.

— Es posible — asintiу Sonia sin mucha convicciуn.

Al fin, tal como estaba previsto, en la noche del sйptimo dнa, Kly llegу al claro montado en su alazбn. Unos minutos despuйs, el Hombre de Armas Esterhazy llegу tras йl. Iba vestido como un montaсйs, y su

montura era un zanquilargo de la zona, no uno de los grandes caballos lustrosos de Piotr. Ambos dieron cobijo a sus animales y entraron a la casa. Sonia tenнa preparada la habitual cena con la que, desde hacнa dieciocho aсos, esperaba a su tнo cada vez que йste finalizaba su ronda.

Despuйs de la cena acomodaron las sillas junto al hogar, y tanto Kly como Esterhazy hablaron en voz baja para poner a Cordelia y a Bothari al tanto de lo ocurrido. Gregor se sentу a los pies de Cordelia.

— Desde que Vordarian ha ampliado su bъsqueda por la zona — comenzу Esterhazy -, el conde y lord Vorkosigan han decidido que las montaсas siguen siendo el mejor lugar para esconder a Gregor. A medida que se extiende el radio de la bъsqueda, las fuerzas enemigas se dispersan mбs y mбs.

— Por aquн, las fuerzas de Vordarian siguen registrando las cavernas — intervino Kly -. Todavнa tienen unos doscientos hombres allн. Pero en cuanto terminen de buscarse unos a otros, supongo que se marcharбn. Por lo que he oнdo ya no esperan encontrarlos allн adentro, seсora. — Kly se volviу hacia Gregor -. Majestad. Maсana Esterhazy os llevarб a un nuevo sitio, muy parecido a йste. Durante un tiempo tendrйis un nuevo nombre. Y Esterhazy fingirб que es vuestro papб. їCreйis que podrйis hacerlo?

Gregor se aferrу a la mano de Cordelia.

— їY la seсora Vorkosigan simularб ser mi mamб?

— A ella la llevaremos con lord Vorkosigan, que estб en la base de lanzamiento Tanery. — Al ver la mirada alarmada del niсo, Kly aсadiу -: Hay un poni donde vais. Y cabras. Tal vez la seсora de la casa os enseсe a ordeсar las cabras.

Gregor se mantuvo serio, pero no protestу. De todas formas, a la maсana siguiente, cuando lo sentaron tras Esterhazy sobre el caballo, parecнa a punto de llorar.

— Cuнdelo, por favor — dij o Cordelia con ansiedad.

Esterhazy la mirу con dureza.

— Йl es mi emperador, seсora. Le he jurado lealtad.

— Tambiйn es un niсo pequeсo. El emperador es… una ilusiуn que todos ustedes tienen en la cabeza. Cuide al emperador para Piotr, sн, pero tambiйn cuide a Gregor para mн, їde acuerdo?

Esterhazy la mirу a los ojos. Su voz se suavizу.

— Mi hijo tiene cuatro aсos, seсora.

Bien, йl lo comprendнa. Cordelia tragу saliva, con alivio y pesar.

— їHa… ha tenido alguna noticia de la capital? їDe su familia?

— Aъn no — dijo Esterhazy con tristeza. — Me mantendrй alerta. Harй lo que pueda.

— Gracias.

— Йl la saludу con un movimiento de cabeza, no como un criado a su seсora, sino como un pariente a otro. No pareciу necesario agregar nada mбs.

Bothari estaba dentro de la casa, empaquetando sus escasas provisiones. Cordelia se acercу a Kly, quien se preparaba para guiar su caballo tordo y conducir a Esterhazy.

— Mayor, Sonia ha oнdo el rumor de que las tropas de Vordarian se habнan llevado a la seсora Hysopi. їSabe si tambiйn se llevaron a Elena… la niсa? Kly bajу la voz.

— Segъn he sabido, ocurriу exactamente al revйs. Fueron a buscar a la pequeсa. Karla Hysopi se resistiу tanto que tambiйn se la llevaron, aunque no estaba en la lista.

— їSabe adonde han ido? Йl sacudiу la cabeza.

— A algъn lugar de Vorbarr Sultana. Los servicios de informaciуn de su esposo conocerбn el lugar exacto.

— їYa se lo ha dicho al sargento?

— Su hermano de armas lo hizo anoche.

— Ah.

Gregor se volviу para mirarla mientras se alejaban, hasta que al final se perdieron entre los бrboles.

Durante tres dнas el sobrino de Kly los guiу por las montaсas. Bothari caminaba llevando las riendas de un pequeсo caballo montaсйs en el cual cabalgaba Cordelia, con una piel de oveja por montura. A la tercera tarde llegaron a una cabana donde los aguardaba un joven enjuto. Йl los condujo hasta un cobertizo que ocultaba, maravilla de maravillas, una aeronave desvencijada y situу a Cordelia en el asiento trasero con seis cбntaros de miel de arce. Sin decir una palabra, Bothari estrechу la mano al sobrino de Kly, quien montу sobre su pequeсo caballo y se perdiу en el bosque.

Bajo la vigilante mirada de Bothari, el joven enjuto elevу el vehнculo. Rozando las copas de los бrboles, siguieron hondonadas y colinas hasta cruzar la cordillera nevada y descender al otro lado, fuera del Distrito Vorkosigan. Al atardecer llegaron al mercado de un pueble-cito. El joven aterrizу en una calle lateral. Cordelia y Bothari lo ayudaron a trasladar su mercancнa hasta una tienda de comestibles, donde cambiaron la miel por cafй, harina, jabуn y cйlulas de energнa.