Le ignore y segui mirando a Rhea.
– Si alguna vez vuelves a ponerme la mano encima, te arrepentiras -me dijo, sin demasiada conviccion. Cuando mi rabia comenzo a calmarse, tuve la sensacion de que la habia estado manejando mal, con mis ruegos y suplicas. Recorde como le habia pegado su hermano. Tal vez ella respetara a un hombre que la tratara con rudeza.
– Si vuelves a llamarme Rata volvere a golpearte -le dije, y fui a sentarme en el destartalado sillon-. He venido a hablar con vosotros. Quiza, si teneis pelotas suficientes podamos robar unos diamantes.
Rhea me miro como si me hubiese vuelto loco y Fel solto una carcajada.
– ?Lo ves? Te dije que este tipo tenia pelotas, perra estupida -dijo a Rhea-, y no querias creerme. Te dije que estaba bien. Lo se… puedo olerlos a un kilometro de distancia.
– ?Callate! -le ordeno Rhea, sin apartar la mirada de mi-. ?Que quieres decir?
– A pesar de que tengo dinero -empece-, no tengo lo suficiente… ?Quien lo tiene? ?Vosotros quereis dinero? ?Por que no os unis a mi y lo conseguimos?
Se inclino hacia delante con los ojos brillantes.
– ?Como?
– Os molestasteis en averiguar quien era yo -les dije- y yo, evidentemente, me moleste en averiguar quienes erais vosotros. Se que estuviste en dos pequenos atracos y que os dieron cuatro y cuatro anos. Poco tiempo. Si tu y tu hermano teneis pelotas para volar alto, podria haber medio millon para vosotros.
Fel contuvo el aliento al oir la cifra y Rhea apreto los punos, excitada.
– ?En serio? ?Medio millon? -pregunto Fel, con voz ahogada.
– No he venido a perder el tiempo. Hablo en serio. Medio millon para vosotros y medio para mi.
– A mi no me enganas -declaro Rhea-. ?Que hay detras de toda esta mierda? No creeras que me enrollas con toda esa palabreria, ?no? ?No he nacido ayer! ?Medio millon! ?Ja, ja!
– ?Cierra ese maldito pico! -le grito Fel-. ?La mierda eres tu! Te dije que este tipo era de los buenos. Trabajaba con los grandes. -Se volvio hacia mi-. Cuentame algo mas, no la escuches a ella… Siempre ha tenido el cerebro enano. ?Que es esa historia del medio millon? ?Dios mio! ?Todo lo que haria con tanto dinero!
– Esta alli para que nos sirvamos -dije-. Lo unico que tendreis que hacer es entrar a robarlo y listo.
– ?Te refieres a entrar en tu tienda y limpiarla? -pregunto Fel, asombrado.
– ?No seas idiota! Si hicieras eso estarias en la carcel tan rapido que ni siquiera te darias cuenta de como habias llegado alli. No… este trabajo es facil, seguro y limpio.
– ?Y tu, que haras? -me pregunto Rhea, mientras me estudiaba con sus ojos frios cargados de sospecha-. ?Quedarte a un lado mientras nosotros hacemos el trabajo y si todo sale mal esconderte?
– Nada puede salir mal. Es simple -dije-. Yo organizo el trabajo y vendo los diamantes. Sin mi, no hay dinero. Pero si no teneis las pelotas suficientes para hacerlo, decidmelo y encontrare a otro.
– ?Demonios! ?Como ha cambiado este tio desde la ultima vez que lo vimos! -Habia una nota de admiracion en la voz de Fel-. ?Que le ha pasado, caballero?
– Os metisteis dentro de mi… Me hicisteis pensar. -Mire a Rhea-. He decidido no esperar a convertirme en un viejo decrepito y estupido. He decidido ser rico ahora.
Ella seguia mirandome con desconfianza.
– ?Y cual es el trabajo? -me pregunto con el entrecejo fruncido, pero yo sabia que habia despertado su interes-. No des mas rodeos. Di de que se trata.
Habia ido preparado. Saque una fotografia del collar de la senora P. y la puse sobre la mesa, frente a ella.
– Se trata de esto: un millon ochocientos mil dolares en diamantes.
Fel se inclino sobre el hombro de su hermana. Los observe y por sus repentinas miradas de avaricia supe que los habia enganchado, como a Sydney.
Luego, Rhea me miro.
– Si saliera mal nos podrian caer veinte anos.
– ?Mierda! -grito Fel-. ?No puedes cerrar el pico? ?Siempre tienes que dar la nota de pesimismo en todos los trabajos? ?Por que no te callas?
– Porque yo he estado en la carcel… y tu no -respondio ella-. Hablas como el estupido que eres.
– No habra carcel -interrumpi-. Dejadme explicaros.
Pase entonces a relatarles la historia del collar de la senora P., les mostre los recortes de los periodicos y las fotos de la prensa en que ella llevaba el collar. Les conte como se habia endeudado en el juego y por que tenia que vender el collar en secreto. Como mi jefe lo habia comprado por un precio irrisorio y como pensaba transformar los diamantes en otro collar y obtener una buena ganancia.
– Ese egoista hijo de puta solo me ofrece el dos por ciento de la venta -conclui-, asi que pienso llevarme el collar. En mi posicion, puedo vender las piedras por un millon. Lo repartire a medias con vosotros dos. ?Es mas que justo, no? -dije, repitiendo las palabras de Sydney.
Rhea me estudio.
– Eres bastante generoso, ?no? -Me miro otra vez con desconfianza-. ?Y cual es la idea? Sabes que hubiesemos aceptado por la decima parte de lo que ofreces.
Me di cuenta de que se me habia ido la mano. Ella tenia razon. Si les hubiera ofrecido cincuenta mil dolares tambien lo habrian aceptado brincando, pero ahora era demasiado tarde para volver atras. Habia cometido un error y ahora tenia que borrar sus sospechas. Trate de mostrarme indiferente y le devolvia la mirada.
– En mi opinion -explique-, como vosotros hareis la parte mas peligrosa del trabajo, os pagare la mitad para que no esteis disconformes y mantengais la boca cerrada. Lo ultimo que deseo es que intenteis chantajearme por dinero cuando el trabajo este hecho. Para impedirlo y asegurarme, divido las ganancias en dos.
– Este tipo lo piensa bien… usa la cabeza -comento Fel, excitado-. Tiene razon, caballero. Con medio millon, nunca volvera a oir hablar de nosotros.
– ?La parte mas peligrosa del trabajo? -pregunto Rhea, intentando volver a ponerme en aprietos-. Dijiste que era un trabajo simple y facil. ?Donde esta el peligro, entonces?
– Debi haber dicho que la parte activa del trabajo seria… no peligrosa, pero si con mucha tension. -Pense que debia tener cuidado con ella. Mientras que su hermano era un completo estupido, ella ponia continuas trampas.
Siguio mirandome durante un tiempo y, por fin, pregunto:
– ?Y que tenemos que hacer?
– Primero, teneis que tener aspecto respetable: un hermano y una hermana de vacaciones. Comprad ropa adecuada con el dinero que me robasteis. Luego, id a Paradise City y alojaos en el Motel Pyramid. Registraos como John y Mary Hall. -Saque mi boligrafo de oro y les anote mi numero de telefono en el periodico que estaba sobre la mesa. -Llamadme el martes despues de medianoche y dadme el numero de vuestra habitacion. No quiero preguntar por vosotros en recepcion. El miercoles por la noche ire a veros a las diez en punto con todos los detalles que necesitareis. Podriais hacer el trabajo el viernes siguiente, pero os lo dire con seguridad cuando nos reunamos el miercoles.
– Todavia no nos has dicho como lo haremos -dijo Rhea-. Quiero saberlo.
– Mi jefe y yo estaremos trabajando en el diseno del collar en su apartamento, y el collar estara sobre su mesa. Lo necesitamos para el diseno. Lo unico que tendreis que hacer es entrar, atarnos para que no podamos alcanzar la alarma y huir. Asi de simple y de facil.
– ?De veras va a ser tan facil? -pregunto Fel, excitado-. ?Nada por lo que preocuparnos? ?Entramos y nos vamos con la cosa?
– Asi es -respondi, poniendome en pie-. ?Alguna otra pregunta?
– ?Tenemos que ir armados? -pregunto Fel.
– Por supuesto, llevad armas pero no cargadas. No habra lucha. Usadlas para amenazarnos, ?entendido? ?Sin cargar!
– Claro. Puedo conseguir un par de armas.
– El miercoles ultimaremos los detalles. Dejadme a mi la organizacion de todo. Lo unico que teneis que hacer es comprar ropa adecuada, tener apariencia elegante y no llamar la atencion. -Mire a Rhea-: ?Alguna pregunta?
Me miro con el ceno fruncido.
– ?Donde esta la trampa? -pregunto-. Esa es mi pregunta. Este trabajo apesta: medio millon de dolares por algo tan facil… ?Apesta! ?Cual es el juego?