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Sala d´udienza publica.

Campo fpaziofo corrifpondente ad un´ampio feno della Marina vicino all´accampamento.

Atto Terzo.

Parte remota della Cittá con Torre, e Porta praticabile.

Tempio ove nel fondo fi vede la porta principale chiufa; a lato il Simalacro d´Uccilibos il Magg. Nume dei Mefficani con Ara ornata per il Sagrificio.

Gran Piazza nella Città del Meffico con ornamenti per il Trionfo.

Personaggi

Motezuma Imperator del Meffico.

L. S. gn r Maffoniliano Miler.

Mitrena fua Moglie.

La Signora AnnaGiró.

Teutile Loto Figlia.

La Signora GiufeppaPircher detta la Tedefca Virtuofa di S. A. S. il Sig. Principe d´Armeftat.

Fernando Generale dell´Armi Spagnuole.

Il Signor Francefco Bilanzoni Virtuofo di S. E. il Sig. Principe di Torelle.

Ramiro fuo Fratello minore.

La Signora AngiolaZanuchi Virtuofa di S. S. il Sig. Principe d´Armeftat.

Asprano Generale dei Mefficani.

Il Signor Marianino Nicolini Virtuofo di S. A. S. Il Sig. Principe d´Armeftat.

Soldati Spagnuoli.

Soldati Mefficani.

La Mufica del Vivaldi.

Li Balli del Sig. Giovanni Gallo.

Le Scene del Sig. Antonio Mauro.

Nota

Tanto parece haber gustado el “Motezuma” de Vivaldi -que traía a la escena un tema americano dos años antes de que Rameau escribiera “Las Indias galantes”, de ambiente fantasiosamente incaico- que el libretto de Alvise (otros lo llaman Girolamo) Giusti, habría de inspirar nuevas óperas basadas en episodios de la Conquista de México a dos célebres compositores italianos: el veneciano Baldassare Galuppi (1706-1785), y el florentino Antonio Sacchini (1730-1786).

Quiero dar las gracias al eminente musicólogo y ferviente vivaldiano Roland de Candé por haberme puesto sobre la pista del “Motezuma” del Preste Antonio.

En cuanto al gracioso ambiente del Ospedale della Pietá -con sus Cattarina del cornetto, Pierina del violino, Lucieta della viola, etc. etc. – a él se han referido varios viajeros de la época y, muy especialmente, el delicioso Presidente De Brosses, libertino ejemplar y amigo de Vivaldi, en sus libertinas “Cartas italianas”.

Pero debo advertir que el edificio a que me refiero no era el que ahora puede verse -construido en 1745-, sino el anterior, situado en el mismo lugar de la Riva degli Schiavoni. Es interesante observar, sin embargo, que la actual iglesia della Pietá, fiel a su destino musical, conserva un singular aspecto de sala de conciertos, con sus ricos balcones interiores, semejantes a los de un teatro, y su gran palco de honor, al centro, reservado a oyentes distinguidos o melómanos de alta condición.

A. C.

Finis