– Ven aquí – Ryden la apretó con fuerza contra su corazón. – Me perdonas por haberte hecho sufrir.
Durante unos minutos se quedaron en silencio, sólo abrazados. Después Ryden buscó sus labios.
– Tengo que decirle al mundo que eres mía.
– Creo que una excelente idea.
– A pesar de ser un poco tarde para tomar un café, creo que tu futura suegra estará feliz de verte.
Cuando Ryden arrancó el coche, Jennifer estaba llena de felicidad.
– Noel Y el coche? ¿Quién va a conducielo?
Asegurando el volante con una mano, la abrazó.
– A partir de ahora, no quiero separarme de ti.
Jennifer suspiró feliz porque eso es lo que también quería.
Jessica Steele
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