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– ¿Pago?- Ante el asentimiento de Eve, Peabody levantó sus manos. -Pero para tenerlo en cuenta, fue sucio y complicado. No me parece profesional.-

– No, no lo hace. A no ser que añadas el resto. Cuerpo ausente, escenario público, dos personas desapareciendo como el humo. Eso me dice que fue muy profesional.-

Pero también trajo a las aceras a los floristas con su tesoro de color y aroma y los comensales al aire libre que alzaban al sol copas de vino o tazas de expreso. Se sumaba al tráfico de la calle y al aéreo, atascando los deslizadores y las aceras, y aún, Eve pensó, todo se apresuraba y bramaba exactamente tal y como debía hacerlo.

Ella localizó a Roarke antes de aparcar, estaba de pie fuera del gris edificio que alojaba la laboriosa colmena del laboratorio y los forenses. El traje carbón oscuro le encajaba en toda su longitud perfectamente, y enseñaba un ligero destello con una corbata tan azul como sus ojos.

El pelo negro le caía en una melena alrededor de esa sorprendente cara, las sombras escondían sus impactantes ojos cuando guardó la PPC en la que había estado trabajando en un bolsillo y empezó a andar hacia ella.

Ella pensó que el parecía una elegante estrella urbana de video con un poco de ventaja. Y ella suponía que le pegaba como uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, y sus satélites, que se había arrastrado mediante golpes o, ja ja, timos fuera de la mugre de los callejones de Dublín.

– Comprueba a Carolee,- dijo a Peabody. -Mira a ver si han terminado el examen médico, si hay algún resultado.-

Miró los labios de Roarke curvarse según caminaban el uno hacia el otro. Ella no necesitaba ver sus ojos para saber que reflejaban esa sonrisa. Y su corazón dio un pequeño salto. Tenía que admitir que Peabody llevaba razón. Estaba bien tener a alguien.

– Teniente.- Él tomó su mano y, pese a que ella bajó sus cejas para desalentarle, se inclinó para rozar con sus labios curvados los de ella. -Hola, Peabody. Pareces atractivamente agitada por el viento.-

– Sí.- Ella se cepilló el pelo sin ningún resultado. -Viaje en barco.-

– Algo había oído.-

– Comprueba al testigo, Peabody,- repitió Eve mientras encabezaba la entrada.

– ¿Qué ha pasado?- preguntó Roarke.

– Dime lo que han dicho los medios. No me he molestado en sintonizarlos.-

– He captado trozos y pedazos en mi camino al centro y a mi reunión, luego un poco más tarde. Una mujer aparentemente perdida en el ferry, luego encontrada. O no, según el reportaje. La posibilidad de que alguien fuera herido o se cayera por la borda.-

Él continuó mientras Eve les guiaba por el laberinto, firmaba y les llevaba a través de la seguridad.

– La principal idea es que parece que los oficiales del Departamento de Transporte y del NYPSD retuvieron el ferry por más de dos horas, luego más tiempo con una búsqueda de seguridad de los pasajeros según eran desembarcados. Unos pocos pasajeros enviaron algunos vídeos o declaraciones a varios medios. Así que puedes imaginarte, estaba todo en el tablero.-

– Perfecto.- Eve optó por un deslizador sobre el ascensor. -Mejor por aquí.-

– ¿Falta alguien? ¿O ha muerto?-

– Faltaba alguien, pero ya no lo hace. Alguien puede estar muerto, pero no hay cuerpo. Faltaban dos pasajeros en la lista al desembarcar.-

– Que podrían ser víctima y asesino. ¿Cómo se marcharon del ferry?-

– Esa es otra cuestión.- Ella se bajó del deslizador. -Primero, tengo un par de litros de sangre en un baño público del ferry. Necesito averiguar a quien pertenecía.-

CAPITULO CINCO

EVE CRUZO A TRAVÉS DEL LABERINTO DIVIDIDO en dos por paredes de cristal. Detrás de ellas los técnicos trabajaban con extensiones y hologramas, droides forenses, pequeños frascos y soluciones misteriosas.

El aire zumbaba con una mezcla de maquinas y humanos en una sola voz que a Eve le pareció solo un poco espeluznante. Ella no podría entender nunca como es que la gente trabajaba día tras día, en un vasto espacio sin una sola ventana. Ella encontró al técnico jefe del laboratorio, Dick Berenski, deslizando su taburete silenciosamente a lo largo de su larga barra blanca mientras manejaba varias computadoras. Dickhead era irritante, una piedra en el zapato en un nivel personal, pero ella no podía negar su casi preternatural habilidad con las evidencias.

El miro hacia arriba, ladeando su cabeza en forma de huevo cuando ella se le acerco, y ella se dio cuenta de la luz en sus ojos cuando el reconoció a Roarke.

– -Te conseguiste un sequito hoy, Dallas.-

– -Ni pienses en tratar de sacarle al civil licor, entradas a eventos deportivos o dinero.-

– -Hey.- Dickhead no pudo hacerse el ofendido del todo.

– -Hablemos de sangre.- dijo Eve.

– -Conseguí la suficiente. Tome la muestra inicial hace un par de horas, y ellos están trayendo el resto. Correremos exámenes en esas muestras también. Podrían ser de más de una fuente. Tengo a mi hombre de la sangre reconstruyendo la escena desde la grabación, el charco y las salpicaduras también. Es una maldita cantidad de sangre.-

– -¿Fresca o congelada?- pregunto Eve.

El grazno una risa. -Fresca.- El pulso algunas teclas y lleno la pantalla de la computadora con garabatos y remolinos rojos, amarillos y azules. -No hay indicaciones de que la muestra haya sido almacenada, encajonada en frió, congelada, descongelada o rehidratada.-

El tecleo otra vez, apareció otra pantalla con formas y colores. -El rango de coagulación y temperatura dice que estuvo al aire cerca de dos horas, o tal vez un poco más, antes de que yo la examinara. Eso es consistente con el tiempo que tomo traerla acá.-

– -Concluyendo en que la muestra vino de un humano vivo, y salió de este humano entre la una y las dos de esta tarde.-

– -Lo que dije. A Negativo, sangre humana, plaquetas saludables, colesterol, sin STD. Filtramos trazos de otros fluidos corporales y carne. Cromosomas Doble X.-

– -Femenina.-

– -Puedes apostar. Seguiremos separando otros fluidos corporales cuando tengamos las muestras más grandes, y los barredores me dicen que encontraron un poco de cabello en ellas. Seremos capaces de decirte prácticamente todo. Fluidos, carne y cabello.- El sonrió ampliamente. -Yo podría reconstruirla con muestras como esas.-

– -Bonito pensamiento. ADN.-

– -Estoy corriendo el ADN. Toma un poco de tiempo, y no hay garantía de que ella este en la red. Podríamos conseguir a un pariente. He programado para encontrar concordancia completa y parientes consanguíneos.-

Completo, pensó Eve. Cuando Dickhead hincaba sus raros y pequeños dientes en algo, el era minucioso. -Habían fibras ahí.-

– -Como dije, separaremos y filtraremos. Le daré el cabello y la fibra a Harpo. Ella es la reina. Pero no puedo sacar la identidad de la victima de mi trasero. Ella puede estar en la red o-Hey!- El giro, se escabullo cuando la computadora más alejada bipeo. -Hijo de puta, tenemos una concordancia. Soy tan jodidamente bueno.-

Eve rodeo la barra para estudiar la foto de identificación y la información. -Cópialo a mi unidad, – le ordeno. -Y quiero un impreso. Dana Buckley, edad cuarenta y uno, nacida en Sioux City, ¿por qué estas muerta?-