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Pero fueran cuales fuesen las causas, los efectos fueron notables y en aquel momento el régimen de Gilead no fue el único en reaccionar ante ellos. En la década de los ochenta, por ejemplo, Rumania se había anticipado a Gilead mediante la prohibición de todos los métodos de control de la natalidad, imponiendo a la población femenina la realización obligatoria de pruebas de embarazo y supeditando los ascensos y los aumentos de salario a la fertilidad.

La necesidad de lo que yo llamarla servicios de nacimiento ya fue reconocida en el período pre-gileadiano, donde se realizaban inadecuadamente mediante «inseminación artificial», «clínicas de fertilidad» y mediante el uso de «madres de alquiler», que eran contratadas con este propósito. El régimen de Gilead proscribió las dos primeras por considerarlas irreligiosas, pero legitimó y estimuló la tercera por entender que tenía precedentes bíblicos; así, reemplazaron la poligamia común consecutiva del período pre-gileadiano por la forma más antigua de poligamia simultánea practicada tanto en los primeros tiempos del Antiguo Testamento como en el antiguo estado de Utah durante el siglo diecinueve. Como sabemos por el estudio de la historia, ningún sistema nuevo puede imponerse al anterior si no incorpora muchos de los elementos de éste, tal como demuestra la existencia de elementos paganos en la cristiandad medieval, y la evolución hasta llegar a la «K.G.B.» rusa a partir del anterior servicio secreto del Zar; y Gilead no fue una excepción a la regla. Sus principios racistas, por ejemplo, estaban firmemente arraigados en el período pre-gileadiano. y los temores racistas proporcionaron parte del aliciente emocional que permitió que la toma del poder en Gilead fuera un éxito.

Nuestra autora fue una entre tantas y debe ser considerada dentro de las líneas generales de la época histórica de la que formó parte. ¿Pero qué más sabemos de ella, aparte de su edad, de algunas características que podrían atribuirse a cualquiera, y de su lugar de residencia? No mucho. Parece haber sido una mujer culta, en la medida en que podría llamarse culta a una graduada de cualquier universidad de Estados Unidos. (Risas, algunos silbidos.) Pero, como ustedes dirían, los bosques estaban plagados de ejemplares de este tipo, así que no nos sirvió de mucho. Ella no nos proporciona su nombre original y, en efecto, todos las archivos oficiales posteriores a su ingreso en el Centro de Reeducación Raquel y Leah han quedado destruidos. El nombre «Defred» no nos proporciona ninguna pista ya que, al igual que «Deglen» y «Dewarren», es un patronímico compuesto por la preposición posesiva y cl primer nombre del caballero en cuestión. Tales nombres eran adoptados por estas mujeres una vez que entraban en contacto con la familia de un Comandante determinado, y se despojaban de ellos una vez que abandonaban a esa familia.

Los otros nombres que figuran en el documento resultan igualmente inútiles al efecto de una identificación y autenticación. «Luke» y «Nick» no significan nada, lo mismo que «Moira» y «Janine». Lo más probable, de cualquier modo, es que fueran seudónimos adoptados para proteger a estos individuos en el caso de que las casetes resultaran descubiertas. Si así fuera, esto justificaría nuestro punto de vista de que las casetes se grabaron dentro de los límites de Gilead con el objeto de que fueran pasadas de contrabando por la red clandestina de Mayday.

Luego de eliminar las posibilidades anteriores, sólo nos quedaba una. Pensamos que el hecho de poder identificar al escurridizo «Comandante» supondría al menos algún progreso. Consideramos que un individuo tan altamente situado probablemente habría participado en un principio en la organización secreta Hijos de Jacob Pro-Tanques, sobre la cual se fundó la filosofía y la estructura social de Gilead. Esta organización se formó poco después de que se aceptara la paralización de las armas por parte de las superpotencias y de la firma del llamado Acuerdo de las Esferas de Influencia, que dejaba a las superpotencias libertad de acción, sin interferencias, con respecto a las crecientes rebeliones que tenían lugar dentro de sus propios límites. Los archivos oficiales de las reuniones de los Hijos de Jacob fueron destruidos después de la Gran Purga del período medio, que deshonró y liquidó a algunos de los primeros artífices de Gilead; pero disponemos de alguna información a través del diario cifrado realizado por Wilfred Limpkin, uno de los sociobiólogos de la época. (Como es sabido, la teoría sociobiológica de la poligamia natural fue utilizada como una justificación científica de algunas de las prácticas menos corrientes del régimen, así como cl darwinismo fue utilizado por ideologías anteriores.)

Gracias al material de Limpkin sabemos que existen dos candidatos posibles, o sea los dos que incorporan a sus nombres el elemento «Fred»: Frederick R. Waterford y B. Fredcrick Judd. No ha quedado ninguna fotografía de ellos, aunque Limpkin describe al último como una persona envarada y, cito: «alguien para quien el trabajo es lo que se hace en el campo de golf». (Risas.) El propio Limpkin no sobrevivió mucho tiempo al régimen de Gilead y, si tenemos su diario, sólo es porque él intuyó su propio fin y se lo entregó a su cuñada de Calgary.

Tanto Waterford como Judd tienen características que los convierten en dignos de análisis. Waterford poseía conocimientos de investigación de mercado y, según Limpkin, fue el responsable del diseño de los trajes femeninos y de la idea de que las Criadas vistieran de rojo, idea que parece haber tomado de los uniformes de los prisioneros de guerra alemanes que se encontraban en los campos de prisioneros de Canadá durante la época de la Segunda Guerra Mundial. Parece haber sido el creador del término «Particicución», para lo cual se inspiró en un programa de ejercicios muy popular durante el último tercio del siglo; de todos modos, la ceremonia colectiva de la cuerda fue sugerida por una costumbre de un pueblo inglés del siglo diecisiete. El término «Salvamento» también debió de ser suyo, aunque en los tiempos de la instauración de Gilead, dicho término, originario de Filipinas, se había convertido en un término general para referirse a la eliminación de los enemigos políticos. Como he dicho en alguna otra ocasión, existieron muy pocas cosas originales o nativas de Gilead: su genialidad consistió en la síntesis.

Por otro lado, Judd parece haberse interesado menos en los envases y más en las tácticas. Fue él quien sugirió el uso de un panfleto desconocido de la «C.IA.» sobre la desestabilización de los pocos gobiernos extranjeros como manual de estrategias de los Hijos de Jacob, y también él quien elaboró las primeras listas de «americanos» prominentes de la época. También se sospecha que él organizó el Día del Asesinato del Presidente, que debió de requerir una gran infiltración de los sistemas de seguridad del Congreso y sin el cual la Constitu ción jamás podría haber quedado suspendida. La Patria Na cional y el proyecto de embarque de los judíos también fueron creación suya, al igual que la idea de privatizar el programa de repatriación de los judíos, con el resultado de que más de un barco cargado de judíos fue hundido en el Atlántico con el objeto de aumentar los beneficios. Por lo que sabemos de Judd, esto no debió de preocuparle mucho. Pertenecía a la línea dura, y Limpkin hace la siguiente observación con respecto a éclass="underline" «Nuestro gran error fue enseñarle a leer. No volveremos a cometerlo».