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Es de la armonía entre dioses y mortales de donde derivan los poderes de la Alta Hechicería y la magia clerical. Cuando los mortales reverencian a los dioses y buscan realizar los actos de la fe viva, canalizan poder a los dioses. Los dioses completan el circuito al devolver ese poder, ya sea del Bien, Neutral, o del Mal. De ese modo el ciclo recompensa tanto a dioses como a mortales, proporcionando magia a éstos y energía a las deidades en su lucha cósmica. No obstante, los dioses no son iguales, y tampoco lo son todos los mortales, por lo que hay un cambio y una inestabilidad constantes.

La Quinta Era: Otra perspectiva

A despecho de las agitaciones de Krynn y los trastornos de los Ciclos de la Fe y la Creación, la Evolución de los Espíritus no estuvo amenazada hasta la Guerra de Caos (fig. 2).

Caos, liberado de la Gema Gris que lo tenía atrapado, reanudó su desafío al Dios Supremo por el dominio de Krynn. Hay quienes dicen que Takhisis lo engatusó para que se lanzara a ese absurdo plan, pero lo que sí parece más que probable es que fuera ella la que persuadiera a los Irdas para que rompieran la Gema Gris. Ha de entenderse que la Guerra de Caos no se libró simplemente por el mundo de Krynn, sino por las almas de los mortales.

El robo del mundo

La derrota definitiva de Caos al final de la Guerra de Caos fue la última vuelta al engranaje de su propio plan maestro, que al parecer Takhisis había estado desarrollando a lo largo de siglos. En el último instante de la caída de Caos, la Reina de los Dragones robó el mundo de Krynn, trasladándolo a un lugar, un tiempo y una realidad desconocidos por los otros dioses, y sin que éstos se dieran cuenta de lo ocurrido. Adoptó muchos disfraces conforme intentaba por todos los medios alcanzar unos u otros fines... Entre tales apariencias se encuentra la del Hechicero Oscuro (fig. 3).

Sin embargo, Takhisis, muy debilitada por el robo del mundo y el engaño a los dioses, necesitaba tiempo para descansar y recobrar su fuerza. Se sintió cómoda haciéndolo, ya que, si bien seguían naciendo nuevas almas en el mundo, la evolución de las mismas se había detenido. En lugar de trasladarse a un plano superior después de la muerte, las almas de los mortales eran retenidas, condenadas a permanecer en Krynn. Takhisis absorbió poder de los espíritus atrapados en esa horrible suerte de un modo parecido al utilizado por sus criaturas predilectas, los dragones del Mal, en los primeros tiempos de esta era. A medida que el poder de la Reina Oscura crecía, así aumentaba la esclavitud de las almas. Llegó incluso a enviarlas para absorber magia de los conjuros de los mortales, y los hechiceros empezaron a detectar su horrible mácula que corrompía la magia primigenia y mística (fig. 4).

El mundo se convirtió en una fuente de poder cerrada, exclusiva para la Reina de la Oscuridad. Mientras que los demás dioses se encontraban privados de la energía de los espíritus de los mortales, la Reina de los Dragones obtenía poder no sólo de quienes la servían sino de la energía emitida por todos los mortales. Creía que con el tiempo tendría suficiente poder no sólo para conservar la supremacía sobre Krynn, sino para desafiar al Dios Supremo por el dominio de toda la creación. En consecuencia siguió el camino de Caos y al hacerlo ocasionó un gran sufrimiento en el mundo.

El caso curioso del kender: entonces y de nuevo

El tiempo es la clave para comprender el desarrollo de esta historia de Krynn. Puesto que la creación no tendría sentido sin un pasado, un presente y un futuro, el Dios Supremo prohibió mucho tiempo atrás que los Poderes interfirieran en el Río del Tiempo. Takhisis, como de costumbre, creyó que ese precepto no rezaba con ella, aun cuando su robo de Krynn desplazó el mundo tanto en espacio como en tiempo con consecuencias imprevisibles.

El futuro que nunca sería

Antes de la Guerra de Caos, Tasslehoff Burrfoot —un kender de cierto renombre— pudo viajar en el tiempo hacia un futuro que nunca llegaría a ocurrir a causa del subsiguiente pecado de Takhisis contra el Dios Supremo.

Quizás esta ilustración sirva para clarificar el asunto (fig. 5). El kender se desplazó hacia adelante en el tiempo (A) antes de su mortal enfrentamiento con Caos. Visitó un futuro (B) en el que los elfos estaban en paz y Palin había asistido al funeral de Caramon. Entonces regresó al pasado (C) donde se vio envuelto en la Guerra de Caos. En el momento en el que Caos iba a destruirlo (D) recordó, por suerte, mi advertencia de hacer funcionar otra vez el ingenio. En ese mismo instante, Takhisis robó el mundo, situándolo en una línea temporal nueva y distinta. Tasslehoff saltó de nuevo hacia el mismo tiempo —el funeral de Caramon— pero a un futuro totalmente diferente (E).

Otra forma de enfocarlo es que Tasslehoff saltó al Río del Tiempo «corriente abajo», en cierto modo, y después regresó y continuó su camino natural por la vida. Al final de la Guerra de Caos, Tas intentó saltar hacia adelante otra vez, pero en el mismo momento Takhisis represó el Río del Tiempo y lo forzó a desviarse a un nuevo curso arrastrando consigo a Tas.

Es verdad que el viaje en el tiempo es un tema muy especulativo.

Indiscutible es el hecho de que Tas guardaba recuerdos de dos futuros distintos por la sencilla razón de que había visitado realmente dos futuros diferentes.

El pasado que nunca fue

He hablado largo y tendido con Palin Majere desde el final de la Guerra de los Espíritus. Sentía gran curiosidad sobre por qué, cuando intentó viajar hacia atrás en el tiempo, no encontró pasado más allá de la Guerra de Caos. Como podéis ver por el diagrama, cuando Palin utilizó el ingenio dentro de la línea temporal de la Guerra de los Espíritus, trató de viajar más atrás del momento en el que Takhisis huyó con el mundo. Por consiguiente, mientras que todos los seres de Krynn de esa época habían vivido en la línea temporal original y por ende podían recordarla, desde el punto de vista del Río del Tiempo no existía ningún pasado (F).

Palin también expresó cierto desconcierto sobre la relación entre el Dios Supremo y Caos, idea sacada de lo que oyó a escondidas en el Abismo, así como mientras colaboraba con Reorx para intentar detener a Caos. Cuando estuvo en el Abismo, el dominio de Takhisis, observando a los dioses, su percepción estaba influida por ella. Si bien gran parte de lo que escuchó era exacto en lo esencial, su perspectiva estaba empañada por la Reina Oscura. Que en la mente de Palin se confundiera a Caos con el Dios Supremo, a Takhisis debió de parecerle un modo excelente de adelantar sus planes de dominio.

En cuanto a Reorx refiriéndose a Caos como «Él» y «el Padre de Todo y de Nada»... Caos siguió siendo el dios más poderoso hasta el final, y la magnitud de su presencia podría resultar abrumadora incluso para Reorx. Cuando éste se encontró cara a cara con Caos, la impresión fue tan profunda que le hizo creer momentáneamente las falsas afirmaciones de Caos. Tras la Guerra de Caos, el Forjador se recuperó, pero para entonces el mundo ya había sido robado y la equivocada impresión persistió.

El futuro de la Quinta Era

Con el regreso de los dioses, la evolución de las almas se ha restablecido, y ahora los mortales pueden avanzar hacia sus justas recompensas o sus justos castigos. La Alta Hechicería funciona de nuevo, y los dioses se han reunido con el mundo perdido en medio de un gran gozo. No obstante, el Misticismo y la magia primigenia también han florecido en la Quinta Era y sin duda permanecerán.