– Los dos juntos van listos. Al tiempo. Se destruirán fotos y dejarán tranquilos al mundo.
La plaza estaba tranquila en aquella soleada mañana de Madrid, bajo el vientecillo serrano, milagroso vientecillo sin octanos -pensaba Méndez- que mata a un hombre y no apaga un candil. Pero que por la noche debe dejarles helada la entrepierna a las chicas que hacen esquina, seguía pensando Méndez. Vaya injusticia la de la vida, don Álex. De la vida creemos saberlo todo y no sabemos ni la mínima verdad.Do you mind?
– ¿Por qué me pregunta en inglés? -dijo don Álex, sentado a su vera y con elABC de las papeleras bajo el brazo-. ¿Lo hace por esa vieja loro y su joven profesora que siempre están practicando en ese banco de al lado? Llevan ahí no sé cuántas semanas, y la vieja nunca aprende nada.
– Es que ellano mind.
– De todos modos, ¿sabe que me alegra mucho verle otra vez aquí, señor Méndez?I’m happy. Cojones con la tía ésa, que con tanto repetir palabras inglesas me va a hacer olvidar mi lengua, que en todos los sentidos, en todos, es lo único que tengo. Méndez, you see? Las chicas de doña Lorena Dosantos siguen entrando en la santa casa, y supongo que siguen bordando casullas para obispos y capotes para toreros a los que ya han dado la extremaunción. Yo sigo haciendo la ruta de las papeleras, aunque cada vez hay menos hallazgos; lo único que he encontrado esta mañana ha sido un manifiesto diciendo que España va bien. Y es que este país no cambia, señor Méndez, se lo digo yo. Incluso en la intervención de bancos: acabo de leer que el banco de Orestes Gomara está intervenido, sometido a investigación y sin un puto duro, mejor dicho, sin un puto euroduro, en caja. ¿Usted ha hecho algo de eso? Creo que es posible, aunque usted, Méndez, de bancos no entiende nada, la verdad. Pero yo se lo cuento todo. I tell you the true situation. Por cierto, aquel obispo de Mondoñedo, Antioquia o Sión, ¿acabó creyendo en su padre?
– Me temo que no del todo, no comprende que su padre sólo quiso ayudar a mujeres sin futuro -dijo Méndez-. Ya sabe lo que pienso: en la vida, nunca acabas de conocer la verdad. Por eso necesitamos otra vida, digo yo. Menudos disgustos va a haber.Many, Many injuries for all the people.
– ¿Sabe qué le digo, Méndez? Que cada vez hablamos mejor el inglés. Deberíamos perfeccionarlo, pero como yo no puedo pagarme un profesor, y me temo que usted tampoco, ¿y si nos arrimamos a la vieja y sobre todo a la profesora? Alguna palabra caería.
– Como quiera, don Álex. A mí me parece bien.If you wish it, I wish it also.
– Además, la profesora está lo que se dice muy bien -susurró don Álex-. Ésa no se alimenta de sopa de aspirinas.
– Tiene razón. La profesora está para elbed. Immediatly woman bed.
– Está parato remain dead -remachó don Álex-. Quiero decir, que está de muerte.
Francisco González Ledesma