SILENCIO
Bajo el sollozo un jardín no mojadoOh pájaros los cantos los plumajesEsta lírica mano azul sin sueño.Del tamaño de un ave unos labios. No escuchoEl paisaje es la risa. Dos cinturas amándose.Los árboles en sombra segregan voz SilencioAsí repaso niebla o plata durabeso en la frente lírica agua solaagua de nieve corazón o urnavaticinio de besos ¡oh cabida!donde ya mis oídos no escucharonlos pasos en la arena o luz o sombra
SÚPLICA
Delgadas lenguas cabelleras rubiasninfas o peces ríos y la auroraSobre el nivel del aire bandas lucenpájaros plumas nácares o sueño¡Risa!Cien fuerzas cien estelas cien latidosun mundo entre las manos o la frenteuna senda o jirafas de blancuraun oriente de perlas sobre el labiotodo un sentir a ritmo azul el' cielo
Dicha dicha navío por el brazopor la más difícil coyunturapor donde si aplicamos el oídose oye el rumor de la caricia extremaUn dolor muy pequeño si es que existees una niña o papel casi traslúcidopueden verse las venas y el dibujopueden verse los besos no emergidos
Ríos peces estrellas puntas ansiatodo transcurre -mármol y sonidossordas esteras pasan clausurandoesa delgada voz de corazones
NACIMIENTO ÚLTIMO
Para final esta actitud alertaAlerta alerta alertaEstoy despierto o hermoso Soy el sol o la respuestaSoy esa tierra alegre que no regatea su reflejoCuando nace el día se oyen pregones o júbilosInsensato el abismo ha insistido toda la nochePero esta alegre compañía del aireesta iluminación de recuerdos que se ha iluminado como una atmósferaha permitido respirar a los bichitos más miserablesa las mismas moléculas convertidas en luz o en huellas de las pisadasA mi paso he cantado porque he dominado el horizontePorque por encima de él -más lejos más porque yo soy altísimohe visto el mar la mar los mares los no-límitesSoy alto como una juventud que no cesa¿Adónde va a llegar esa cabeza que ha roto ya tres mil vidriosesos techos innúmeros que olvidan que fueron carne para convertirse en sordera?¿Hacia qué cielos o qué suelos van esos ojos no pisadosque tienen como yemas una fecundidad invisible?¿Hacia qué lutos o desórdenes se hunden ciegas abajo esas manos abandonadas?¿Qué nubes o qué palmas qué besos o siemprevivasbuscan esa frente esos ojos ese sueñoese crecimiento que acabará como una muerte recién nacida?
II A FEDERICO GARCÍA LORCA
EL VALS
Eres hermosa como la piedraoh difuntaoh viva oh viva eres dichosa como la naveEsta orquesta que agitamis cuidados como una negligenciacomo un elegante biendecir de buen tonoignora el vello de los pubisignora la risa que sale del esternón como una gran batutaUnas olas de afrechoun poco de serrín en los ojoso si acaso en las sieneso acaso adornado las cabellerasUnas faldas largas hechas de colas de cocodrilosUnas lenguas o unas sonrisas hechas con caparazones de cangrejosTodo lo que está suficientemente vistono puede sorprender a nadieLas damas aguardan su momento sentadas sobre una lágrimadisimulando la humedad a fuerza de abanico insistenteY los caballeros abandonados de sus traserosquieren atraer todas las miradas a la fuerza hacia sus bigotesPero el vals ha llegadoEs una playa sin ondases un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizasEs todo lo revuelto que arriba
Pechos exuberantes en bandeja en los brazosdulces tartas caídas sobre los hombros llorososuna languidez que revierteun beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel»un dulce sí de cristal pintado de verde
Un polvillo de azúcar sobre las frentesda una blancura cándida a las palabras limadasy las manos se acortan más redondeadas que nuncamientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido
Las cabezas son nubes la música es una larga gomalas colas de plomo casi vuelan, y el estrépitose ha convertido en los corazones en oleadas de sangreen un licor si blanco que sabe a memoria o a cita