– Bueno, me doy por despedido, entonces. -Se puso de pie y tomó la bandeja. -¿Podría venir en algún momento a mirar, o considerarías que estoy invadiendo tu espacio?
– ¿Por qué? ¿Cree que de verdad le voy a poner la cara de Jimmy Hoffa?
– No. ¿Pero podría suceder, acaso?
Eve negó con la cabeza.
– ¿No escuchó nada de lo que le dije? La estructura ósea cuenta la historia.
– Pero qué sucede con los procesos de alisado y rellenado y cuando tienes que utilizar el juicio para la nariz y la boca y…
– De acuerdo, si se tiene una idea preconcebida de identidad, el trabajo puede verse influenciado. Es por eso que nunca miro fotografías hasta que termino. Durante ese período no me permito nada de creatividad. Solamente la ciencia tiene que ser la guía para la base de la cara. Cuando el desarrollo técnico queda terminado, ahí puedo considerar la cara como un todo y darle rienda suelta al juicio artístico hasta el final. Si no lo hiciera de esa forma, el producto sería solamente una escultura y no una reconstrucción facial. -Apretó los labios. -Y puede estar seguro de que no dejaría que eso suceda. Jimmy no va a parecerse a Hoffa a menos que sea Hoffa. De manera que no es necesario que me vigile, Logan.
– No era ésa mi intención -Se defendió él, hizo una mueca y agregó: -¿Si admito que me siento tenso y algo preocupado, me permitirías venir, por favor?
– ¿Tiene dudas, ahora? Pensé que estaba completamente seguro de que se trataba de Kennedy.
– Quiero ver cómo ese cráneo cobra vida, Eve. Entiendo que no merezco consideración alguna, pero… ¿Puedo venir?
Ella vaciló. Seguía sintiéndose indignada y llena de rencor. Después de todo lo que había hecho, se merecía que le dijera que se fuera al diablo. Por otra parte, tal vez fuera necesaria una tregua para salir ilesa de esta situación. Se encogió apenas de hombros.
– No me molesta si se queda en silencio. Ni me daré cuenta de que está en la habitación. Si abre la boca, lo echo.
– Ni una palabra. -Se dirigió a la puerta. -Ni siquiera notarás mi presencia. Te traeré comida, café y me acurrucaré en un rincón como un gatito dócil.
– No conozco gatos dóciles. -Eve se dirigió hacia el pedestal, cerrando ya su mente a Logan. -Quédese callado…
CHEVY CHASE,
MIÉRCOLES POR LA TARDE
– No parece estar avanzando demasiado rápido, Doprel -dijo Fiske-. Y ni siquiera empezó a trabajar con el cráneo.
– Nunca trabajo sobre el cráneo -replicó Doprel-. Estoy haciendo un molde y trabajaré sobre eso.
– ¿Todos lo hacen así? Parece una pérdida de tiempo.
– No, pero yo prefiero hacerlo así-respondió Doprel con fastidio-. Es más seguro. No tengo que tener tanto cuidado con el cráneo.
– Timwick quiere que se haga el trabajo rápido. Este molde es un…
– Yo tengo mi forma de trabajar -lo interrumpió Doprel con frialdad-. Voy más rápido si no tengo que andar con tanta cautela.
– A Timwick no le importa si el cráneo se daña. No tenemos tiempo para el molde. -Hizo una pausa. -Pensé que querría terminar cuanto antes con esto para volver a Nueva York.
– No es la forma en que… -Vaciló. -Al diablo con todo. ¿Qué cuernos me importa si se rompe? Trabajaré sobre el cráneo. Bueno, ahora váyase y déjeme solo, Fiske. Supuestamente, su función es traerme la comida y todo lo que necesito, no criticar mis métodos.
Cretino arrogante. Lo trataba como si fuera un sirviente, pensó Fiske. Sabía cómo eran estos científicos. Se creían mejores y más inteligentes que el resto de la gente. Doprel, con todos sus conocimientos y su cerebro ni en un millón de años podía hacer lo que hacía él, Fiske. No tendría ni la astucia ni las agallas necesarias.
Pero quizá Doprel se daría cuenta de su error antes de que esto terminara. Timwick dijo que dependía de los resultados. Fiske sonrió.
– No fue mi intención ofenderlo -dijo, mientras se dirigía a la puerta. -Le prepararé una jarra de café.
BARRETT HOUSE
MIÉRCOLES, 22:50
Listo.
Eve dio un paso atrás, se quitó los anteojos y se frotó los ojos irritados con los dorsos de las manos. Había terminado la ardua y meticulosa tarea de colocar las tiras de masilla y le ardían los ojos. No se atrevía a seguir trabajando, pues existía el riesgo de cometer errores. Se sentaría a descansar una hora y luego volvería a empezar.
Cruzó hasta el escritorio, se dejó caer en la silla, se apoyó contra el respaldo y cerró los ojos.
– ¿Te encuentras bien? -preguntó Logan.
Eve dio un respingo y su mirada voló hacia el extremo opuesto del laboratorio. ¡Cielos, había olvidado por completo la presencia de Logan! En las últimas veinticuatro horas había entrado en el laboratorio y salido de él como un fantasma. Eve no recordaba que le hubiera dirigido la palabra.
Tal vez sí le había hablado. Ella había estado tan concentrada en Jimmy que no recordaba demasiado de esas horas. Tenía un leve recuerdo de haber llamado a su madre, pero no sabía de qué había hablado.
– ¿Todo bien? -repitió Logan.
– Claro que estoy bien. Solamente descansaba. No tengo la mejor vista del mundo y se me cansan los ojos.
– Como para que no se te cansen. Nunca vi a nadie trabajar con tanta intensidad. Ni Miguel Ángel debe de haber estado tan tenso mientras esculpía el David.
– Tenía más tiempo.
– ¿Cómo te está yendo?
– No lo sé. Nunca sé hasta que termino. Ya pasó el trabajo de burro. Ahora viene lo difícil.
– Un descanso te podría ayudar.
Logan estaba sentado con aire sereno, pero de pronto Eve intuyó la tensión en él.
– Es lo que estaba tratando de hacer: descansar -comentó con ironía.
– Perdón. Y yo estaba tratando de ayudarte. -Esbozó una sonrisita torcida. -En varias oportunidades, creí que te desmayarías.
– Pero no me detuvo.
– No puedo. El tiempo corre. -Hizo una pausa. -¿Cuánto falta?
– Doce horas. Tal vez un poco más. -Cansada, Eve se apoyó otra vez contra el respaldo. -No lo sé. Lo que me lleve. No me presione, diablos.
– De acuerdo. -Logan se puso de pie con movimientos rígidos. -Te dejaré que descanses. ¿Por qué no te recuestas en el sofá? ¿Cuándo quieres que te despierte?
– No quiero dormir. Solamente tengo que descansar la vista.
– Entonces volveré más tarde. -Al llegar a la puerta, agregó: – Si no te molesta, desde luego.
– No, no me importa. -Cerró los ojos de nuevo. -Dígame Logan, ¿no se queda atragantado con tanta cortesía y sumisión?
– Un poco. Pero sobrevivo. Hace mucho tiempo aprendí que si no eres el chip más importante de la computadora, simplemente te limitas a engrasar las ruedas y no entorpecer el camino.
– Qué mezcla atroz de metáforas.
– ¿Qué sabes tú de eso? Debes de tener la mente en una nebulosa.
– No tengo que pensar. De ahora en más, es instinto puro. Solamente tengo que poder ver.
– Me puedo encargar de alimentarte, pero en eso no te puedo ayudar.
– A esta altura, nadie puede ayudarme.
La puerta se cerró detrás de él.
– Nadie -murmuró Eve-. Ahora es entre nosotros dos ¿no es cierto, Jimmy?
CHEVY CHASE
MIERCOLES POR LA NOCHE, 23:45
– Ya casi terminó, Timwick -le informó Fiske-. Dijo que el trabajo resultó más fácil de lo que creía. Le deben de faltar unas doce horas.
– ¿Has visto el cráneo?
– Sí, pero no entiendo nada. Todavía no tiene ojos ni nariz. Creo que usted pierde el tiempo.
– Yo seré quien decida si pierdo el tiempo o no. Llámeme cuando el trabajo esté listo e iré de inmediato.