Выбрать главу

Cuando los animales pensantes originales sobreviven, como ocurre ocasionalmente, es porque ellos también se han concentrado en otra cosa, hacia dentro, buscando alegrías, logros o iluminaciones imaginarias donde ninguna máquina puede ayudarlos, reinos que están fuera del universo de las estrellas.

—No —dijo Svoboda—, es un error sentir hostilidad. La evolución posbiótica es evolución, a fin de cuentas, la realidad hallando novedad en sí misma. —Se ruborizó y rió—. ¡Oh, eso suena pomposo! Sólo quise decir que los robots avanzados e independientes no constituyen una amenaza para nosotros. Seguiremos teniendo robots propios, son necesarios, pero con propósitos específicos. Haremos aquello que no interesa a los posbióticos: explorar la vida de nuestra especie, la vieja especie, no escudriñando y escuchando, con siglos entre pregunta y respuesta, sino estando allá nosotros mismos, compartiendo, amando. Y así llegaremos a comprender lo que ahora no podemos imaginar.

—Eso es para quienes opten por ser buscadores. —La observación de Patulcio resultó doblemente seca después de ese entusiasmo desbordante—. Como Tu Shan, yo prefiero cultivar mi jardín. Sospecho que la mayoría de nuestros descendientes también lo preferirán.

—Sin duda —dijo Hanno—. Y está bien. Serán nuestra reserva. Peregrino tiene razón; algunos siempre querrán más que eso.

—Los feacios no se adormilarán en una rústica inocencia —predijo Macandal—. No pueden. Si no desean seguir el camino de la Tierra, lo cual volvería inútiles sus esfuerzos, tendrán que hallar una nueva senda. Tendrán que evolucionar también.

—Y los que estemos en el espacio evolucionaremos, a nuestro modo —añadió Peregrino—. No en el cuerpo ni en los genes. Me propongo durar largo tiempo. En la mente, el espíritu.

—Las estrellas y sus mundos para nuestros maestros —bromeó Yukiko. Y añadió con seriedad—. Pero recordemos que será una escuela difícil. Hoy no contamos para nada. Todos los navegantes estelares que conocen los alloi, y son menos Je una docena, son como nosotros: renegados, disconformes, atavismos, parias.

—No sé. Pero no admito que no contemos para nada. Existimos.

—Sí. Y si somos sabios, y podemos humillarnos lo suficiente como para oír lo que puede decirnos el más bajo de los seres vivientes, al fin nos enfrentaremos a los posbióticos como iguales. Tal vez dentro de un millón de años, no sé. Pero cuando estemos preparados, será como habéis dicho, nos transformaremos en algo diferente de lo que somos.

Hanno asintió.

—Me pregunto si al final nosotros y nuestros aliados seremos algo más que los iguales de las máquinas.

Sus camaradas lo miraron con cierto asombro.

—He estado jugando con una idea —explicó—. Parece haber funcionado de este modo en la Tierra, y lo que hemos aprendido gracias a los alloi sugiere que puede ser un principio general. La mayoría de los pasos de la evolución no han sido avances triunfales. No, los fracasos de las etapas previas realizaron esos avances…, en palabras de Yukiko, los atavismos y renegados.

»¿Por qué un pez al que le iba bien en el agua se esforzaría para ir a tierra? Lo hicieron aquellos que no podían competir, porque tenían que ir a otra parte o morir. Y los antepasados de los reptiles tuvieron que abandonar los pantanos de los anfibios, las aves tuvieron que volar, los mamíferos tuvieron que hallar nichos donde no hubiera dinosaurios, ciertos simios tuvieron que abandonar los árboles y…, y los fenicios teníamos una estrecha franja de territorio, así que nos lanzamos al mar, y casi nadie iba a América o Australia si estaba a sus anchas en Europa…

»Bien, veremos. Veremos. Dijiste un millón de años, Yukiko. —Rió—. ¿Fijamos una cita? Dentro de un millón de años a partir de hoy, todos nos reuniremos para recordar.

—Primero debemos sobrevivir —dijo Patulcio.

—Somos especialistas en sobrevivir —replicó Peregrino.

Macandal suspiró.

—Hasta ahora. No confiemos demasiado. No hay garantías. Nunca las hubo, nunca las habrá. Un millón de años son muchos días y muchas noches. ¿Podremos?

—Lo intentaremos —dijo Tu Shan.

—Juntos —juró Svoboda.

—Entonces será mejor que aprendamos a compartir mejor que antes —dijo Aliyat.

34

La Piteas y la nave amiga partieron. Durante un tiempo, unos meses, hasta que las velocidades se elevaron demasiado, intercambiaron palabras, imágenes, amor; ritos celebrando los misterios de la comunidad y la comunión; pues por doquier se apiñaban soles en torno de ellos.

«Cuando contemplo tus cielos, la obra de tus dedos, la luna y las estrellas, que tú has ordenado, ¿qué es el hombre, para que repares en él?»

Hanno y Svoboda miraban desde el oscuro puesto de mando. A través de las manos entrelazadas sentían la cercanía y el calor del otro.

—¿Para esto nacimos? —susurró Svoboda.

—Haremos que sea así —prometió Hanno.

FIN

Cronología

Excepto la primera, todas las fechas son después de Cristo. Cada cual alude al año en que comienza el capítulo. En algunos casos la narración avanza o retrocede en el tiempo.

I. Thule — 310a.C.

II. Los melocotones de la eternidad — 19

III. El camarada — 359

IV. Muerte en Palmira — 641

V. Ningún hombre escapa a su destino — 998

VI. Encuentro — 1050

VII. De la misma especie — 1072

VIII. Dama de honor — 1221

IX. Fantasmas — 1239

X. En las colinas — 1570

XI. El gatito y el cardenal — 1640

XII. La última medicina — 1710

XIII. El camino de la Vasija — 1855

XIV. Hombres de paz — 1872

XV. Reunión — 1931

XVI. Nicho — 1938

XVII. Acero — 1942

XVIII. El Día del Juicio — 1975

XIX.Thule ?

Glosario

Los nombres chinos se transcriben de acuerdo con el sistema Wade-Giles. Para muchas personas aún resulta más familiar que el Pinyin o el Yale, y no resulta infiel a las pronunciaciones antiguas o regionales.

Armórica: Bretaña.

Eerytus: Beirut.

Bravellir probablemente cerca de la moderna Norrkoping, Suecia.

Britannia: Inglaterra y Gales.

Burdigala: Bordeaux.

Ch'ang-an: cerca de la moderna Sian («Xian» en sistema Pinyin).

Constantinopla: Estambul.

Damasek: Damasco.

Dumnonia: Cornualles y Devon.

Duranius: río Dordoña.

Emesa: Homs.

Falerno: zona de la región de Nápoles, antiguamente célebre por sus vinos.

Gadeira: Cádiz (latín «Gades», semítico «Agadir»). Galia: Francia con partes de Bélgica, Alemania y Suiza.

Gardhariki: Rusia Occidental. Garumna: río Carona.

Gautlandia: sur de Suecia, aparentemente entre Escania y el lago Vánern.

Hetan-kyo: Kioto.

Hleidhra: Lejre, Dinamarca.

Khalep: Alepo.