Esculpid
Y ahora, para terminar con esta serie de ejercicios, hay que hacer una escultura. La escultura se hace en el espacio. Podéis utilizar cualquier material, mármol, oro, bronce, lo que queráis. Y creáis un personaje al que, si queréis sobrepasar, podéis convertir en abstracto. Pensad qué escultura queréis hacer. Sois escultores. Vamos a poder manipular el espacio creativamente. Es importante porque, si no se hace, habrá una dimensión que no se habrá desarrollado. Hay que moverse alrededor del objeto, la escultura nos obliga a abandonar la mirada fija, nos permite desarrollar nuestro espíritu girando en torno al objeto creado. Una vez finalizada la describiremos, porque también son importantes los comentarios. Antes de empezar a esculpir, pensad bien en la materia que vais a escoger, debe ser una materia que os guste. Y también la podéis colorear…
Cread moda
En este ejercicio, crearemos vestidos. Podéis hacer el traje individualmente o bien en grupo. Si lo hacéis en grupo, cada uno debe hacer tres vestidos para los otros. Mirad bien a la otra persona y observad qué vestimenta podría ensalzarla. No es una crítica. Hay que atreverse y dotar de fuerza a la forma de vestir, como en un carnaval. Cread vestidos imaginarios. Y veréis que, del mismo modo que podéis pintar y esculpir o hacer música, podéis crear moda. Basta con ser osados. Si después de este ejercicio os encargan que hagáis un desfile, ¡lo podréis hacer! Se trata de ver cómo es el otro. Puedes cambiar los vestidos, hacer una operación estética, puedes llenar, quitar, eres dueño del aspecto del otro. Eres su dueño. Empecemos.
El arco iris
Vamos a avanzar en la creatividad con un ejercicio que es fundamental. Lo que voy a hacer es contar de 9 a 0 para que concentréis la atención. Hay que escuchar bien. Para estar concentrados el mejor método, el más simple, es imaginar los colores del arco iris: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta. A medida que voy contando, me voy sumergiendo en el rojo, y después veo que el rojo se va convirtiendo en el anaranjado, que el anaranjado se convierte en amarillo, que el amarillo se vuelve verde, que el verde se vuelve azul, azul oscuro, violeta. Esto es sólo para ocupar la mente y no pensar con palabras. Sentid la llegada del color. Nueve… ocho… cada vez más concentrados. Siete… más concentrados. Seis… más profundo, más profundo. Cinco… más profundo, más profundo. Cuatro… más profundo… Tres… más profundo, la escucha, la concentración, la receptividad. Dos… más profundo… Ahora vamos a utilizar el inconsciente, uno… vamos a utilizar el inconsciente…
Tu espacio
En el interior de ti tienes el espacio, el territorio que amas. Hay un territorio que es tuyo. Puede estar al pie de la montaña, en el campo, junto al océano, puede ser de tierra fértil, de arena; de lo que tú quieras. Deja que te llegue tu terreno, imagina tu sitio ideal para ti. ¿Lo ves?, ¿qué hay?, ¿hay sombras? ¿qué perfume tiene?, ¿hay pequeños insectos?, ¿otros animales? Lo que haya, deja que llegue. Y en ese territorio tuyo, paséate feliz, feliz: porque al fin tienes un territorio del tamaño que quieres. Pequeño, grande, cada uno tiene el suyo. Es fundamental que el inconsciente te dé tu terreno. La tierra que te pertenece. El trozo de planeta que te pertenece. El paisaje en el que vivir. No escojas el paisaje de otros. No escojas el de tus padres, escoge el tuyo propio. Toma la alegría de tu terreno y allí observa cómo surge la casa, el habitáculo que es el tuyo. Es tu casa ideal, donde quieres vivir, desarrollarte, acompañado o no, toda tu vida. ¿Cuál es la casa que quieres? ¿De qué tamaño?, ¿de qué material? ¿Cómo es? Piensa cuál es tu espacio ideal. Sin límites. Cuando esa casa ideal te haya llegado, rodéala, mírala bien, entra en ella y créale todo: los baños, las camas, la cocina, los vasos, las cucharas…, todos los objetos de tu casa ideal los vas a crear, y todas sus habitaciones. ¡Paséate y crea tu casa por fin! ¡Para que sepas lo que quieres verdaderamente, sin límites! No hay límites de dinero, no hay ninguna prohibición, no tienes que ser pequeño, ni mediocre. Escoge en tu creatividad lo que quieres realmente, para que después lo puedas realizar en la vida real. Tómate tu tiempo… Descubre cuáles son las actividades que deseas hacer en esa casa…, los materiales…, eres el Gran Arquitecto. Tu propio arquitecto. Tu propio creador… Tómate todo tu tiempo porque es fundamental para ti saber cuál es tu territorio. Tu casa es tu ego, es tu yo verdadero. Piensa también en cómo vas a estar vestido en esa casa. Qué vestimenta te corresponde. Cómo deseas presentarte. En la cocina, sueña todo lo que deseas comer. Cuál es tu alimento ideal. Y concéntrate en la compañía ideal. Con quién deseas estar. Si quieres estar con alguien o no. Puede haber una sala de tarot, una sala de cine, música, libros, animales, lo que tú desees. Sin límites. Imaginad, en esta casa ideal, vuestra cama.
Y esta parte del ejercicio también es fundamental, esencial, que la hagáis bien. Estás en la cama, acostado, pero tu vida se ha acabado. Estás muerto. Y de tu cadáver sale el ser nuevo que renace. ¿Cómo quieres renacer? Estás acostado, un ser, un cuerpo que ha terminado, y te levantas con un cuerpo nuevo. ¿Con qué físico?, ¿de qué sexo?, ¿de qué edad?, ¿cuál sería tu yo ideal? Hay que imaginarse un yo ideal. El yo que tenemos no es nuestro yo ideal. Tenemos uno ideal aunque esté lejos todavía. Daos permiso para imaginarlo. Todos estos ejercicios son para eliminar la falta de confianza, para enriqueceros. Si tienes tu terreno, si tienes tu casa, si tienes tu ser ideal, te has enriquecido.
Ahora, critícate como lo haría una persona de tu familia. Tu madre, tu padre, tu hermano. Habla en su nombre. Ponte en el lugar de alguien que se te oponga. Porque si hasta ahora no habías imaginado nada de esto, es debido a que en ti hay fuerzas que se oponen a que tú lo imagines. ¿Cuáles son estas fuerzas? Encárnalas. Por ejemplo, habla como hablaría tu madre. O tu padre. Y critica. Toda la nueva medicina habla del territorio, diciendo que una pérdida del territorio crea las enfermedades. Porque el cerebro, dicen, actúa como un animal que necesita su territorio. Aunque no creo que eso sea absolutamente cierto, sí creo que el territorio es una parte muy importante. Por tanto, cuando sabemos qué territorio nos corresponde, damos un gran paso hacia la creatividad. Y la casa es el desarrollo de nuestro yo individual. Y si yo invento la casa que quiero para mí, me permito existir yo mismo. Fuera de los padres. Por eso, discutir con los padres, o crearos un cuerpo nuevo, es una toma de libertad creativa que hacéis. La creatividad viene de una libertad interior, de una valorización interior. Sé que lo tengo todo en mi interior, por lo tanto puedo ponerme en acción. La imaginación trabaja con principios muy simples.
Liberaos del lenguaje
Éste será un breve ejercicio de liberación del lenguaje. Estamos acostumbrados a hablar siempre como un ser normal. Tenemos miedo a la locura. Sin embargo, los ríos que descienden por los techos cubiertos de palomas serán siempre blancos y oscuros, para abrirse hacia el túnel de todas las delicias… ¿habéis comprendido? ¿No? ¿Sí? Así es como deberíamos hablar, debéis permitiros hablar un lenguaje completamente disparatado al tratar de explicar un sentimiento. Hay que crear una conversación, comunicarse con un lenguaje que sea verbal, que no sea conceptual. ¿Preparados? Puedes elevar cualquier Sansón, impidiendo a Dalila cortarle el cisne y manifestar sobre la mesa tres o cuatro cuentos que serán deliciosamente azucarados, ¿de acuerdo? Y lo que se ha hecho con las palabras, se puede hacer inventando las palabras, fía fa nara ké. Costrigun tost batché quelaramanda droie pretcho ¡apande ketaka kiugala patchu! Erabutchi Kara mí. Eso libera un poco. Hacedlo vosotros. Liberad el lenguaje. Cuando entréis en esto, os va a gustar. Al principio os vais a sentir cortados, porque la más grande prisión es el lenguaje articulado, el lenguaje lógico. Es un ejercicio surrealista. Pero rompe el lenguaje normal para permitir una libertad creativa. Y quizá salgan cosas de mal gusto, no importa. Cosas idiotas, cosas infantiles. Pero saldrán también cosas bellas, de golpe. Probad a hacerlo, y después pasaremos a las técnicas de la imaginación.