– Santo hombre, ¿cómo puedo acercarme a Dios?
– Diviértete. Alaba a Dios con tu alegría -fue la respuesta.
Un joven preguntó:
– ¿Qué puedo hacer para aproximarme a Dios?
– No te diviertas tanto -dijo Lucas.
Cuando el joven partió, el discípulo le dijo:
– Parece que Usted no está muy seguro acerca de si debemos o no divertirnos.
Lucas respondió:
– La búsqueda espiritual es un puente sin pasamanos que atraviesa un abismo. Si alguien está demasiado cerca del lado derecho, le digo "¡a la izquierda!". Si se acerca demasiado al lado izquierdo, le digo "¡a la derecha!" De esta forma, ellos pueden continuar en el Camino.
MAESTRO Y DISCÍPULO ENFRENTAN EL RÍO
Un discípulo tenía tanta fé en los poderes del gurú Sanjai, que cierta vez lo llamó a la vera del río:
– Maestro, todo lo que aprendí con usted hizo que mi vida cambiara. Fui capaz de reanudar mi matrimonio, de llevar adelante los negocios de mi familia, de hacer caridad con todos mis vecinos. Todo lo que pedí en su nombre, con fé, lo he conseguido.
Sanjai miró al discípulo, y su corazón rebosó de orgullo.
El discípulo se aproximó a la margen del río:
– Mi fé en sus enseñanzas y en su divinidad es tanta, que va a ser suficiente con que pronuncie su nombre para que pueda caminar sobre las aguas.