"Yo te enseñé, porque mis maestros me enseñaron. Pero, mientras yo pensaba y estudiaba, tú practicabas lo que ibas aprendiendo. Gracias por hacerme entender que, muchas veces, el hombre no cree en lo que desea que otros crean".
LA MANERA DE AGRADAR AL SEÑOR
Cierto novicio se acercó al abad Macario y le pidió consejo sobre la mejor manera de agradar al Señor.
– Vé hasta el cementerio e insulta a los muertos -le dijo Macario.
El hermano hizo lo que se le ordenó. Al día siguiente, volvió a visitar a Macario.
– ¿Y ellos te respondieron? -preguntó el abad.
El novicio le contestó que no.
– Entonces vuelve allí, y elógialos.
El novicio obedeció. Esa misma tarde, volvió con el abad, que nuevamente quiso saber si los muertos le habían respondido.
– No -dijo el novicio.
– Para agradar al Señor, compórtate de la misma manera -le indicó Macario. -No hagas caso del desprecio de los hombres, ni de sus elogios; de esta manera, podrás construir tu propio camino.
MI AMIGO ESCRIBE UNA HISTORIA
Un amigo mío, Bruno Saint-Cast, trabaja en la implementación de alta tecnología en Europa. Cierta noche, se despertó de madrugada y ya no pudo seguir durmiendo; se sentía impulsado a escribir un cuento sobre un viejo amigo de la adolescencia, que había encontrado en Tahiti.