– Si -dijo Bauer-. Y repito, si Savannah ha hecho que una especie de duende se materialice, lo cual dudo, estoy segura de que ella no es consciente del hecho.
– Ciertamente -dijo Leah-. Probablemente no puede controlarlo. No hay ninguna prueba de lo contrario… bien, excepto…
Bauer suspiró-.Algunas de las perturbaciones más alarmantes han girado en torno a Savannah. Cuando está disgustada, la actividad aumenta.
– Si ese pobre guardia no hubiera esquivado…-.dijo Leah-. Pero no, todavía digo que está más allá del control de Savannah. Probablemente, su cólera espolea al duende a reaccionar. Una unión emocional involuntaria, aunque potencialmente, podría ser absolutamente peligroso si alguien se cruza…
– Eso es energía psíquica arbitraria -dijo Bauer firmemente-. Hasta que el Doctor Matasumi o yo veamos algo que demuestre lo contrario, eso es lo que asumimos.
La puerta se abrió.
– Sí -escupió Bauer, luego se giró para ver al ayudante de Matasumi cernerse en la entrada-.Lo siento, Tess. ¿Qué sucede?
– Son casi las cuatro treinta. El doctor Matasumi creyó que yo debía recordarle…
– Ah, sí. La teleconferencia. Lo siento. Estaré contigo. ¿Podrías por favor enviar los guardias a escoltar a Leah de vuelta a su cuarto?
– La fiesta ha concluido -dijo Leah y tragó el resto de su vino.
Después de la comida, la voz yo había oído la noche anterior no llamó otra vez. Esta vez estaba segura que estaba despierta. Bien, razonablemente segura, al menos. Todavía tenía la esperanza que la fiesta de queso y vino hubiera sido una pesadilla.
– ¿Quién está allí? -dije en voz alta.
– Soy yo, querida. Ruth.
Me apresuré hacia el agujero que había perforado entre mi celda y la siguiente, me puse en cuclillas, y miré detenidamente a través de él. No había nadie allí.
– ¿Dónde estás? -pregunté.
– Cruzando el pasillo. Este es un hechizo de comunicación. Puedes hablarme normalmente y te oiré como si estuviera allí en el cuarto. Gracias a Dios finalmente me puse en contacto contigo. He estado teniendo una temporada de todos los diablos. Primero los sedantes. Luego el campo obstructor. Justo cuando imaginé un camino para rodearlo, me sacaron de aquí porque mi cuenta de leucocitos era baja. ¿Qué esperan ellos a mi edad?
– ¿Bloquear el campo? -Repetí.
– Te lo explicaré. Siéntate y ponte cómoda, querida.
Para asegurar nuestra intimidad, Ruth lanzó un hechizo de detección que podría descubrir a cualquiera en el pasillo. Una cosa útil, la magia. No como mi taza de té, pero mucho más práctica de lo que yo habría imaginado.
Nuestros captores habían tomado a Ruth mas o menos al mismo tiempo que Bauer y Xavier me habían atrapado, por lo que ella no sabía que yo había sido secuestrada, lo que significaba que no sabía si Jeremy y Clay habían vuelto con los demás o si ya sabían lo que me había pasado. Cuando le dije que no había sido capaz de ponerme en contacto con Jeremy, se sorprendió hasta un punto rayano en el shock, no de que no pudiéramos entrar en contacto, sino de que algún werewolf tuviera capacidades telepáticas. Tenemos nuestros estereotipos, supongo. Las brujas tenían el poder mental, los werewolves tenían el poder físico, y nunca se encontraría una unión.
– ¿Qué pasó cuándo trataste de ponerte en contacto con él? -preguntó.
– No puedo hacerlo -dije-. Él es el único con el poder. Tengo que esperar que él entre en contacto.
– ¿Lo intentaste? -preguntó.
– Yo no sabría cómo.
– Deberías intentarlo. Es muy simple. Relájate y finge -No importa. No funcionará de todos modos.
– ¿Por qué no funcionará?
– Ellos han puesto un campo obstructor. ¿Has conocido a su hombre de los hechizos?
Sacudí mi cabeza, y, comprendiendo que ella no podía ver el movimiento, dije -No. He oído de él, sin embargo. Katzen, creo que lo llamaron.
– ¿Isaac Katzen?
– ¿Lo conoces?
– Sé de él. Él estaba con uno de los Conspiradores, creo. Oh querida, espero que ellos no estén implicados. Sería un problema espantoso. Los Hechiceros Conspiradores son…-.Ella se detuvo-. Lo lamento, querida. Negocios de hechicería. No necesitas saber sobre esto.
– ¿Y este tipo Katzen? ¿Tengo que saber algo sobre él? Bauer dice que probablemente no necesitaré conocerlo. ¿Por qué lo dijo? ¿Él no se asocia con “razas inferiores”?
Una sonrisita corta -Él es definitivamente un hechicero. No, querida, yo creo que tengas que preocuparte de Isaac Katzen. Los hechiceros tienen poca de facilidad para hechizos sin palabras. Poca facilidad para las brujas, también. Los hechiceros no son brujos hombres. Son una raza completamente diferente. Un hatajo repugnante, lamento decirlo. No tienen el sentido de que son parte de algo más grande. Una ausencia absoluta de altruismo. Nunca soñarían con usar sus poderes para ayudar… -un suspiro y una sonrisita-. Deja de desviarte, Ruth. La edad, ya sabes. No es que la mente comience a vagar; es sólo que está tan llena de información que brinca siempre fuera de la pista y se desliza por tangentes.
– No me importa.
– Tiempo, mi querida. Tiempo.
Me giré hacia la puerta -¿Viene alguien?
– No todavía. Si ellos tienen a Isaac Katzen en el “equipo”, entonces ciertamente, él es quién ha lanzado un hechizo para bloquear la telepatía, entre otras cosas.
– ¿Qué otras cosas?
– Bien, él podría supervisar las comunicaciones, proporcionar seguridad adicional…
– ¿Monitorear las comunicaciones? ¿Quieres decir que él podría escucharnos ahora mismo?
– No, querida. Él tendría que estar cerca para hacerlo, y he averiguado ya que no hay nadie aquí, aparte de nuestros compañeros cautivos. Ten cuidado, sin embargo. Si él realmente visita las celdas, podría escuchar sin usar el sistema intercomunicador. Para la mayor parte de los hechizos, él necesita estar cerca, pero puede bloquear la telepatía desde lejos.
– Pero tú has logrado realizar un camino alrededor del hechizo. ¿Puedes ponerte en contacto con alguien fuera de aquí?
– Creo que puedo, aunque no he tenido una oportunidad. Voy a intentarlo más tarde. Me pondré en contacto con Paige y le diré que tú está aquí, así ella podrá comunicarse contigo. Ella ha recibido el entrenamiento apropiado. Nunca ha tenido la necesidad de usarlo, pero debería salir bien. Ella será una bruja lanza-hechizos muy poderosa un día. Tiene el potencial y más que suficiente ambición. Con algo de dificultad para aceptar sus límites ahora mismo, de modo que esto puede no ir tan fácilmente como le gustaría. Sé paciente con ella, Elena. No dejes que se sienta frustrada.
– ¿Por qué tengo que comunicarme con Paige? ¿Tú puedes hacerlo, verdad? Puedes hablar con ella, yo hablaré contigo…
– Tengo otra cosa que necesito hacer. No quiero ser grosera, querida. No te estoy abandonando. Con la ayuda de Paige, podrás organizar todo muy bien sin mí. Hay alguien que me necesita más. Tienen otra bruja aquí. Una niña.
– Savannah.
– ¿La has conocido?
– La he visto.
– ¿Horrible, verdad? -La voz de Ruth se obstruyó con la emoción-. Definitivamente horrible. Una niña. Como alguien puede ser tan insensible… pero no puedo hablar extensamente sobre eso. Tengo que ayudarle.
– ¿Puedes sacarla de aquí?
Silencio. Cuando éste duró más de diez segundos, me pregunté si alguien haya entrado el pasillo. De pronto Ruth continuó -No. Lamentablemente, eso está más allá de mis capacidades o yo lo haría con ambas, junto con todos las demás pobres almas de este lugar. Lo mejor que puedo hacer es dar a la niña las herramientas que necesitará para sobrevivir. A su edad, ella tiene sólo el conocimiento más rudimentario y puede lanzar hechizos sólo muy benignos. Tengo que enseñarle más. Acelerar su desarrollo. No es el camino que yo elegiría en cualquier otra circunstancia. Podría ser… bien, podría no ser la mejor cosa, pero dada la opción entre eso y la muerte… Lo siento, querida. No tengo que molestarte con los detalles. Baste decir que estaré ocupada con la niña, aunque me pondré en contacto contigo siempre que pueda. Ahora, aquí está lo que necesitas hacer para ayudar a Paige a comunicarse contigo.