– ¿Cincuenta años? -preguntó Romana, secándose las lágrimas.
– Si me aceptas, sí. Eres la princesa de mi cuento, me has despertado de mi letargo. Y ya sabes cómo acaban los cuentos, ¿no?
La música había dejado de sonar. La gente los rodeaba, esperando que pasara algo.
– Te ofrezco mi corazón, Romana. ¿Lo quieres?
Había dudado de él, pero eso no volvería a ocurrir.
– Sí -repuso Romana-. Sí.
Y mientras sus labios se unían de nuevo, lo único que se escuchó fue un multitudinario aplauso.
– Una cosa más -dijo Niall-. Quiero que sepas que la rendición es incondicional. Alma, corazón, y… grandes almacenes. Cualquiera que sea el futuro de Claibourne & Farraday, mi voto está en tus manos. Estoy seguro de que tomarás la decisión correcta.
Seguían siendo el centro de atención de cientos de ojos clavados en la pista.
– ¿Qué más quieres? ¿Me pongo de rodillas?
– ¿Lo harías?
– Sí. Si tú quieres.
Romana pareció dudar un instante, pero luego se giró, lo tomó de la mano y lo guió hacia la salida.
– ¿Y qué hacemos con esto? -preguntó Niall señalando el bullicio.
– Molly puede arreglárselas sola -repuso Romana.
– Hemos hecho lo que debíamos -dijo Romana.
– No podía estar más de acuerdo -repuso Niall.
Romana elevó su mano para poder contemplar el brillo de su anillo de casada a la luz de la luna. Niall entrelazó sus dedos con los de ella, dejándolos caer sobre la almohada.
– Si se lo hubiéramos dicho a todo el mundo, habrían esperado una boda por todo lo alto. Eso habría sido un regalo para el departamento de Relaciones Públicas de Claibourne & Farraday, pero no quería que nuestra boda se convirtiera en un circo. Aunque tendremos que contárselo a la familia…
– ¿Volvemos a casa y nos enfrentamos a ellos? -propuso Niall sin mucha convicción.
– De acuerdo, pero primero disfrutemos de nuestra luna de miel. ¿Por qué no les mandamos un correo electrónico?
– Excelente idea.
Sentada ante el ordenador de un cibercafé, Romana contempló por enésima vez el brillo de su anillo.
– ¿Qué les decimos?
– Algo corto y simple -contestó él-. A ver qué te parece esto:
Sólo unas líneas para deciros que la supervisión ha sido todo un éxito.
Nos casamos ayer.
Romana y Niall.
Liz Fielding