Lección Segunda
Sobre el asunto del tianmu
Muchos maestros de qigong también hacen referencia a algunos aspectos del tianmu, pero el Fa tiene diferentes manifestaciones en diferentes niveles, y uno sólo puede ver las manifestaciones del nivel al que está cultivado. Él no puede ver la verdad más allá de su nivel, ni tampoco lo cree y debido a ello, cree que únicamente es correcto aquello que él ve en su propio nivel. Antes que su cultivación alcance niveles más altos, pensará que esas cosas no existen ni son creíbles y por eso, su mente tampoco puede ascender; esto está determinado por su nivel. Es decir, sobre el asunto del tianmu, algunos lo explican de esta manera y otros de aquella. Como resultado, se hace un enredo y al final, ninguno puede explicarlo. En realidad, el tianmu tampoco puede explicarse acabadamente en un nivel bajo. En el pasado, la estructura del tianmu pertenecía al mayor de los secretos, y la gente común tenía vedado acceder a dicho conocimiento. Por eso, a lo largo de la historia nadie lo menciona. Aquí tampoco nos explayamos basándonos alrededor de las exposiciones del pasado. Para explicarlo, empleamos la ciencia moderna y el lenguaje moderno más simple, exponiendo sus cuestiones fundamentales.
El tianmu del que hablamos, en realidad, se encuentra justamente en un lugar ubicado un poco más arriba del punto existente entre las cejas, conectado con el cuerpo pineal; esta conexión es el canal principal. El cuerpo humano tiene incluso incontables ojos. La Escuela Dao dice que cada qiao es un ojo. La Escuela Dao llama “qiao” a los puntos en el cuerpo que en la medicina tradicional china se denominan “puntos de acupuntura”. La Escuela Fo sostiene que cada poro es un ojo. Por eso, hay algunas personas que pueden leer con las orejas, con las manos o con la parte posterior de la cabeza. Además, hay algunos que pueden ver con los pies o el vientre. Todo esto es posible.
Hablando sobre el tianmu, primero diremos algo sobre nuestros ojos físicos. Hoy en día, hay personas que creen que los ojos físicos pueden ver cualquier materia u objeto en este mundo nuestro. Por eso, a ciertas personas se les produce una idea terca y consideran que sólo son verdaderas y reales las cosas que ven con los ojos y no creen aquello que no pueden ver. En el pasado, siempre se consideró que tal clase de gente tenía una cualidad de iluminación pobre, no obstante, nadie podía explicar la razón. Decir que uno no cree en aquello que no puede ver suena razonable. Pero desde la perspectiva de un nivel un poco más alto, deja de serlo. Cada espacio-tiempo está compuesto por materia. Por supuesto que diferentes espacios-tiempo tienen composiciones diferentes de materia, y las formas en que se manifiestan las distintas vidas físicas son diferentes.
Voy a citarles un ejemplo. La religión budista sostiene que todos los fenómenos de la sociedad humana son ilusorios e irreales. ¿Cómo pueden ser ilusorios? Los objetos que están allí son tangibles y reales; ¿quién puede decir que sean falsos? La forma existente de un objeto es diferente de sus manifestaciones, pero nuestros ojos tienen la capacidad de estabilizar un objeto en nuestra dimensión física en el estado en que lo vemos ahora. Los objetos no están realmente en este estado, y ni siquiera están así en nuestra dimensión. Por ejemplo, ¿cómo luce el cuerpo humano a través de un microscopio? Todo el cuerpo está disgregado, compuesto por pequeñas moléculas que parecen granos de arena en movimiento. Los electrones giran alrededor del núcleo atómico y el cuerpo entero está moviéndose. La superficie del cuerpo no es lisa ni regular. En el universo, todos los objetos -acero, hierro o piedra- son iguales y dentro de ellos, sus elementos moleculares están moviéndose. Tú no puedes ver su conformación entera, y en realidad todo es inestable. Esta mesa también está moviéndose, pero nuestros ojos no pueden ver la verdad. Este par de ojos puede producir al hombre una impresión errónea.