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La cultivación no es para nada un juego de niños, ni una habilidad técnica de la gente común; es un asunto muy serio. Si deseas cultivarte o eres capaz de cultivarte, depende completamente de cómo elevas tu xinxing. Sería terrible si alguien realmente obtuviese capacidades de gong a través de perseguirlas. ¿Qué cultivación? Él no piensa para nada en cultivarse. Debido a que su xinxing está en el mismo nivel que la gente común, y como sus capacidades de gong son adquiridas a través de la búsqueda, quizás él cometería toda clase de actos perversos. Hay tanto dinero en el banco, que él tomaría algo de dinero. Hay tantos puestos de lotería en la calle, que escogería el boleto del primer premio. ¿Por qué tales cosas no ocurren? Algunos maestros de qigong afirman: «Sin prestar importancia al de, es fácil hacer cosas malas cuando las capacidades de gong se revelan». Yo digo que dicha afirmación es incorrecta. No es el caso en absoluto. Si no le das importancia al de y no cultivas tu xinxing, simplemente jamás desarrollarás ninguna capacidad de gong. Hay casos en que algunas personas de buen xinxing desarrollan en su debido nivel capacidades de gong. No obstante, más tarde, no pueden manejarse bien y hacen cosas indebidas. También existe tal fenómeno. Pero una vez que uno hace algo malo, las capacidades de gong se debilitan o pierden. Una vez que las capacidades se pierden, se pierden para siempre. Además, lo más grave de todo es que esto puede hacer que uno desarrolle corazones de apego.

Algunos maestros de qigong afirman que si una persona aprende su gong en tres o cinco días, será capaz de curar enfermedades. Eso es como hacer publicidad y ellos deben ser llamados comerciantes de qigong. Piensen todos: siendo una persona común, ¿cómo podrías curar enfermedades de otros tan sólo soltando algo de tu qi? Las personas comunes, del mismo modo que tú, también poseen qi en sus cuerpos. Siendo un practicante que acaba de iniciar la práctica, es nada más tu punto de acupuntura laogong que está abierto; por eso puedes absorber y emitir qi. Cuando intentes curar enfermedades de otros, ellos también tendrán qi en sus cuerpos. ¡Quizás ellos te tratan a ti! ¿Cómo puede el qi de uno controlar el qi de otro? El qi no puede en absoluto curar enfermedades. Además, mientras tratas a un paciente, tú y el paciente forman un campo y todo su qi patogénico entra en tu cuerpo. Por eso tendrás tanto qi patogénico como el paciente. Aunque la raíz de la enfermedad esté en el cuerpo del paciente, caerás enfermo si llegas a tomar mucho qi patogénico suyo. Una vez que creas poder curar enfermedades, comienzas a tratar pacientes. No rechazas la petición de ninguna persona, y de esa manera surgen tus corazones de apego. ¡Qué contento te pones cuando curas la enfermedad de alguno! ¿Cómo es que puedes curar enfermedades? ¿No has pensado en esto? Todos los falsos maestros de qigong tienen futi en sus cuerpos, y a fin de que les creas, te dan algún mensaje. Después de tratar a tres, cinco, ocho o diez enfermos, este mensaje desaparece. Como esto consume energía, de ahí en adelante no te queda nada de ésta. Tú mismo no posees gong; entonces, ¿de dónde viene el gong? Nosotros los maestros de qigong nos hemos cultivado durante décadas; en el pasado, cultivar el Dao era muy difícil. Practicar la cultivación es bastante difícil si uno toma una puerta lateral o una vía pequeña, en vez de aferrarse a una escuela de Fa recto.

Tú miras cómo gozan de fama algunos grandes maestros de qigong. Sin embargo, pese a que se han cultivado durante décadas, sólo tienen un poco de gong. Si tú nunca practicaste la cultivación, ¿cómo puedes adquirir gong después de asistir a una clase de instrucción?, ¿cómo podría ser eso posible? De ahí en adelante desarrollas un corazón de apego. Una vez que aparece el apego, te inquietas cuando no puedes curar enfermedades. Algunos quieren mantener su reputación e incluso, ¿en qué piensan ellos mientras tratan a un paciente?: «Por favor, permítanme recibir esta enfermedad para que el paciente se cure». Esta idea no surge de su corazón de bondad y compasión, sino del deseo de fama y ganancia que todavía no ha sido descartado para nada. Tal individuo es absolutamente incapaz de desarrollar un corazón de bondad y compasión; él sólo teme perder su prestigio. Por lo tanto, con tal de mantener su reputación, prefiere adquirir él mismo la enfermedad. ¡Qué apego más intenso por la fama! Pues bien, una vez que emite ese deseo, la enfermedad del paciente se le transfiere inmediatamente. Su deseo tiene verdaderamente tal efecto y mientras que el paciente se ha curado, él regresa a su casa para sufrir la enfermedad. Después de tratar a otros, tú mismo sufres en casa. Crees curar enfermedades y cuando otros te llaman maestro de qigong, estás complacido y presumes de ti mismo alegremente; te sientes tan en las nubes. ¿No es esto un apego? Cuando fracasas al tratar una enfermedad, bajas la cabeza y te sientes abatido; ¿no es esto causado por tu apego a la fama y la ganancia? Además, todo el qi patogénico de tus pacientes entra en tu cuerpo. Aunque esos falsos maestros de qigong te enseñan cómo expulsarlo hacia fuera de tu cuerpo, te digo que es absolutamente imposible expulsarlo; ni siquiera un poquito de qi, ya que tú mismo no tienes capacidad suficiente para distinguir el qi malo del qi bueno. A la larga, tu cuerpo se vuelve totalmente negro por dentro. Eso es precisamente yeli.

Entonces, cuando realmente desees practicar la cultivación, te resultará muy difícil. ¿Qué harás? ¿Cuánto sufrimiento deberás padecer para transformar el ye en la materia blanca? Es muy difícil lograrlo. Especialmente, cuanto mejor es la cualidad innata de uno, tanto más fácil es encontrarse este problema. Algunas personas insisten en curar enfermedades. Cuando tienes tal deseo de búsqueda en tu mente, ese animal lo ve y viene a subirse a tu cuerpo. Esto es futi. ¿Acaso no deseas curar enfermedades? El animal te da una mano. Sin embargo, éste no te ayuda a tratar enfermedades sin razón alguna. Esto es muy peligroso, porque sin pérdida no hay ganancia y terminas invitándolo. ¿Cómo continuarás cultivándote? Todo se acaba para ti.

Algunas personas con buena cualidad innata, la intercambian por el ye de otros. Un enfermo tiene mucho yeli. Si curas a un paciente afectado de una grave dolencia, ¡caerás muy enfermo al regresar a casa después de tratarlo! Aquellos que en el pasado tratábamos enfermedades tuvimos esta experiencia: el paciente ya estaba bien, pero uno caía seriamente enfermo en casa. Con el transcurso del tiempo, mucho yeli resulta transferido; le das tu de a otros a cambio de ye. Esto se debe a que, como acabo de expresarlo, sin pérdida no hay ganancia. Aunque tú recibes la enfermedad, debes cambiar tu de por ye también. En este universo hay un principio: si tú mismo quieres algo, nadie va a detenerte pero tampoco dirá que eres bueno. En este universo hay también una cosa específicamente establecida: quien tiene mucho yeli, es una persona mala. Estás utilizando tu cualidad innata para transformar su yeli. ¿Cómo te cultivarás cuando tengas mucho yeli? Tu cualidad innata es totalmente arruinada por esa persona. ¿No es eso terrible? El paciente está bien y se siente cómodo, pero tú regresas a casa a sufrir. Si curas a dos pacientes de cáncer, te vas en lugar de ellos. ¿No es esto algo peligroso? Ciertamente es así. Pero mucha gente no comprende la razón de este principio.

No te dejes llevar por la alta reputación de algunos falsos maestros de qigong. Una alta reputación no implica necesariamente sabiduría. ¿Qué sabe la gente común? Con una gran aclamación popular, ya se cree todo. Los falsos maestros de qigong no sólo dañan a los demás, sino que también se dañan a sí mismos. Después de un par de años, ya verás en qué se convierten. No se permite arruinar la práctica de la cultivación de tal modo. Ésta puede curar enfermedades, pero no está destinada para eso. La cultivación es algo sobrenatural, no una técnica de la gente común. Arruinarla a tu gusto está absolutamente prohibido. Hoy en día, algunos falsos maestros de qigong han creado un ambiente realmente inmundo usando el qigong como un medio para asegurarse fama y fortuna, formando organizaciones perversas para expandir su influencia. Ellos superan muchas veces en número a los maestros verdaderos. Cuando la gente común dice y hace cosas de determinada manera, tú ya les crees y piensas que el qigong es así. No es así, les estoy diciendo la auténtica verdad.