Tomando un caso específico como ejemplo, veamos cómo se cultiva esta persona. Para alcanzar ding en la meditación, debe sentarse con las piernas cruzadas por largo rato, lo cual trae dolor y entumecimiento. Tras un largo rato, comienza a sentirse incómodo y su corazón se pone muy inquieto. Fatigando los músculos y los huesos y templando el corazón, se siente malestar tanto en el cuerpo físico como en el corazón. Hay quienes temen el dolor de cruzar las piernas, no quieren insistir y bajan las piernas. Otros no pueden aguantar el dolor después de sentarse un poco más de tiempo con las piernas cruzadas. Una vez que bajan las piernas, la práctica resulta en vano. Consideramos inútil si dejas de cruzar las piernas cuando sientes dolor y reanudas después de aliviarte con algunos movimientos. Porque mientras las piernas duelen, podemos ver que la materia negra está atacando a las piernas. La materia negra es justamente yeli, el que puede ser disuelto y transformado en de por medio del dolor padecido. Con el dolor, el yeli se disuelve hacia abajo. Cuanto más yeli presiona hacia abajo, tanto más dolor se siente en las piernas. Así que el dolor de las piernas no viene sin razón. Normalmente, sentado con las piernas cruzadas uno sufre dolores pasajeros; un rato de gran dolor especialmente fuerte, alternado con otro de relativa tranquilidad. Más tarde, el dolor aparece de nuevo; así es como ocurre frecuentemente.
Debido a que el yeli se disuelve pedazo por pedazo, con cada pedazo disuelto las piernas se sienten un poco mejor, pero cuando viene el próximo pedazo se sentirá otra vez dolor. Después de disolverse, la materia negra no se dispersa, pues es inextinguible. Cuando esta materia se disuelve, se transforma directamente en materia blanca; esta materia blanca es de. ¿Por qué puede transformarse así? Porque uno ha sufrido, soportado dolores y se ha sacrificado. Hemos dicho que el de se consigue por medio de aguantar dolores, sufrir tribulaciones y hacer cosas buenas. Por eso, es usual pasar por esta situación mientras uno se sienta a meditar con las piernas cruzadas. Algunas personas bajan sus piernas apenas comienzan a sentir dolor y las alivian con algunos movimientos antes de cruzarlas nuevamente. Así no sirve de nada. Haciendo la práctica de estaca-parada, hay quienes sienten cansancio sosteniendo sus brazos y los bajan cuando no pueden aguantar más. Así no sirve en absoluto. Este pequeño dolor no es nada. Yo digo que sería demasiado fácil tener éxito en la cultivación con sólo sostener los brazos de esta manera. Ésta es la situación que ocurre cuando la gente practica la meditación sentada.
Nuestra vía no procede principalmente de esta manera, pero también hay una parte que desempeña una función en tal aspecto. La mayoría de nosotros transforma el yeli por medio de los conflictos entre uno y otro; normalmente se manifiesta de este modo. Mientras estamos entre conflictos, las fricciones entre uno y otro sobrepasan incluso al dolor físico. Digo que los dolores físicos son los más fáciles de aguantar; uno puede vencerlos apretando los dientes. Pero durante las intrigas y los conflictos entre unos y otros, ese corazón es lo más difícil de controlar.
Por ejemplo, al llegar a su oficina, alguien oye a dos personas hablando mal de él en un lenguaje ofensivo y esto lo pone furioso. Sin embargo, hemos mencionado que un practicante de gong debe exigirse a sí mismo con un estándar alto y que no debe retribuir con lo mismo cuando sufre golpes o insultos. Él recuerda: «El Maestro dijo que nosotros, siendo practicantes de gong, no somos iguales a los demás y por ello debemos comportarnos de un modo mejor». Él no discute con esas dos personas. Pero, generalmente, si a uno los problemas no lo irritan hasta el alma, no valen ni sirven para elevarse. Así que su corazón no puede dejar de moverse y se siente irritado. Es probable que esto se aferre en su mente, causando que desee darse vuelta todo el tiempo, para ver las caras de esas dos personas hablando mal de él. Volviendo la vista hacia atrás, observa ambas caras rencorosas en una acalorada discusión. De repente, la sangre se le sube a la cabeza y no puede soportarlo más, así que probablemente comienza en el acto a pelear con ellos. El corazón es muy difícil de controlar durante un conflicto entre persona y persona. Digo que si todo pudiera ser resuelto durante la meditación sentada, sería fácil. Sin embargo, no siempre puede ser así.
Por consiguiente, en tu futura práctica de cultivación te encontrarás con toda clase de conflictos. ¿Cómo te cultivarías sin estas tribulaciones? Si cada uno trata bien al otro, sin problemas de intereses ni la interferencia del corazón, ¿se elevará tu xinxing con sólo sentarte allí? Eso no es posible. Uno realmente tiene que templarse a través de estos hechos; sólo entonces el ser humano puede elevarse. Algunos dicen: «¿Por qué siempre que practicamos nos encontramos con problemas más o menos iguales a los de la gente común?». Precisamente porque te estás cultivando entre la gente común. Es imposible hacer que de repente te cuelguen en el aire, con la cabeza hacia abajo, para que sufras un poco en el cielo; no hacen esto. Todas las situaciones tienen las formas de la gente común. Alguien te irrita hoy, otro te hace enojar y te trata mal, o alguien de repente te lanza palabras injuriosas. Esto sirve para ver cómo actúas frente estos problemas.
¿Por qué te encuentras con estos problemas? Todos éstos son causados por tus deudas de yeli. Ya te hemos disuelto incontables e innumerables porciones de éste, dejando sólo ese poco que es dividido y colocado como tribulaciones en los diferentes niveles para ayudarte a elevar el xinxing, templar tu corazón y descartar tus diferentes corazones de apego. Estas tribulaciones son todas tuyas. Las utilizamos para elevar tu xinxing, pero lo hacemos de un modo tal que te permita sobrepasarlas. Con sólo elevar tu xinxing, podrás lograrlo. Lo preocupante sería que tú mismo no desees sobrepasarlas, pero si tú lo quieres, podrás lograrlo. Por eso, de ahora en adelante, cuando surja algún conflicto, no lo consideres accidental. Si bien los conflictos aparecen repentinamente, éstos no son casualidades; son para que eleves tu xinxing. Siempre que te consideres practicante de gong, serás capaz de tratarlos apropiadamente.
Por supuesto, no te avisarán antes que el conflicto o la tribulación aparezca. ¿Cómo podrías cultivarte si se te avisa todo con anticipación? Así tampoco serviría para nada. El conflicto con frecuencia viene súbitamente, y de esta manera puede probarse el xinxing y hacer que uno verdaderamente se eleve. Así de este modo se puede ver si uno es capaz de mantener bien su xinxing. Por eso, cuando aparece un conflicto no es accidental. Durante todo el proceso de cultivación aparece este problema a fin de transformar el yeli. A diferencia de aquello que imagina la gente común, esto es mucho más difícil que fatigar los músculos y los huesos. ¿Cómo podrías incrementar tu gong simplemente por aguantar un poco más la práctica con los brazos adoloridos y las piernas fatigadas? ¿Acaso tu gong ya se incrementa con tan sólo unas horas más de práctica? Eso funciona únicamente para transformar tu benti, pero todavía necesitas la energía para reforzarlo. Es por eso que la práctica no puede ayudarte a elevar tu nivel. La clave para elevar el nivel reside en templar el corazón. Si dices que ya puedes elevarte después de fatigar tus huesos y músculos, entonces yo diría que los campesinos chinos son quienes padecen más sufrimientos. De este modo: ¿no deberían ser todos ellos grandes maestros de qigong? No importa con cuánta laboriosidad fatigues tus huesos y músculos, nunca sufrirías tanto como un campesino que trabaja en el campo de manera ardua y agotadora todos los días bajo el sol ardiente. No se trata de algo tan simple. Por eso, decimos que para elevarte de verdad, debes elevar verdaderamente tu corazón. Sólo así puedes elevarte realmente.