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Matar causa enorme yeli. Entonces, alguien puede preguntarse: «No podemos matar vidas, pero yo soy quien cocina en casa; ¿qué come mi familia si no puedo matar animales?». Yo no me preocupo por esos asuntos específicos; expongo el Fa para los practicantes de gong, no estoy explicando a la ligera cómo tienen las personas comunes que vivir sus vidas. Con respecto a cómo tratar específicamente algunos asuntos, debes medirlos con Dafa y actuar como tú pienses que es mejor. La gente común hace cualquier cosa que le venga en gana; eso es asunto de ellos. Es imposible que todos se cultiven genuinamente. Sin embargo, como practicante, uno debe exigirse con un criterio más alto; por tal razón los requisitos que aquí expongo son para los practicantes de gong.

No sólo los seres humanos, sino todos los animales e incluso las plantas, tienen vida. Cualquier materia manifiesta formas de vida en otras dimensiones. Cuando tu tianmu se abre al plano de la visión del ojo Fa, encuentras que las piedras, las paredes y cualquier cosa que ves, te hablan y te saludan. Quizás alguien piense que los cereales y las verduras que comemos tienen vida, y además, ¿qué hacemos con las moscas y mosquitos en casa? Sufrimos mucho cuando en verano pican los mosquitos; tenemos que observarlos mientras pican sin reaccionar ante ello y aunque veamos las moscas ensuciando la comida, tampoco debemos matarlas. Les digo a todos que no podemos matar una vida por capricho, sin razón alguna. Sin embargo, tampoco podemos convertirnos en caballeros tímidos y cautelosos, deteniéndonos todo el tiempo ante tales pequeñeces y hasta andando a los saltos por temor a pisar a las hormigas. Digo que vivir así resultaría agobiante; ¿acaso eso también no es otro apego? Aunque camines dando saltos para no matar a las hormigas, muchos microorganismos mueren pisados por ti. Microscópicamente, incluyendo a los gérmenes y las bacterias, existen todavía muchas vidas más pequeñas, a las que posiblemente pisas y matas en abundancia. Si actuásemos así, no podríamos vivir más. No queremos ser esa clase de gente, porque siendo así sería imposible cultivarse. Debemos enfocarnos en una perspectiva más amplia y cultivarnos en forma majestuosa y recta.

Los seres humanos deben mantener el derecho a la vida. Por eso, el ambiente donde se vive debe también ajustarse a las necesidades de la vida. No debemos dañar o matar vidas intencionalmente, pero tampoco podemos limitarnos a esas pequeñeces. Por ejemplo, todas las verduras y granos tienen vida; no podemos entonces dejar de comer ni de beber sólo por esta razón. De otro modo, ¿cómo practicaríamos gong? Debemos tener un corazón más amplio. Por ejemplo, puede que mientras caminas, algunas hormigas u otra clase de insectos corran bajo tus pies y tú los mates al pasar sobre ellos. Tal vez ellos debían morir, pues tú no los mataste intencionalmente. En el mundo de la biología o de la microbiología, también se habla sobre el asunto del equilibrio biológico. Un número excesivo de cualquier especie puede volverse problemático. Por eso, decimos que tenemos que cultivarnos de una manera majestuosa y recta. Cuando hay moscas y mosquitos en la casa, podemos ahuyentarlos hacia fuera e instalar mosquiteros para impedirles la entrada. Sin embargo, algunas veces no podemos ahuyentarlos y entonces, si tienes que matarlos, hazlo. Cuando pican y dañan a las personas en el espacio donde viven los seres humanos, por supuesto que debes expulsarlos. Si no puedes expulsarlos, no puedes quedarte viéndolos picar a otro. Si bien, ya que tú eres practicante de gong, no les temes y tienes defensa contra ellos, tus otros familiares no practican, son gente común, y pueden contraer enfermedades contagiosas. Tampoco puedes permitir que un mosquito pique la cara de un niño sin tomar medida alguna.

Les doy un ejemplo: hay un relato sobre Sakya Muni en sus años tempranos. Un día, Sakya Muni quería darse un baño en el bosque y le pidió a un discípulo que limpiase la bañera. Su discípulo va hasta la bañera y la encuentra llena de gusanos arrastrándose por todas partes. Para limpiar la bañera, debe matar los gusanos. El discípulo vuelve y le cuenta a Sakya Muni que hay gusanos arrastrándose dentro de la bañera por todas partes. Sin mirarlo, Sakya Muni sólo dice estas palabras: «Ve a limpiar la bañera». El discípulo regresa a la bañera y no sabe cómo limpiarla sin matar a los gusanos, así que nuevamente vuelve y le pregunta a Sakya Muni: «Venerable Maestro, la bañera está llena de gusanos arrastrándose por todas partes y si la limpio, ellos morirán». Sakya Muni le echó una mirada y le respondió: «Te he pedido que limpies la bañera». El discípulo lo entendió de inmediato y fue enseguida a limpiar la bañera. Esta historia aclara una cuestión: no podemos dejar de tomar un baño porque haya gusanos; ni debemos buscar otro lugar para vivir porque haya mosquitos; tampoco debemos atar nuestras gargantas y dejar de comer y beber porque los granos y verduras tengan vida. No es así. Debemos balancear las relaciones y cultivarnos en forma majestuosa y recta. Siempre que no dañemos ni matemos intencionalmente, estará bien. Asimismo, los seres humanos deben tener un espacio para vivir y condiciones para su existencia, las cuales también deben ser preservadas. Los seres humanos aún tienen que llevar y mantener una vida normal.

En el pasado, algunos falsos maestros de qigong decían que está permitido matar vidas en el primero y en el decimoquinto día del mes del calendario lunar chino. Algunos incluso afirmaban: «Se permite matar animales de dos patas», como si éstos no fueran vidas. ¿Acaso matar vidas en el primero o decimoquinto día del mes no se considera matar, sino cavar en la tierra? Algunos maestros falsos de qigong pueden ser identificados por sus comportamientos, por aquello que dicen y persiguen; frecuentemente todas sus palabras son de futi. Sólo observa cómo come un pollo ese maestro de qigong con futi de zorro. Lo devora como un lobo, lo engulle como un tigre y ni los huesos escupe.

Matar vidas no sólo crea enorme yeli, sino que también involucra la cuestión del corazón de bondad y compasión. Como cultivadores, ¿acaso no debemos tener tal corazón? Cuando aparezca nuestro corazón de compasión, probablemente encontremos que cada persona y cada ser consciente está sufriendo, así sucederá.

El asunto de comer carne

Comer carne es también un asunto muy sensible, pero no significa matar vidas. Ya han estudiado el Fa por largo tiempo, y no les hemos exigido que dejen de comer carne. Muchos maestros de qigong, tan pronto como entras en sus clases, te piden abstenerte de comer carne. Tú puedes pensar que todavía no estás preparado mentalmente para dejar así de repente de comer carne. Es probable que la comida hoy servida en casa sea un estofado de pollo o una cazuela de pescado que huele muy bien, lo cual tú justamente no puedes comer. Lo mismo sucede con las cultivaciones religiosas, que fuerzan a los practicantes a abstenerse de comer carne. Las prácticas comunes de la Escuela Fo y algunas prácticas de gong de la Escuela Dao también dicen lo mismo y prohíben comer carne. Acá no te exigimos eso, pero también es un tema del que debemos hablar. Entonces, ¿qué decimos sobre esto? Nuestro sistema de cultivación es un método de gong en el cual el Fa refina al individuo. Esto implica que algunos estados manifestados provienen del gong y del Fa. Durante el curso de la cultivación, aparecen diferentes situaciones en cada nivel. Un día, o después de mi lección de hoy, algunos entran en este estado: no pueden comer más carne y sienten que su olor es desagradable. Si intentan comerla, vomitan. No es que alguien te obligue artificialmente, ni que tú te contengas para no comerla, sino que desde lo profundo de tu corazón, ya no quieres comerla. Al llegar a este nivel no puedes comer carne y esto es un reflejo del gong. Si realmente la tragas, seguramente vomitarás.