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– -Este es un mundo que siempre está cambiando, – dijo Roarke a la ligera.

Ella resoplo. – ¿Cuánta fe ponen tú y tu gente de investigación en este aparato?-

– -La suficiente como para estar trabajando en algo similar y en un dispositivo contador. Aunque ambos están todavía en las etapas teóricas. Te estoy consiguiendo la información, – agrego él, gesticulando hacia la consola.

Ella volvió a sentarse, tamborileo los dedos en la mesa. -Okay, digamos que este aparato existe, y que fue usado hoy día. Digamos que su existencia es el motivo de que Buckley estuviera en ese ferry, con el aparato en su posesión o con la esperanza de conseguirlo. Aún así, esto no explica porque ella fue asesinada en la forma en que lo hicieron, o por que sacaron su cuerpo del ferry. Robando u obteniendo el aparato, incluso matando a Buckley para conseguirlo, esos son negocios. Básicamente, ¿desangrándola y llevándose lo que queda? Eso es personal.-

– -Yo no lo discutiría, pero los negocios y lo personal a menudo se súper ponen.-

– -Okay.- Ella levanto las manos e hizo como que borraba una pizarra. – ¿Por qué eliminar el cuerpo? Tal vez para probar que se dio el golpe, si es que fue un contrato. Tal vez eres un jodido enfermo. O quizás para comprar tiempo. Me gusta esta porque es extrañamente lógica. Esto evade el proceso de identificación. Tenemos que depender de una búsqueda de ADN y una concordancia. Y luego, conseguimos lo que parece ser una víctima inofensiva, una consultora nacida en Iowa. Tal vez, con un poco más de tiempo, podríamos investigarla, tener algunas preguntas. Pero el enigma más grande permanecería, por lo menos inicialmente, como el porqué, ya que ya tenemos él quien.-

– -Pero, como yo quería pasar un poco más de tiempo con mi esposa, estaba justo ahí cuando ella fue identificada.-

– -Sí. Tú la reconociste, y esa es una variable que el asesino no podría haber tenido en cuenta.-

– -Suficientemente lógico, – concordó Roarke. -Pero, ¿comprar tiempo para qué?-

– -Para huir, para entregar el aparato y/o el cuerpo. Para destruir el cuerpo, y ciertamente, para irse lo más pronto posible de la escena del crimen. Esta cuestión de los espías no funciona como el trabajo. Es complicado, cubierto de áreas grises y motivaciones subyacentes. Pero cuando tú borras todo eso, todavía tienes a un asesino, una víctima, un motivo. Tenemos que tachar al azar, porque no hay otra manera posible. Esto no fue por impulso.-

– -¿Por qué…?- El sabía la respuesta, o pensaba que la sabía, pero adoraba observarla trabajar.

– -El aviso en la puerta, la forma de escapar. Todas esas salpicaduras – eso fue cruel-. Un profesional no habría perdido tiempo con eso. Corta la garganta, sesga el corazón, le da a la gran arteria en el muslo. Escoge una y sigue adelante. Pero la sangre no miente, y las salpicaduras dicen claramente que esto fue rebanar, cortar, rasgar.-

La luz se suavizo mientras ellos conversaban, y él se pregunto cuantas parejas se sentarían a la luz vespertina ante una comida y hablarían de salpicaduras de sangre y desangramiento.

Muy pocas, supuso.

– - ¿Estás segura que nada de la sangre era del asesino?- Ella asintió. Esta era una buena pregunta, pensó ella, y solo una de las muchas razones por las que le gustaba hablar sobre un caso con él.

– -El reporte acaba de llegar, las muestras tomadas de cada área de las salpicaduras y varias del charco, confirman que toda la sangre pertenecía a Buckley.-

– -Entonces la agarraron seriamente con la guardia baja.-

– -Diría que sí. Así que, objetivo específico, lugar y hora especifica, conexiones personales y profesionales. Agrégale un elemento más, y pienso que este importa. Quienquiera que mato a Buckley, no mato a Carolee Grogan cuando hubiera sido más fácil, más expeditivo y aún más ventajoso para él o ella el hacerlo.

– -Dejando su cuerpo atrás. Mas confusión, – concordó Roarke. -Mucho más tiempo para la identificación en el charco de sangre. ¿Un asesino con corazón?-

Ella termino el resto de su vino. -Hay mucha gente con corazón que mata.

– -Mi querida cínica.

Ella puso los ojos en blanco. -Veamos que tenemos hasta el momento.- Ella señalo la consola con el pulgar.

Roarke regreso a sentarse detrás del centro de comandos. Luego, sonriéndole a Eve, palmeo su rodilla. -Por favor.- -Y gracias, – dijo él, agarrándola y tirando de ella hacia abajo. -Ahora sí, esto es muy acogedor.-

– -Esto es asesinato.

– -Si, si, es algo diario. Ahora, mira aquí, estamos a través de varios niveles en HSO, pero, yo he estado a través de esa puerta antes.- El paso sus labios por su mejilla. -Y haciendo algunos progresos en los otros. Ellos habrán hecho algunos cambios de código y limpieza desde mis últimas visitas, pero mira allá, estamos cambiando la ruta con ellos.-

– -Yo solo veo un grupo de números y símbolos pasando.-

– -Exactamente. Veamos si podemos darle un empujón.- El extendió las manos alrededor de ella y comenzó a teclear. -Hay toda clase de trucos, – el continuo mientras los códigos pasaban por las pantallas. -Realineamientos, firewalls, cajas de seguridad, trampillas y puertas traseras. Pero seguimos actualizando junto con ellos.-

– - ¿Por qué? De verdad, ¿por que necesitas acceder a todo esto?-

– -Todo el mundo necesita un pasatiempo. Lo que nosotros queremos aquí son archivos personales confidenciales, sus consultores de operaciones negras. Y la verificación de que el aparato que se rumorea que existe, existe en realidad. Confidencial otra vez, pero el truco seria encontrar en donde estaría metido y por quien. Ah bien, un jodido cabrón. Vamos a probar así.

Asumiendo por sus juramentos y por el aumento en el tecleado que él había encontrado una dificultad, Eve se alejo. -Voy a servirme un café, y voy a correr algunos datos míos.-

Cuando su respuesta fue un gruñido, ella supo que el recreo había terminado. Era tiempo para el trabajo serio.

CAPITULO SIETE

USANDO UN ORDENADOR AUXILIAR, Eve inició su propia búsqueda de cualquier mención de un dispositivo como el que Roarke había descrito. Encontró varios artículos en sitios médicos que detallaban las drogas supresoras de la memoria y herramientas utilizadas durante las cirugías rutinarias, otros trataban sobre la hipnoterapia tanto en estudios médicos como en juegos.

También encontró un puñado de blogs extremos sobre el control de la mente del gobierno, esclavización de masas y de las siempre populares advertencias del fin del mundo. Una nación de droides humanos, experimentación forzada, robo de la personalidad y granjas de cría de humanos ocupaban el top-ten de la lista de abominaciones previstas. Esto la llevo a otros que afirmaban haber sido abducidos por alienígenas en alianza con las fuerzas de la sombra del gobierno.

– Me sorprende que el gobierno tenga tiempo, ya sabes, de gobernar, cuando ellos están tan ocupados trabajando con los alienígenas y sus sondas analógicas o persiguiendo su misión de convertir a toda la población mundial en droides sexuales sin cerebro.-

– Hmm, – dijo Roarke. -Hay gobierno, entonces hay gobierno.-

Miró en dirección en donde estaba, con los dedos suspendidos, mirándole fijamente a los ojos.- ¿En realidad no te crees esta mierda? Invasiones de alienígenas, búnkeres secretos en la Antártida para la experimentación en cobayas humanas.-

El levantó su mirada hacia arriba, -Icove.

– Eso es…Está bien.- Era difícil discutir cuando los dos habían estado tan cerca de ser asesinados por desmantelar una organización subversiva e ilegal que se basaba en la clonación humana. – ¿Pero extraterrestres?-

– El universo es muy grande. Tú tienes que salir más a menudo.-