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… El primer año que le conocí me dijo un día estando hablando cosas matemáticas que luego que la ayas aprendido yo te enseñaré muchas cosas de Philosophia natural, y entre algunas cosas que me dijo fue cómo podía creer que es cosa natural que tiene menos vergüença una muger y un hombre desnudos que dos mugeres o dos hombres. Yo le dije, dificultosa cosa es eso de creer, dándome vergüença sólo el oyrlo. No me dijo más que esto y después en ocho años no me volvió a tomar palabra en la voca de todas estas, ni yo se la volvía preguntar…

… Quando me tomaba don Diego Serrano el dicho diciéndome lo malo que este Religioso hera, y asegurándole yo que nunca le avía oydo cosa mala me dijo que aría mucho serbicio a Dios si se acuerda de algo aunque lo tubiese por santo y bueno, que de una palabra a otra se colige la Verdad, y procuré hacer memoria de las palabras que le avía oydo y acordeme de esta y pedí audiencia. Diéronmela y híçola escribir y dijo al secretario diga que esto lo ha dicho y lo tubo por doctrina llana y asentada. Yo no lo tuve por doctrina, sino que lo oy que era secreto de naturaleza, ni le di crédito ni hice más caso y así lo depongo. Dijo él todo es uno, yo cay tan poco en la malicia que no repliqué. Quando la ratificación del dicho yo estava mui mala y cuando vajé vi allí dos frailes Dominicos, diome tanta vergüença que procuré recogerme interiormente y admitir nada de quanto me leyan. Desde que salí de casa para Toledo hice concepto de que no me habían de creer cosa que dixese. Sobre aquello respondía que pusiessen lo que quisieren que yo no sabía más de lo que decía…

… Llegándome a confesar, tenía necesidad de preguntarle algún escrúpulo y solía darme tanta vergüença el decirlo que decía no puedo, y algunas veces riñéndome de aquello me decía de qué tienes vergüença, quien viene en caridad no se turba ni tiene vergüença de confesarse de ninguna cosa. Como otras veces si entre nosotras abía algún disgusto nos reñía y diciéndonos que viviéramos en caridad solía muchas veces repetir una epístola de San Pablo que dice que la caridad todo lo sufre y a todo espera y no se alborota. Estas cosas no las decía enseñando torpeças como decían los cargos, sino corrigiendo nuestras faltas, esto es tan verdad que dejaré me agan pedazos antes que negarlo…

… En quanto a entrar dentro de la clausura a comer, no lo juzgué por malo porque el mal que teníamos era tanto que nos parecía imposible podernos averiguar si no era estando él presente. El darme los bocados mordidos es mucha verdad que yo solía pedírselo muchas veces porque, como me hace tanto mal lo que como, me parecía que con haver llegado a ello no me aría y con esta fee y devoción los comía. Artas veces experimenté mejorárseme el estómago, que la fe que yo tenía lo devía de hacer. Tomarme las manos y llegarme al rostro, es verdad, lo hizo algunas veces en el modo que lo he dicho arriba, pero las demás del cuerpo es engaño; alguna vez estando dando gritos del estómago que siempre padezco, le pedía me le santiguase, esto era sobre los vestidos. También teniendo una fuente de una pierna mui mala estando en casa de mi madre le pedí me la santiguase, estando con el recato que para que el cirujano me la curase ponía. No solo no le oy las palabras que dicen mis cargos sino tan contrarias que siempre nos estava diciendo la compostura y recato que las Religiosas deven tener en acciones y palabras…

… Dios nuestro señor conoce los corazones de cada uno y save las intenciones, sería posible devajo de la capa de este recato exterior se encubriese alguna malicia, y así no digo esto para escusar a este Religioso sino para que mi confesión no quede más cargada de lo que constase por otros indicios, y para que se entienda que si hubo de mi parte alguna imprudencia la intención fue pura y sincera fundada en el concepto de la santidad i pureça que yo presumía de su persona. Y quando me acuerdo de la suerte que esto hera, se me parte el coraçón de verlo tan diferente entendido. Dios que es suma Verdad debe entender la que en esto digo y la sinceridad con que todo se obró, que por no alargarme y no cansar a VA., no digo las demás cosas de que se me hacen cargo porque todas tienen la misma sustancia y yo la misma salida para ellas…

… En otro cargo que se me hace de que publicaba tenía grandes revelaciones y mercedes de Dios y lo escribía a personas graves, yo, Señor, nunca e manifestado cosa interior que me pase sino con mis confesores. El fundamento que este cargo tiene es que quando V.A. embió dos frailes trinitarios a este convento me dijeron que V.A. mandaba devajo de juramento y de censuras que dijesen todas las revelaciones que habían tenido y las que de otras personas supiesen. Yo, deseosa de obedecer a V.A. como al mismo Dios que en su nombre reverencio como Ministro suyo, dixe las cosas que me acordé que en el discurso de mi vida me habían pasado, entendiendo que si no lo hiciera ofendiera a nuestro Señor y como digo sólo a mis confesores lo he dicho, que en esta parte ha sido tanto mi encogimiento que antes e faltado en callar que en hablar…

…Después de ser monja, el Conde Duque empezó a visitarme y io, biéndole afligido por no tener sucesión, hice muchas oraciones pidiendo a nuestro Señor se la diese. Todo el convento lo tomó con tantas veras que eran continuas las oraciones generales y particulares que por esto hacíamos todas. Un día, estando en oración, entendí que le daría Dios un hijo por intercesión de nuestro Padre San Benito, díjelo a mi confesor y dibulgose en casa con el ansia que todas tenían. Pasáronse algunos meses que aunque el Conde me benía a ver nunca le decía palabra, sino que fuese muy devoto de nuestro Padre San Venito que mayores milagros havía hecho, que yo esperava él avía de consolarle. Un día entendí que era la voluntad de Dios que le dijese cómo avía entendido que Dios le daría un hijo, fuime a fray Francisco y a él le pareció que no se lo dijesse. Dejelo estar, apretome el sentimiento interior a que se lo dijese, volví a ver a fray Francisco y dijome que se lo escribiese. Bien se bio que era ylusión del demonio y engaño y por tal le tengo, esto y todas las demás cosas que me han pasado, pero save Dios cuanta vergüença me costó el decírselo…

… Nunca traté de adelantar a este Caballero ni a nadie, que en mi vida lo he savido hacer. E sido tan compasiva que en viendo a una persona afligida me hace grande lástima; este caballero lo estava mucho y sólo en el cumplimiento del deseo de tener hijos libraba su desaogo…

… El día de Nuestra Señora de la O me començaron los vómitos que suelo tener, con muchos accidentes y calenturas, vinieron los Dotores y sangráronme cuatro veces. Diéronme de comer y en tomando fueron tales los vómitos y accidentes que me quedé sin pulsos, como muerta. Heché todo quanto abía comido y descansé, volvieron a darme de comer y al mismo punto me sucedió lo mismo. Eso me duró ocho días, haciendo los Dotores cuantas pruebas se puede imaginar. Con qualquier cosa era ponerme a total peligro de muerte, tanto que en una prueva de estas fue tal el aprieto que aprisa me mandaron dar los médicos el viático viendo lo mucho que padecía en comer. Estuve sin tomar cosa ninguna 24 días o 29, que entonces me dieron que ya creieron todos que me moría…