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390Inteligentísimo y muy hablador.

391Si se da la batalla dentro de tres días, la ganarán los franceses, pero si se da más tarde, sólo Dios sabe qué puede ocurrir.

392El joven cosaco hizo sonreír a su poderoso interlocutor.

393En aquel hijo del Don.

394Mademoiselle Bourienne les hará los honores de Boguchárovo.

395Todo llega oportunamente a quien sabe esperar.

396No quieren saber nada: ahí está el mal.

397En la duda, amigo mío, abstente.

398Entren en sí mismos y en esa barca y procuren que no se convierta para ustedes en una barca de Caronte.

399Cuando se...

400Pobre señor.

401Es la comidilla de todo Moscú. Lo admiro a usted, palabra de honor.

402Quien se excusa, se acusa.

403Un poquitín enamorada del joven.

404Yo le haré los honores del campamento.

405¡Bueno! Entonces sabes más que cualquiera.

406La guerra debe ser llevada al espacio. No puedo expresarle la alta estima en que tengo esa idea.

407Sí [...] puesto que el objetivo consiste en debilitar al enemigo, no hay que reparar en la pérdida de hombres.

408Llevarla al espacio.

409Fuerte, fuerte, sigue.

410¡Nada de prisioneros! [...] Se hacen demoler. Peor para el ejército ruso. Sigue, fuerte. [...] Bueno, que entre M. de Beausset, y también Fabvier.

411Hasta pronto.

412Sire, todo París lamenta su ausencia.

413Siento haberlo obligado a hacer un viaje tan largo.

414Sire, esperaba por lo menos encontrarlo a las puertas de Moscú.

415¡Breve y enérgica!

416Vuestra Majestad es demasiado bondadoso

417Todo será hecho con orden y método.

418Y que la faz del mundo habría cambiado.

419La suerte estaba echada y no se podían volver atrás.

420Casa de la Emperatriz.

421Y bien, Rapp, ¿cree que haremos negocio hoy?

422¡Sin duda alguna, Sire!

423¿Recuerda, Sire, lo que hizo el honor de decirme en Smolensk? [...] La suerte está echada y no se puede volver atrás.

424Este pobre ejército está diezmado después de Smolensk. La fortuna es una verdadera cortesana, Rapp, siempre lo he dicho y ahora comienzo a experimentarlo. Pero, la Guardia, Rapp, la Guardia, ¿está intacta?

425¿Han repartido las galletas y el arroz a los regimientos de la Guardia?

426¿También el arroz?

427Eso es todo.

428Mañana tendremos que habérnoslas con Kutúzov.

429¡Ah! ¡Uno de los viejos!

430El calor latente.

431El bautismo de fuego.

432Gran reducto, reducto fatal y reducto del centro.

433Dígale al rey de Nápoles que... mediodía y que no veo clara mi jugada. Vaya...

434Y bien ¿qué ocurre ahora?

435Pato al que hemos hecho águila.

436Un fuego infernal.

437Váyase usted a...

438De los hombres de hierro.

439De haces de banderas y águilas enemigas.

440A ochocientas leguas de Francia no permitiré que mi Guardia sea destruida.

441El viejo señor [...] se ha instalado cómodamente.

442Del viejo señor.

443De la obstinación del viejo señor.

444¿Entonces no piensas, como los otros, que estamos obligados a retiramos?

445Todo lo contrario, Alteza; en las situaciones indecisas es siempre el más obstinado quien vence. Y mi opinión...

446¡Quieren más todavía!

447¡Dádselo!

448El campo de batalla ha estado soberbio.

449Mi cabeza, buena o mala, no puede contar más que con ella misma.

450¡Bueno, señores! ¡Ya veo que soy quien tiene que pagar los vidrios rotos!

451¡Ya está el egoísmo y la crueldad de los hombres! No podía esperar otra cosa.

452Bueno, sí, puede ser...

453Usted no se digna descender hasta mí, usted...

454Jesuita vestido de seglar.

455De sotana.

456Elena, tengo algo que decirte. [...] He tenido noticias de ciertos proyectos referentes a... ya lo sabes. Bueno, querida, tú sabes que mi corazón de padre se alegra de saber que... Has sufrido tanto... Pero, querida mía, no consultes más que tu corazón... ¡No te digo más!

457Oiga, Bilibin... Dígame como a una hermana qué debo hacer. ¿Cual de los dos?

458No me coge usted [desprevenido]; como buen amigo, he pensado muchas voces en este asunto.

459¡Éste es un verdadero amigo! Pero es que yo amo tanto a uno como al otro y no quiero causarles dolor alguno; daría mi vida por la felicidad de ambos.

460¡Una verdadera mujer! Eso es plantear claramente un problema. Querría estar casada con los tres a un tiempo.

461¡Oh, mamá! ¡No digas tonterías! Tú no entiendes nada. En mi posición, yo tengo ciertos deberes.

462Pero, mamá, ¿cómo no comprendes que el Santo Padre, que tiene facultad de conceder dispensas?...

463No, dígale que no quiero verlo, que estoy furiosa con él porque ha faltado a su palabra.

464¡Todos los pecados tienen perdón, condesa!

465Y ahora, querido amigo, ruego al Señor que lo tenga bajo su santa y poderosa protección. Su amiga, Elena.

466Proezas.

467¡Ya estamos!

468Estamos en vísperas de un desastre público y no me queda tiempo de ser amable con cuantos vienen a hablar conmigo. [...] Bueno, amigo mío, ¿y qué hace usted personalmente?