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Moc (se detiene): -¡No le hable así! La está presionando. Mire cómo corre. Creo que sin duda está con los nervios destrozados.

Vendedor (agitado).

Moc: -Mejor pospongamos la compra, no parece un momento adecuado para discutir con los más afectados.

Vendedor (agitado).

Moc: -¡Hombre! Mire cómo respira, sin duda fue usted que le transmitió sus nervios a la pobre ardilla, le recomiendo que no vuelva por aquí hasta que se le pase esta agitación.

Vendedor: -¿No va a comprar entonces?

Moc: -Si hubiera estado menos pendiente de vender y vender, habría pensado más en la ardilla, cuidándose de venir tantas veces. Ella no estaría alterada y yo lo hubiera comprado con mucho gusto, pero en estas condiciones… usted me entiende.

Vendedor: -Sí… claro (agitado).

Explicaci ón de los terremotos

Los señores Moc y Poc son amigos desde la infancia.

Cuando eran pequeños creían que los ruidos de un terremoto (en verdad ellos nunca habían vivido uno, pero se lo imaginaban como truenos muy fuertes) los producía un señor que estaba dentro de la montaña sacudiendo una lata con una piedra.

De grandes supieron la verdad y desde entonces se preguntan qué será de la vida del señor encargado de los ruidos de los terremotos, ahora que ya saben que no es él quien los produce.

Carta que el se ñor Poc escribió al Presidente de una línea aérea

Línea aérea…

Estimado señor Presidente:

Me dirijo a usted como señor Presidente pues supongo que su línea aérea debe tener un Presidente, además de pilotos que vuelan sus aviones, ya que de hecho sería tan raro que existiera una línea aérea sin Director como un Director de línea aérea sin línea aérea, aunque, por cierto, conozco una orquesta de cámara que no tiene Director y a un Director de orquesta que no dirige una en especial y viaja invitado a todas partes. Quizás yo debiera preguntarle: ¿usted dirige su propia línea aérea o va dirigiendo aquí y allá según lo inviten? En cualquier caso espero que esta carta coincida con que usted esté dirigiendo allí donde la envío. Por otra parte, espero que no tome a mal que lo llame señor sin conocerlo, pues no debo suponer que es un truhán o encabezar mi carta con un "Pedazo de tonto…", pues para llegar donde llegó puede ser cualquier cosa menos tonto, a menos que sea un tonto que otros más inteligentes ponen en ese lugar para gobernar la línea aérea a su gusto. Si éste es el caso, le ruego que no se moleste en contestar mi carta, ya que no es de tontos dar respuestas inteligentes y, si no brillantes al menos correctas, a menos de que sean respuestas sobre cosas muy simples y aún así no me fiaría. Si usted no es un tonto al servicio de gente más inteligente, le agradeceré, entonces sí, que conteste simplemente con la verdad a una pregunta que quiero hacerle. Si es un truhán, le ruego que de todas maneras me conteste, pues si un truhán me contestara como si fuera un hombre honesto, yo correría el peligro de que usted me mintiera pero, como mi pregunta no afecta sus intereses (ni a los del grupo de gente más inteligente a cuyo servicio está usted, en caso de que sea tonto y haya seguido leyendo porque es típico de un tonto no hacer caso de una advertencia o solicitud), creo que no le importará responder a una inquietud que pasa más por aspectos técnicos.