Bien, no iba a suceder como Mondrian quería. La antipatía de Chan hacia él crecía rápidamente. Si era necesario, el equipo rompería todas las comunicaciones con la Nave en cuanto estuvieran en la superficie. Mondrian quería destruir una Criatura de Morgan ¿no? Bien. Que lo hiciera él mismo. El Equipo Rubí no sería una marioneta de nadie.
Chan hizo todo lo posible por ocultar su irritación; de otra manera, Mondrian podría leerla... y usarla en su provecho.
—Saldremos dentro de una hora —dijo tranquilamente—. Dénos una semana terrestre, y espero que para entonces tengamos resultados.
—Tómate tu tiempo. Festina lente. Y buena suerte.
Mondrian se volvió. La pantalla empezó a mostrar las cadenas de arcoiris típicas de la comunicación de Enlace al romperse.
—¿Festina lente? —preguntó Shikari.
—Parte de un consejo en una antigua lengua terrestre. Mondrian lo adoptó como lema de la Seguridad de Fronteras. Significa apresúrate despacio.
—No creo que tenga que advertirnos de nada —dijo S'greela indignada—. No tenemos prisa por meternos en líos.
—Los locos se apresuran —dijo Ángel—. Hmmm. Creo que estamos preparados, Chan. ¿Empezamos el descenso?
El análisis de los datos transmitidos por el Equipo Alfa habían conducido a Chan a tres conclusiones principales.
Primera, y peor: el Equipo Alfa había cometido un gran error, pues había descuidado verificar la localización de la Criatura fabricada por Morgan. Nimrod, obviamente, podía moverse por el planeta a gran velocidad. Esta vez, Chan establecería un sistema para localizar continuamente la posición de la Criatura.
Segundo: al menos dos formas de vida de Travancore podrían ser útiles al equipo. Habría que investigarlas. Había la forma larga y sin patas que vivía en los túneles, y la nerviosa y veloz que habitaba en la jungla. Si alguna de las dos poseía inteligencia y era posible comunicar con ella, la tarea de la exploración sería mucho más sencilla. Nimrod conocía Travancore; el equipo no. Necesitaban desesperadamente una guía rápida de las características del planeta.
Tercero: el Equipo Alfa había permanecido demasiado tiempo junto. Por muy bien que los cuatro funcionaran como equipo, había ciertas funciones que necesitaban acciones individuales.
Esa conclusión había provocado fuertes protestas de los otros tres. Shikari estaba particularmente molesto. ¡Eran un equipo! ¡Deberían trabajar juntos! A pesar de todas sus interacciones con otras especies, y a pesar del éxito de sus propios subensamblajes en Barján, al Remiendo todavía le costaba aceptar que hubiera funciones que pudieran ser llevadas a cabo mejor por un grupo de unidades individuales.
Chan había insistido. Mientras tuviera a su cargo encontrar y disponer de Nimrod, prevalecerían las precauciones.
Como primera parte de esa política, la cápsula de aterrizaje no se quedó con el equipo. Flotó brevemente en una posición en la parte diurna del planeta, mientras el equipo descargaba e inflaba su tiendaglobo y la emplazaba en las capas superiores de vegetación. En el momento en que todo el material fue descargado, la cápsula despegó y la programaron para que se colocase en una órbita baja. Circundaría el planeta bajo control automático, monitorizando el lugar finalmente escogido por el Ángel como el emplazamiento casi seguro de Nimrod.
Una vez establecidos en la jungla superior de Travancore, asignaron a S'greela una misión en solitario. La Tubo-Rilla era, con gran diferencia, el miembro más fuerte del grupo. Descendería por el pozo más cercano, en busca de un espécimen de la forma de vida larga y serpentina, y lo traería a la base. Según el Ángel, allí había considerable movimiento diurno de las formas de vida animadas de Travancore. Como la vida marina en la Tierra, muchas formas aprovecharían la luz del día para alimentarse en los niveles superiores. S'greela tenía buenas probabilidades de encontrar una cerca de la superficie.
S'greela partió, desarmada, hacia su misión y los otros se prepararon para una larga y nerviosa espera.
S'greela regresó al atardecer, con las manos vacías y exasperada. Los otros tres estaban sentados en la tienda, el Ángel junto a Chan y Shikari esparcido como una gruesa manta sobre ambos. S'greela se unió a ellos, y esperó a que los componentes del Remiendo la envolvieran. Suspiró.
—¿No hubo suerte? —preguntó Chan.
La Tubo-Rilla sacudió la cabeza lentamente.
—Fue una experiencia frustrante. Muchas veces vi varias de esas formas, pero se escapaban por agujeros en las paredes del pozo. Hasta que por fin conseguí atrapar a una... pero no pude traerla.
—¿Era demasiado fuerte para ti? —preguntó Shikari.
La apertura bocal se había formado en el suelo, junto a las piernas de Chan.
—No exactamente. Yo era más fuerte, pero me faltaron miembros —S'greela alzó tres pares de finos apéndices—. No es corriente que encuentre a una criatura con más brazos y piernas que yo.
—¡Pero pensé que el animal que perseguías no tenía patas! —dijo Chan.
—Yo también. Quizá necesitemos redefinir el concepto. Cada segmento de su cuerpo tiene dos dispositivos para agarrarse... había veintiséis en total. Y cuando agarré el cuerpo, cada uno se colgó con fuerza a los lados de la pared. Podía soltar dos de ellos fácilmente, usando dos de mis miembros. Pero no podía hacerlo con todos... y no me atrevía a usar demasiada fuerza por temor a hacerle daño.
—¿Mostró algún signo de inteligencia? —preguntó el Ángel.
—Eso es lo que da carácter frustrante a la experiencia. Todo el rato que estuve agarrado a la criatura, emitía sonidos. Eran muy agudos, así que, aunque pude oír la mayoría de ellos con bastante facilidad, no encontré manera de reproducirlos. Por fin, decidí que era mejor soltar a la criatura y regresar aquí. Se escurrió sin sufrir daño. Sugiero que mañana regresemos al mismo lugar y que Ángel venga conmigo. Ángel tiene las mejores habilidades lingüísticas y el comunicador puede sintetizar cualquier sonido en milésimas de segundo. Podría crear las señales que necesitamos —se volvió hacia Chan—. ¿Estás de acuerdo? Eres nuestro líder para estas cosas.
Al consultársele su opinión, Chan se sintió cambiado. Había estado siguiendo la conversación perplejo, comprendiendo casi sin escuchar. Ahora, de alguna manera, estaba separado del grupo. Se levantó, y a sus pies el Remiendo se estiró nervioso. Shikari también sentía el súbito cambio en la relación del grupo.
—No me gusta demasiado esa idea —dijo Chan tras pensarlo un par de segundos—. Si quieres que Ángel baje a ese túnel contigo mañana, creo que debo ir también con vosotros. Quería que fueras sola al principio, porque eres rápida y fuerte. Pero no quiero dividir el grupo en dos.
—¿Entonces piensas que deberíamos ir todos?
—Eso me gusta todavía menos. ¿Estás segura de que no hay trampas, que los animales que encontraste en el pozo no tienen nada que ver con Nimrod?
—Estoy segura de que no. Pero no me pidas que lo pruebe. ¿Ángel?
—S'greela está casi en lo cierto. Sitúo la probabilidad de conexión con la Criatura fabricada por Morgan en menos de una entre cien mil.
—¿Y el animal parecía inofensivo?
S'greela asintió.
—A pesar de su tamaño, es inofensivo. Me parece que sólo estaba interesado en comer. Incluso cuando estaba tratando de soltarlo de la pared del túnel, continuaba masticando la vegetación. Tiene unas mandíbulas considerables, pero nunca intentó morderme.