CIELO, TIERRA Y HOMBRE
Desde cada agricultor hasta el emperador, los chinos sentían que las fuerzas de la naturaleza determinaban su bienestar y buena suerte. El cielo y la tierra parecía que jugaban un papel tan importante en el destino humano que ambos fueron designados como características humanas y animales. Una montaña, por ejemplo, podría ser vista como un dragón de tierra desplegando crestas como brazos y piernas, y con riachuelos y fuentes subterraneas circulando como venas y arterias. Y debido a que el hombre y la naturaleza fueron tan unidos, el molestar la tierra podría ocasionar un desastre a un área cualquiera y causarle daño a sus habitantes. La gente tenía una motivación práctica para vivir en armonía con su medio ambiente, y con las directivas culturales en evolución.