sajes, uno primero debe aferrarse de la base agraria, arquitectónica y artística de esta teoría y practicar. Por milenios, los chinos han creido que una energí vital, dadora de vida y fuerza – el chi – fluye dentro de la tierra. Este chi circula en areas subterraneas causando que los arroyos bajo tierra fluyan. Donde el chi fluye cerca de la corteza de la tierra, la tierra es fértil, suave y húmeda, así que los cultivos tal como los de arroz y trigo crecen fácilmente. Cuando en los viejos tiempos los campesinos chinos plantaban frutas y vegetales en ciertos lugares, era posible recoger una cosecha muy rica. Por lo tanto ellos veían propicios para la vida humana estos sitios proveedores de chi nutritivo para las fértiles tierras. Y estos fructíferos medios ambientes, llenos de chi, eran muy exuberantes y se percibía de ellos un buen feng-shui. Los chinos siempre han sido grandes observadores de la naturaleza. Muy temprano descubrieron que si construían una casa a media altura de una montaña dándole la cara al mar, podían crear un casa segura y confortable. Un vijeo dicho chino describe el lugar perfecto para ubicar una casa: “El agua es clara, los árboles son exhuberantes, el viento es apacible, y el sol es brillante.” Villas pequeñas y ciudades gigantescas fueron encontradas de acuerdo con este principio; un lugar con un buen feng-shui, inevitablemente atraera a miles de nuevos residentes.