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Se irguió y lanzó la roca al agua, voló a mucha distancia, pero con lentitud. ¿Escasa gravedad? Finalmente chocó con el agua produciendo un débil chapoteo; gruesas ondas se extendieron en círculos lánguidos con centro en el punto de impacto.

Hiram estaba parado a su lado. Llevaba un sencillo traje enterizo de ingeniero con el logo redondo de Boeing en la espalda.

—¿Ya descubriste dónde te encuentras?

—Es una escena de una novela de ciencia ficción que una vez leí. Una visión del fin del mundo.

—No —dijo Hiram—. No es ciencia ficción. Tampoco es un juego. Esto es real… el escenario lo es, por lo menos.

—¿Una visión de la cámara Gusano?

—Sí. Con un montón de mejoramiento e interpolación de rv, al que la escena responde de manera convincente si tratas de interactuar con ella como, por ejemplo, cuando recogiste esa piedra.

—Infiero que ya no estamos en el Sistema Solar. ¿Puedo respirar este aire?

—No, en su mayor parte es dióxido de carbono. —Hiram señaló las colinas redondeadas. —Todavía hay algo de vulcanismo aquí.

—Pero éste es un planeta pequeño: lo puedo ver por el modo en que se curva el horizonte. Y la gravedad es baja: la piedra que tiré… Entonces, ¿por qué este pequeño planeta no perdió todo su calor interno, como la Luna? …Ah, la estrella. —Señaló la cáscara incandescente que se alzaba sobre el horizonte. —Debemos de estar lo suficientemente cerca como para que las mareas mantengan fundido el núcleo de este mundito. Como lo, que está en órbita alrededor de Júpiter. De hecho, eso tiene que significar que la estrella no es la gigante que yo creí que era: es una enana, y estamos cerca de ella, lo suficientemente cerca como para que persista el agua en estado líquido… si es que ese lago o mar que hay allí es agua.

—Oh, sí, aunque no te recomiendo bebería. Y te confirmo: estamos en un planeta pequeño que está en órbita alrededor de una estrella enana roja. Aquí, el año sólo dura alrededor de nueve de nuestros días.

—¿Hay vida?

—Los científicos que están estudiando este sitio no han encontrado que hubiera vestigios del pasado. Una pena. —Hiram se inclinó y levantó otro guijarro de basalto: proyectaba dos sombras en la palma de su mano, una color gris y difusa, proveniente de la gorda estrella roja que estaba delante de ellos; y otra, más tenue pero más definida, proveniente de la fuente de luz que estaba detrás de ellos.

David se dio vuelta siguiendo con su vista este último haz de luz. En el cielo había una estrella doble, más rutilante que cualquier otra estrella, u otro planeta, que se viera desde la Tierra y, sin embargo, todavía reducida a puntos de luz debido a la distancia. Los puntos de luz le lastimaron los ojos y levantó la mano para protegerse la cara.

—Es bellísimo —comentó.

Volvió a darse vuelta y alzó la vista para mirar la constelación a la que provisoriamente había identificado como Casiopea, esa brillante estrella adicional acoplada sobre el extremo de la constelación.

—Sé dónde estamos. Las estrellas brillantes que hay detrás de nosotros son el par binario de Alfa del Centauro, las estrellas brillantes que están más cerca de nuestro Sol, a unos cuatro años luz de distancia…

—A cuatro coma tres, según se me dijo.

—Y entonces éste tiene que ser un planeta de Próxima del Centauro, la estrella más cercana de todas. Alguien hizo funcionar una cámara Gusano hasta tan lejos como Próxima del Centauro. A través de cuatro años luz. Es increíble.

—Excelente deducción. Te lo dije, no estás al corriente de las cosas, éste es el frente de vanguardia de la tecnología de la cámara Gusano. Este poder. Por supuesto, las constelaciones no han cambiado demasiado: cuatro años luz es muy poca cosa en la escala interestelar. Pero ese rutilante intruso que hay hacia arriba de Casiopea es un sol. Nuestro Sol.

David contempló el Sol, nada más que un punto de luz amarillo pálido, brillante pero no en grado excepcional… y, aun así, esa chispa de luz era la fuente de toda la vida que hay sobre la Tierra. Y el Sol, la Tierra y todos los planetas, y todo lugar que algún ser humano hubiera visitado, se podría haber eclipsado con un grano de arena.

* * *

—Es bonita —dijo Mary.

Bobby no contestó.

—Realmente es una ventana hacia el pasado.

—No es tan mágica —dijo Bobby—. Cada vez que miras una película estás mirando el pasado.

—Oh, vamos —susurró la muchacha—, todo lo que puedes ver es lo que algún operador de cámara o editor decidió mostrarte. Y lo principaclass="underline" incluso en un programa de noticias la gente a la que estás observando sabe que la cámara está ahí. Ahora, con esto, puedes mirar a cualquiera, en cualquier momento, en cualquier parte, ya fuere que una cámara estuviese o no presente. Tú miraste esta escena antes, ¿no?

—Tuve que hacerlo.

—¿Por qué?

—Porque éste es el momento en que se supone que Kate cometió el delito.

—¿Robar secretos sobre realidad virtual de IBM? No me da la impresión de que esté cometiendo delito alguno.

Eso molestó a Bobby.

—¿Y qué esperabas que hiciera, ponerse un antifaz negro?… Lo siento.

—No importa. Sé que esto es difícil. ¿Por qué habría de hacerlo? Sé que estaba trabajando para Hiram, pero no era exactamente amor lo que sentía por él… Ah. Ella te amaba a ti.

Bobby desvió la mirada.

—El caso que arguye elfbi es que Kate quería quedarse con parte del mérito ante los ojos de Hiram. Entonces, Hiram podría aceptar su relación conmigo. Ése era el motivo que ella tendría, según el fbi. Por eso, esto. En algún momento Kate iba a decirle lo que había hecho.

—¿Y tú no lo crees?

—Mary, no conoces a Kate, eso simplemente no corresponde a su manera de ser. —Sonrió. —Créeme, si quiere tenerme, simplemente me toma, no importa lo que Hiram pudiera sentir. Pero hay pruebas contra ella: los técnicos recorrieron minuciosamente todo el equipo que ella usó, restauraron archivos suprimidos que mostraban que datos sobre los ciclos de ensayo deibm habían estado presentes en la memoria que Kate usó.

Mary hizo un ademán amplio hacia la pantalla:

—Pero podemos mirar en el pasado.¿A quién le importan los vestigios que quedan en una computadora? ¿Existe alguien que realmente la haya visto abrir un archivo monstruo cargado de datos y con el logotipo de ibm?

—No. Pero eso no prueba cosa alguna, no a los ojos de la fiscalía, por lo menos. Kate sabía lo de la cámara Gusano. Quizás hasta conjeturó que, al final, la cámara iba a tener facultades de visión retrospectiva y que, por eso, podía vigilar a Kate en forma retrospectiva, por lo que ella se cubrió.

Mary volvió a resoplar.

—Tendría que haber sido un genio desviado como para idear algo como eso.

—No conoces a Kate —repitió Bobby con frialdad.

—Y, de todos modos, todo esto son pruebas circunstanciales… ¿Es ésa la palabra correcta?

—Sí. De no ser por la cámara Gusano, en estos momentos ya estaría ante el tribunal. Pero ni siquiera pasó la instancia del juicio aún. La Corte Suprema se encuentra trabajando en un nuevo marco jurídico que rige la admisibilidad de las pruebas obtenidas con cámaras Gusano y, entre tanto, muchos casos, entre ellos el de Kate, se hallan en espera.

Con un teclear impulsivo, Bobby borró la pantalla.

—¿Esto no te preocupa? —preguntó entonces Mary—. ¿El modo en que todos ellos están usando la cámara Gusano?

—¿Todos ellos?

—Las grandes empresas, vigilándose unas a otras. El FBI, vigilándonos a todos nosotros. Tengo la convicción de que Kate es inocente. Pero es seguro que alguien de aquí sí espió aibm con una cámara Gusano. —Con la certeza de su juventud, afirmó: —O todos deben tener la cámara Gusano o nadie la debe tener.