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DEL PERDÓN

Dos ex presos políticos argentinos se encontraron, después de muchos años sin ningún contacto. Se sentaron en un bar de Av. de Mayo y comenzaron a recordar los años negros de la represión, cuando las personas desaparecían sin dejar rastro. A cierta altura, uno le preguntó al otro: – "¿Cuánto tiempo estuviste preso?. – Dos años – fue la respuesta. -Sufrí torturas que nunca imaginé. Vi a mi mujer siendo violada enfrente de mí. Mas los responsables ya fueron presos y condenados. – Óptimo. ¿Y tu alma ya los perdonó? – ¡Claro que no! – Entonces, tú aún continúas siendo prisionero de ellos".

DE LA CANALIZACIÓN

La canalización es el proceso de contactar la energía interior y exterior. Describiré un método generalmente utilizado, que dura alrededor de diez minutos. Siéntese en un lugar tranquilo, de preferencia al final del día, cuando usted está cansado. Cierre los ojos, piense en lo que tenga ganas de pensar. Después de un tiempo, rece. Pida a Dios luz, protección y ayuda. Entonces, comience a hablar: no busque lógica en las palabras, escuche los sonidos que salen de su boca. En aproximadamente una semana, estos sonidos comenzaran a transformarse en palabras, estas palabras en frases, y su ángel usará este canal para comunicarse. Haga las adaptaciones necesarias para usted y practíquelo con disciplina. Jamás pierda la conciencia durante la canalización, es inútil y peligroso. Existe un Universo espiritual, busque entrar en contacto con este Universo.

DEL ENSEÑAR

Una madre llevó a su hijo ante Mahatma Gandhi e imploró: Por favor, Mahatma, inste a mi hijo a no comer azúcar". Gandhi, después de una pausa, pidió: "tráigame a su hijo de aquí a dos semanas".

Dos semanas después, ella volvió con el hijo. Gandhi miró bien profundo en los ojos del muchacho y le dijo: "No coma azúcar".

Agradecida, pero perpleja, la mujer preguntó: ¿Porqué me pidió dos semanas? ¡Podía haber dicho lo mismo antes!"

Y Gandhi respondió: "Hace dos semanas atrás, yo estaba comiendo azúcar":

DEL MAR

Careimi Assmann cuenta: Diego no conocía el mar. Santiago Kovadloff lo llevó para descubrir el océano.

Durante días, viajaron hacia el sur. Cierta tarde, Santiago le dijo a Diego: "Atrás de aquellas dunas está el mar". El corazón del muchacho latía de emoción. Subió corriendo las arenas, sin esperar por nadie, y de repente, estaba delante del océano.

Fue tanta la inmensidad, fue tanto el fulgor, que el pequeño quedó mudo. Cuando consiguió recuperar la voz, tartamudeó: "¡Es muy grande! ¡Ayúdame a mirar!"

El maestro comenta al respecto: "así como nadie puede ayudarnos a mirar el océano, no podemos usar los ojos de nadie para entender y divisar lo que acontece con nosotros".

DE BORGES

El escritor argentino Jorge Luis Borges, ya con 80 años, estaba en México. Después de varios días de charlas, conferencias y homenajes, Borges consiguió tener una tarde libre. Pidió visitar las pirámides aztecas de Yucatán.

Le explicaron que se trataba de un viaje muy cansador, donde era preciso andar en taxi, avión, jeep. Borges insistió, y consiguió que lo llevasen hasta Uxmal.

Llegó al final del día, después de varios cambios de medio de transporte. Se sentó delante de una pirámide de siglo X, y se quedó una hora sin decir nada. Al final, se levantó y agradeció a sus acompañantes: "¡gracias por esta tarde inolvidable!".

Como sabemos, Borges era ciego. Pero esto no le impidió percibir todo con su alma.