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"Era necesaria una paciente maduración hecha por el sol, y yo no supe esperar", dijo Kazantzakis. "Aquel pequeño cadáver es, hasta hoy, uno de los mayores pesos que tengo en la conciencia. Más fue él el que me hizo entender lo que es un verdadero pecado mortaclass="underline" forzar las grandes leyes del Universo. Es preciso paciencia, aguardar la hora exacta y seguir con confianza el ritmo que Dios escogió para nuestra vida".

DEL DESPOJO

Conocí a la pintora Miie Tamaki durante un seminario en Kawaguchiko. Pregunté por lo que pensaba de la religión. "No tengo más religión" ella respondió.

"Fui educada para ser budista. Pero, con el pasar del tiempo, comencé a ver que el camino espiritual es una constante renuncia. Tenemos que superar nuestra envidia, nuestro enojo, nuestras angustias de fe, nuestros deseos. Me fui liberando de todo esto, hasta que un día mi corazón quedó vacío: los pecados se habían retirado, y mi naturaleza humana también".

"Durante algún tiempo acepté esto, pero noté que no podía más compatibilizar la vida de vuelta. Fue entonces que dejé la religión. Hoy tengo mis conflictos, mis momentos de rabia y desesperación, pero sé que estoy de nuevo cerca de los hombres, y consecuentemente cerca de Dios".

DE LA UTILIDAD

Jean paseaba con su abuelo por una plaza de París. A determinada altura, vieron a un zapatero siendo maltratado por un cliente, cuyo calzado presentaba un defecto. El zapatero escuchó calmadamente el reclamo, pidió disculpas y prometió arreglar el error.

Pararon a tomar un café en un bistró. En la mesa de al lado, el mozo le pidió a un hombre, con apariencia de importante, moviese un poco la silla, para abrir espacio. El hombre irrumpió con un torrente de quejas, y se negó.

"¡Nunca olvides lo que viste!", dijo el abuelo. "El zapatero aceptó un reclamo, mientras que este hombre a nuestro lado no quiso moverse. Los hombres útiles, que hacen algo útil, no se preocupan de ser tratados como inútiles. Pero los inútiles siempre se juzgan importantes, y esconden toda su incompetencia detrás de la autoridad".

DEL REGALO

Miie Tamaki resolvió dejar que todo lo que hacía (era economista) para dedicarse a la pintura. Durante años buscó un maestro adecuado, hasta que encontró una mujer especialista en miniaturas que vivía en el Tibet. Miie dejó Japón y fue para las montañas tibetanas, a aprender lo que precisaba. Pasó a vivir con la profesora, que era extremadamente pobre.

Al final del primer año, Miie volvió al Japón por algunos días, y volvió al Tibet con un auto lleno de regalos. Cuando la profesora vio esto, comenzó a llorar, y pidió que Miie no volviera más a su casa, diciendo: " Antes, nuestra relación era de igualdad y amor. Tú tenías techo, comida y pinturas. Ahora, al traerme estos regalos, estableces una diferencia social entre nosotros. Si existe esta diferencia, no puede existir comprensión y entrega".

DE LA FLAUTA

Creo que gran parte de los lectores asistieron al film "Amadeus": masacrado por la crítica musical de su época, que lo acusaba de superficial, Wolfang Amadeus Mozart se consolaba sabiendo que al público le gustaba y apoyaba su arte.

Su última ópera, " La Flauta Mágica ", muestra a un Mozart de una ligereza extraordinaria, ignorando por completo la filosofía siniestra que complica la vida. A un amigo, el compositor explicó el porqué de tanta suavidad: "La vida es permanente. Ella no precisa de significados ocultos para mostrar su belleza y su eternidad. Dios no está en la tortura del alma o en las confusiones del pensamiento, pero la capacidad que el hombre tiene, desde los tiempos más remotos, es la de mirar las estrellas y conmoverse".

DEL METRO

Terry Dobson viajaba en un metro en Tokio, cuando un borracho entró y comenzó a ofender a todos los pasajeros. Dobson, que estudiaba artes marciales desde hacía algunos años, encaró al hombre: "¿Que es lo que quiere?", preguntó el borracho. Dobson se preparó para atacarlo. En ese momento, un viejito sentado a dos bancos, gritó: "¡Ey!" "¡Voy a golpear al extranjero y después lo golpeo a usted!", dijo el borracho.

"Yo también acostumbro beber", dijo el viejo. "Me siento todas las tardes con mi mujer y tomamos Sake. ¿Usted tiene mujer?"

El borracho se quedó desconcertado. Respondió: "no tengo mujer, no tengo a nadie, solo tengo vergüenza de mí".

El viejo pidió que el borracho se sentase a su lado. Cuando Dobson bajó, el hombre estaba llorando.

DE MIRAR PARA SÍ

Cuando yo me encontraba haciendo el camino de Roma, uno de los cuatro caminos sagrados de mi tradición mágica, me di cuenta, después de casi veinte días prácticamente abandonado, que estaba mucho peor de cuando había comenzado. Con la soledad, comencé a tener sentimientos mezquinos, amargos, pequeños.

Busqué a la guía del camino, y le comenté lo sucedido, Le dije que, al iniciar aquella peregrinación, hallé que me aproximaría mas a Dios. Entretanto, después de tantos días, me estaba sintiendo mucho peor.

"¡Usted está mejor, no se preocupe!, dijo ella. "En verdad, cuando encendemos la luz de nuestras almas, la primera cosa que vemos sin las telas de araña y el polvo, son nuestros puntos flacos. Mas esta es la oportunidad de corregirlos. Nunca deje que la conciencia de sus flaquezas lo asuste".

DEL VACÍO

A veces somos poseídos por una sensación de tristeza que no conseguimos controlar. No importa el lugar donde estamos, en el trabajo, junto a la persona que amamos, en una fiesta, pero, sin ninguna explicación, el mundo pierde su color, y la vida esconde su magia.

En esos momentos – nos dice Karen Casey- nada mejor que mirar para adentro de nosotros mismos. Allí está un niño con miedo, que no sabe bien que está haciendo aquí, porque casi no es oída ni consultada. Vamos a ser tolerantes con este niño. Vamos a dejar que él tome las riendas por cuanto tiempo sea necesario, hasta que se sienta de nuevo amado.

En breve, nuestros ojos vuelven a brillar. Y, a partir de allí, si no perdemos mas el contacto con este niño, no perderemos más el sentido de la vida".

DE PAPA NOEL

Joseph Campbell no dijo: "el primer choque del hombre moderno con el mundo mágico acontece cuando descubre que papá Noel no existe".

Campbell, uno de los mayores estudiosos de mitología de nuestros tiempos, no estaba bromeando. Cuando nos damos cuenta que toda la fantasía creada en torno a los presentes de Navidad era apenas el fruto de una tradición, encontramos que todas las tradiciones son iguales. Si Papá Noel no existe, es posible que no exista Dios, el Angel de la Guarda, la Vida después de la muerte. Con miedo de una nueva desilusión, empobrecemos nuestro mundo, y desconfiamos de cualquier milagro.

Ya no somos más niños. Podemos convivir con las decepciones inherentes al propio camino espiritual, que, además, este es un camino lleno de decepciones. Pero, quien persiste, llega.

DEL CUIDADO CON LAS PALABRAS

Cuantas veces decimos a alguien: "Uy, hace tiempo que no discuto con fulano". O: "nunca más tuve gripe". Y, de repente, al día siguiente, agarramos una gripe o discutimos con fulano. Entonces concluimos: si hablamos de cosas buenas que suceden con otros, esto trae mala suerte.

Nada de eso. En verdad, el Alma del Mundo, antes de cualquier problema, siempre nos muestra cuanto tiempo estuvimos sin odiarnos con determinada cosa. Ella nos quiere decir como la vida también viene siendo generosa en aquel momento, continuará siéndolo, si superamos con bravura el obstáculo.

Mantenga las palabras positivas en el aire. Ellas lo van a ayudar a crecer en cualquier dificultad.

DE LA SOMBRA DEL HOMBRE