ESCILA
ANTES de ser un monstruo y un remolino, Escila era una., ninfa, de quien se enamoró el dios Glauco. este buscó el socorro de Circe, cuyo conocimiento de hierbas y de magias era famoso. Circe se prendó de él, pero como Glauco no olvidaba a Escila, envenenó las aguas de la fuente en que aquélla solía bañarse. Al primer contacto del agua, la parte inferior del cuerpo de Escila se convirtió en perros que ladraban. Doce pies la sostenían y se halló provista de seis cabezas, cada una con tres filas de dientes. Esta metamorfosis la aterró y se arrojó al estrecho que separa Italia de Sicilia. los dioses la convirtieron en roca. Durante las tempestades, los navegantes oyen aún el rugido de las olas contra la roca.
Esta fábula está en las páginas de Homero, de Ovidio y de Pausanias.
LA ESFINGE
LA ESFINGE de los monumentos egipcios (llamada androesfinge por Heródoto, para distinguirla de la griega) es un león echado en la tierra y con cabeza de hombre; representaba, se con jetura, la autoridad del rey y custodiaba los sepulcros y templos. Otras, en las avenidas de Karnak, tienen cabeza de carnero, el animal sagrado de Amón. Esfinges barbadas y coronadas hay en los monumentos de Asiria y la imagen es habitual en las gemas persas. Plinio, en su catálogo de animales etiópicos, incluye las esfinges, de las que no precisa otro rasgo que el pelaje pardo rojizo, y los pechos iguales.
La esfinge griega tiene cabeza y pechos de mujer, alas de pájaro, y cuerpo y pies de león. Otros le atribuyen cuerpo de perro y cola de serpiente. Se refiere que desolaba el país de Tebas, proponiendo enigmas a los hombres (pues tenía voz humana) y devorando a quienes no sabían resolverlos. A Edipo, hijo de Yocasta, le preguntó:
¿Qué ser tiene cuatro pies, dos pies o tres pies, y cuantos más tiene es más débil?