EL NESNÁS
ENTRE los monstruos de la Tentación figuran los nisnas, que "sólo tienen un ojo, una mejilla, una mano, una pierna, medio cuerpo y medio corazón". Un comentador, Jean-Claude Margolin, escribe que los ha forjado Flaubert, pero el primer volumen de las Mil y una noches de Lane (1839) los atribuye al comercio de los hombres con los demonios. El nesnás -así escribe Lane la palabra- es la mitad de un ser humano; tiene media cabeza, medio cuerpo, un brazo y una pierna; brínca con suma agilidad y habita en las soledades del Hadramaut y del Yemen. Es capaz de len-guaje articulado; algunos tienen la cara en el pecho, como los blemies, y cola semejante a la de la oveja; su carne es dulce y muy buscada. Una variedad de nesnas con alas de murciélago abunda en la isla de Raij (acaso Borneo), en los confines de China; pero, añade el incrédulo expositor, Alá sabe todo.
LA ÓCTUPLE SERPIENTE
LA ÓCTUPLE SERPIENTE de Koshi atrozmente figura en los mitos cosmogónicos del Japón. Ocho cabezas y ocho colas tenía; sus ojos eran del color rojo oscuro de las cerezas; pinos y musgo le crecían en el lomo, y abetos en las frentes. Al reptar, abarcaba ocho valles y ocho colinas; su vientre siempre estaba manchado de sangre. Siete doncellas, que eran hijas de un rey, había devorado en siete años y se aprestaba a devorar la menor, que se llamaba Peine-Arrozal. La salvó un dios, llamado Valeroso-Veloz-Impetuo-so-Macho. Este paladín construyó un gran cercado circular de madera, con ocho plataformas. En cada plataforma puso un tonel, lleno de cerveza de arroz. La Óctuple Serpiente acudió, metió una cabeza en cada tonel, bebió con avidez y no tardó en quedarse dormida. Entonces Valeroso-Veloz-Impetuoso-Macho le cortó las ocho cabezas. De las heridas brotó un río de sangre. En la cola de la Serpiente se halló una espada, que aún se venera en el Gran Santuario de Atsuta. Estas cosas ocurrieron en la montaña que antes se llamó de la Serpiente y ahora de Ocho Nu-bes; el ocho, en el Japón, es cifra sagrada y significa muchos. El papel-moneda del Japón aún conmemora la muerte de la Serpiente.