Tal vez no siempre sea una fantasía. Tal vez Noim encuentre lectores para lo que he escrito, y tal vez otros sean persuadidos para seguir mi camino, hasta que haya bastantes como yo, y los cambios se hagan irreversibles y universales. Ya ha sucedido otras veces. Yo desapareceré, yo el precursor, yo el anticipador, yo el profeta mártir. Pero lo que he escrito vivirá, y a través de mí tú serás cambiado. Es posible que esto no sea un sueño ocioso.
Esta última página ha sido escrita mientras llega el crepúsculo. El sol corre hacia las Huishtor. Me llevaré escondido este pequeño manuscrito, y si tengo suerte hallaré algún modo de dárselo a Noim, para que lo pueda unir a las páginas que ya recibió de mí. No sé si lo conseguiré, ni qué será de mí y de mi libro. Y tú, que lees estas páginas, me eres desconocido. Pero puedo decir esto: si las dos partes se han unido, y si tú me lees completo, puedes estar seguro de que he comenzado a triunfar. De esa unión sólo pueden salir cambios para Velada Borthan, cambios para todos vosotros. Si has leído hasta aquí, tu alma debe estar conmigo. Por esto te digo, mi desconocido lector, que yo te amo y tiendo mi mano hacia ti, yo que fui Kinnall Darival, yo que abrí el camino, yo que prometí contártelo todo sobre mí, y que ahora puedo afirmar que esa promesa se ha cumplido. Ve y busca. Ve y toca. Ve y ama. Ve y ábrete. Ve y cúrate.
Robert Silverberg
Titulo originaclass="underline" A time of changes
Traducción: Ariel Bignami
© 1971 by Robert Silverberg
© 1976, Ediciones Tiempo Cero
Rivadavia 1711 — Buenos Aires
Edición electrónica: Somellier R6 10/01