Heiner miraba la carta, con su nombre escrito en el sobre. Heiner. Heiner en la letra de Ulrike. Heiner en los labios de Ulrike. Y recordó su voz. Heiner. Su voz. No había vuelto a escucharla, hasta ahora. Heiner, en la voz de Ulrike. Entonces se decidió a abrirla, para seguir oyendo su voz. Su voz.