—Podríamos darle a las escenas los títulos que Joyce dio a los capítulos de Ulises. Encontraremos ahí suficientes referencias homéricas.
—Marion Bloom (Molly) nació en Gibraltar.
—Odiseo a la búsqueda de recuperar a su esposa, Leopold a la búsqueda de recuperar el sexo que Molly le niega desde que murió su hijo Rudy.
—Joyce escribe el 15 casi como un guión, es el más cinematográfico de todos.
Buscas las claves en tus libros subrayados. Consultas los diccionarios. Es frío este amanecer, pero tú no lo notas. Tienes tabaco, café, tu máquina de escribir, papel, y están contigo Homero y Joyce. Silencio. Lees los apuntes que hiciste en los márgenes de la Odisea, los comparas con los que escribiste en el Ulises. Y te detienes en un párrafo que te llama la atención, un párrafo que no recuerdas haber subrayado, que te debió de gustar cuando lo leíste por primera vez: Nora, la esposa, fidelísima, de James Joyce, era una mujer inculta, criada de hotel cuando la conoció, jamás leyó sus libros. Tampoco Matilde lee lo que escribes tú.
Fumas mientras piensas. Perdido. Perdido de nuevo. Mejor pasar las notas que tomaste en la primera lectura de la Odisea.
NOTAS A LA ODISEA
—Primera aparición de los personajes en la Odisea: todos se quejan:
Zeus: se queja de que los mortales culpen siempre a los dioses de su infortunio.
Telémaco: se queja de que los pretendientes dilapiden su hacienda.
Penélope: llora al escuchar una canción que le recuerda a Odiseo. (Ya desde su primera aparición, representa la fidelidad conyugal.)
Odiseo: también llora, mirando al mar. Se queja de no poder regresar a Ítaca. Permanece obligado junto a Calipso, duerme con ella que le ama, él no la ama. (Los estudiosos sitúan la isla de Calipso en Gibraltar.) (Es infiel a Penélope, ya en su primera aparición.)
(Para la escena 1)
1. Exterior/día.
2. El escenario primero podría ser la torre redonda, a las afueras de Dublin, donde comienza el Ulises.
3. Penélope se mira en el espejo partido que le tiende Buck Mulligan después de afeitarse. El espejo es un símbolo del arte irlandés. El espejo partido de una criada.
4. Las voces de los pretendientes: el griterío juvenil en el cuarto de Clive Kempthorpe. (Aquí habría una toma de primer plano: una mano pulsando las cuerdas de un arpa.) Un fundido a Penélope que llora mientras escucha la música que le recuerda a Odiseo. Telémaco se aleja por la playa ante la mirada de su madre. Los pretendientes se disponen al festín del desayuno. Buck se queja de que no hay leche. Una nube de humo y vapores de grasa frita envuelven a Penélope mientras se escuchan en off las risas de los glotones.
Piensas. Fumas y miras la reproducción de Modigliani que Matilde enmarcó para ti. Una joven de cabello rojizo sentada en una silla, la cabeza ladeada y los ojos vacíos pintados de oscuro, una mirada que no ve en unos ojos que miran. Expresión lánguida, serena. Cabello rojizo. Ojos vacíos. Piensas en Matilde. Matilde, tumbada en la cama, diciéndote «Ven». Y ya no puedes escribir más.
Apagas el cigarrillo en el cenicero repleto de colillas y te diriges a la habitación de invitados. Y no puedes dormir, como ahora, no puedes dormir.