A mí me gustan los hombres que se dan importancia, y mi marido se da mucha importancia. Como los actores de cine, así va él, y yo orgullosa a su lado, porque si se da importancia será porque la tiene. No me cuesta admirarle.
A Prudencia sin embargo incluso le molesta, a ella le gustaría que su marido la admirara por algo. Y digo yo, es la mujer la que debe admirar al marido, y hacerle ver que le admira, para que pueda sentirse importante, superior. Prudencia no se da cuenta de que si el hombre admira a la mujer es mala cosa, porque entonces se compara con ella y hasta puede llegar a envidiarla. Se les baja la moral.
Es imposible subirle a un hombre la moral cuando se le ha bajado.