Выбрать главу

– De acuerdo- contestó Matt pensativo.

– ¿Podrás vendarte tú mismo esa herida?. No es profunda- dijo la doctora, preocupada por los niños y por Erin. No necesitas ir al hospital, pero me gustaría examinarte esta noche. Así que o te vayas a dormir solo a tu granja. ¿Qué te parece si te vas a casa de Charlotte?. ¿Le digo a alguien que la llame?.

– ¡No!.Estoy bien.

– ¿Es que no has oído lo que te he dicho?. Tendrás que irte a dormir con alguien o al hospital. Tú eliges.

– Yo…

– No tengo tiempo que perder- afirmó la mujer. Piénsatelo mientras examino al resto. Aunque, gracias a ti, no hay ningún herido grave- se volvió hacia los enfermeros de la ambulancia.

– Haced que se tumbe y no dejéis que se marche hasta que me diga dónde va a pasar la noche. NO quiero que se vaya solo, porque seguro que se olvida del vendaje y se toma tres whiskies sin nadie que lo vigile. Y lo decía en serio.

Matt conocía a Emily lo suficiente como para saber que era capaz de obligarle a ir al hospital. Además tenía que reconocer que no se encontraba bien del todo y que la doctora tenía razón.

Pero. ¿qué podía hacer?.

La doctora le había sugerido que se fuera con Charlotte, pero la idea no le resultaba demasiado atractiva. Por supuesto, ella le dejaría quedarse en su casa, pero se preocuparía mucho por él.

Y lo único que quería Matt era meterse en la cama con ella, pensó excitándose. Luego, para tranquilizarse un poco, apretó los puños y miró a Rob.

Pero Rob no se había dado cuenta de nada. Estaba pensando en otra cosa.

– ¿Qué podemos hacer con los chicos?.

Rob se lo estaba preguntado a Erin mientras la doctora y los enfermeros de la ambulancia estaban atendiendo a los niños.

Cuando se calmó un poco, se dio cuenta de que Erin y los chicos necesitaban alojamiento.

Ella estaba muy seria y parecía que estaba todavía confusa por el humo.

– No lo sé- consiguió decir. En ese momento, vio a alguien entre el caos de mangueras y bomberos. Su rostro manchado se iluminó.

– Wendy…

Wendy era una antigua colaboradora del orfanato, pero desde que se había casado, tenía bastante con ocuparse de su propia familia. En esos momentos, iba acompañada de Luke, su marido, que llevaba a Michael en brazos.

– Hola, Michael. ¿Te lo has pasado bien?.¡Vaya!. Ha sido una suerte que hayáis salido todos bien.

Entonces miró a Matt.

– Y aquí está nuestro Matthew, que ha estado jugando a héroes. ¿A que sí niños?.

– Cállate, Luke.

Pero Matt sonrió. Se sentía muy bien de repente, casi como si fuera de verdad un héroe. Recordó la sensación que había tenido debajo de la cama, cuando le habían agarrado los niños. Y se dio cuenta de que si no hubiera sido por él, aquellos niños no se habrían salvado.

Entonces la sonrisa desapareció de su rostro y se estremeció. Había tenido mucha suerte al poderlos sacar de allí.

– Los otros hogares están llenos- dijo Wendy, que se había metido rápidamente en el papel de su antiguo trabajo, como si nunca lo hubiera dejado.

Llevaba en brazos a Tess, la hermana pequeña de Michael, y la abrazaba contra su pecho, como si fuera su propia hija.

– Erin, Shanni estaba en el hospital con Nick cuando nos enteramos. La enfermera de guardia le contó lo que había pasado, así que nos llamó en seguida y yo llamé a Lori mientras venía para acá. Está de camino. Hay que sacar a los niños de aquí cuanto antes.

– Sí- admitió Erin.

Lori trabajaba en el hogar número cinco y era la única que no tenía a su cuidado niños pequeños en esos momentos. Necesitaban su ayuda, pero Erin no podía concentrarse.

Wendy se dio cuenta. Se acercó a ella y le dio un abrazo como el que Luke le estaba dando a Michael. Estuvo un rato sin soltarla, con Tess en medio. Pero a la niña no pareció importarle.

– Entre tú y Matt los habéis sacado a todos- comentó. ¡Gracias a Dios que estáis bien!.

– Los gemelos…seguro que hicieron algo- dijo Erin, temblando.

Matt, viéndola abrazada a su amiga, sintió el impulso de levantarse y consolarla. También él tenía ganas de abrazarla. Lo cual era una locura. Tomó su mascarilla de oxígeno y respiró dos veces.

– He estado pensando que, como Tess y Michael iban a quedarse aquí hasta que su madre saliera del hospital este fin de semana, Luke y yo podremos hacernos cargo de ellos hasta entonces. Los niños nos conoces, además.

La madre de Tess y Michael estaba sola y sufría de asma. Era hospitalizada con frecuencia y los niños eran visitantes asiduos de los hogares. Erin sabía que con Wendy los pequeños estarían bien, pero…

– Todavía quedan Marigold y los gemelos.

– Tess y Michael deben estar todavía asustados- prosiguió Wendy con dulzura, dando un beso a Tess. La doctora estaba examinando a los gemelos y la pequeña estaba empezando a temblar. Necesitarán cuidados, así que creo que lo mejor que podemos hacer Luke y yo es llevárnoslos a nuestra casa. Lori dijo lo mismo. Ahora hay que pensar en el bebé y en los gemelos. Y hablando de lori…

Lori llegó en ese intante. Era una muchacha joven y vigorosa, como todas las empleadas de los hogares. Tal vez estuviera sorprendida, pero tomó las riendas de la situación en seguida.

– Está bien que Tess y Michael se vayan con Wendy- dijo con franqueza. Piénsalo. Los otros hogares están llenos,. Quizán nos dejen usar el hotel para esta noche.

– Erin no puede cuidar esta noche a Marigold-opinó Wendy. Mírala, está temblando. Lo último que necesita es despertarse cada dos horas para alimentar a un bebé. Necesita dormir. Y los gemelos…

– A los gemelos no los puede controlar más que ella- dijo Lori

– Así es, mira cómo los he controlado- replicó Erin, haciendo un gesto hacia la casa y estremeciéndose.

– Sí, y el dueño del hotel conoce a los gemelos-añadió Lori. Así que seguro que nos costaría mucho convencerlo para que te quedaras allí con ellos.

– Seguro que nos sería difícil, sí.

– Por otra parte, el bebé ya será suficientemente mayor para que lo adopten a partir de la próxima semana- dijo Lori, con una expresión feliz. Creo que puedo quedarme con él hasta entonces. Es una niña estupenda- miró hacia Valda.

La mujer seguía con la niña en brazos y tenía una evidente cara de disgusto. Seguramente el bebé se había hecho algo y olía.

Pero todos sabían que eso era lo de menos en esos momentos. Lori había comentado que Marigold era un excelente bebé y lo mismo opinarían sus futuros padres adoptivos. Así que la niña sobreviviría unos minutos más en brazos de la disgustada Valda.

– Entonces solo quedan Erin y los gemelos.

– Lo del hotel me parece complicado. Quizá podamos quedarnos con Shanni.

– Shanni está embarazada, tiene dos hijos y su marido está enfermo- comentó Wendy. Y yo no puedo llevarme más que a Tess y a Michael- entonces miró a Matt, que seguía tumbado en el suelo. Humm

¡Humm?.

Matt miró hacia arriba y no le gustó el modo en que Wendy lo estaba mirando.

Wendy, Erin, Shanni, Lori…hasta la doctora Emily. Todas eran iguales, una panda de mujeres dominantes.

Tomó dos bocanadas más de oxígeno de la mascarilla y trató de aparentar que estaba muy enfermo. No le sirvió de nada. Al contrario, eso empeoró las cosas.

– La doctora dice que hoy no puedes dormir solo y sé que vives en una casa enorme- Wendy había comenzado a hablar, muy concentrada en lo que decía.

¿No sería una idea estupenda que Erin y los gemelos se fueran contigo y te cuidaran?.

¿los gemelos?. Ya había tenido suficiente.

– Les has salvado la vida- continuó Wendy, arrodillándose a su lado. Lo miraba fijamente a los ojos y estaban muy cerca así que Matt no podía discutir. Y quizá también has salvado la de Erin, porque si no hubieras estado tú, habría intentado sacarlos ella misma. Así que ahora no puedes dejarlos en mitad de la calle. ¿no te parece?.