En noviembre de aquel mismo año, Sena firmó el contrato de edición, en el que se establecía que el texto del libro -y su introducción, escrita por este poeta y estudioso- deberían ser entregados a la editorial antes de enero de 1964. Como se trataba de un trabajo «extremadamente difícil», Sena firmó el contrato pero haciendo la salvedad de que la fecha de entrega sería, precisamente, enero de 1964. Sin embargo, en diciembre de dicho año Sena se vio obligado a disculparse ante la Ática por no haber cumplido con el término establecido en el contrato debido a las dificultades que la edición suponía, al mismo tiempo que descargaba parte de la responsabilidad en la propia editorial por no haber respondido a las preguntas y consultas que le había hecho. En vista de ello manifestó que no podría entregar el original del Libro del desasosiego hasta junio del 65.
Mientras tanto, había aparecido la edición de Petrus, de 1961, y ello hacía más urgente que nunca la publicación del texto completo. Pero las cosas se complicaron, cuando Sena había escrito ya una larga introducción a la obra [21], debido a que Georg Rudolf
Lind, otro de los editores de la prosa pesoana, le escribió una carta en la que le comunicaba que «se han encontrado más de 100 hojas manuscritas con la señal L. do D.» dispersas «en los diferentes paquetes de prosa» hallados entre los papeles del poeta. La reacción de Sena no se hizo esperar: pidió que le enviasen inmediatamente fotocopia de dichos fragmentos. Habiéndose trasladado, por razones de trabajo universitario, a Wisconsin, Sena recibió en 1966 sólo parte de este último material. Una serie de complicaciones posteriores, en la que no voy a detenerme, tuvo por resultado que, en 1969, Sena desistiese de continuar trabajando en la edición del Libro [22], en vista de lo cual, la Ática y los familiares de Pessoa pusieron en otras manos el difícil trabajo.