En ese estado, era probable que se muriera de aburrimiento antes de que todo terminara. Pasaba los días viendo programas de entrevistas, o paseaba a Duke y Dolores como una excusa para salir de la casa y escaparse de la vida que su madre tenía pensada para ella. Gwen había decidido desde que Delaney resolvió que se quedaría el año en Truly que deberían estar involucradas en los mismos proyectos, deberían formar parte de las mismas organizaciones sociales y deberían asistir a las mismas reuniones cívicas. Había llegado tan lejos, como sugerir el nombre de Delaney como presidenta de un comité que se ocupara de los problemas de drogas de Truly. Delaney había rechazado la oferta con amabilidad. Ante todo, el problema de drogas de Truly era ridículo. En segundo lugar, Delaney bebería agua del pantano antes que involucrarse en algo referente a la comunidad.
Los perros y ella, pasearon por Main, por delante de un deli [29] y una tienda de camisetas. Ambas eran recientes adiciones al área del centro y a juzgar por la gente que veía, parecían hacer buen negocio. Mostrando una buena porción de sus medias de lycra, pasó por delante de una librería diminuta que tenía un póster pegado en la puerta anunciando el R &B festival [30]. El póster la llenó de asombro, y se preguntó cuando había abandonado el pueblo a Conway Twitty [31] por James Brown [32].
Se detuvo delante de un estrecho edificio de dos plantas flanqueado a un lado por una heladería y a otro por las oficinas de Construcciones Allegrezza. Pintada en la gran lámina de vidrio de la ventana estaban las palabras: “Gloria: Un corte superior. Cualquier corte y estilo por $10”. Delaney no creía que la cifra dijera mucho a favor de las habilidades de Gloria.
Duke y Dolores se sentaron a sus pies, y les rascó entre las orejas. Inclinándose hacia adelante, miró con atención detrás de la enorme ventana de vidrio para ver las rojas sillas Naugahyde de la peluquería. Cada vez que había recorrido en coche el pueblo, se había dado cuenta de que estaba cerrada.
– Hola, ¿qué haces?
Delaney reconoció la voz de Lisa y miró a su amiga. No estaba sorprendida de ver a Louie al lado de Lisa. Su mirada era directa y un poco inquietante. O tal vez la encontraba inquietante porque era el hermano de Nick-. Sólo observaba la peluquería, – contestó.
– Ya me voy, “alu gozo [33]”, – dijo Louie, luego inclinó la cabeza y besó a su novia. El beso duró mucho tiempo y Delaney bajó su mirada a un punto entre las orejas de Duke. Hacía más de un año que no tenía novio y esa relación no había durado más que cuatro meses. No podía recordar cuando había sido la última vez que un hombre la había besado como si tuviera intención de comerla y no le importara quien lo viera.
– Hasta luego, Delaney.
Levantó la mirada-. Hasta luego, Louie-. Lo observó entrar en el edificio al lado del salón de belleza. Tal vez lo encontraba inquietante porque, como su hermano, era sumamente masculino. Nick era más alto, más esbelto, como una estatua. Louie era como un toro. Nunca se vería a un Allegrezza con un modelo de Versace o con un Speedo diminuto-. ¿Qué significa alu gozo?- preguntó, pronunciando con un poco de dificultad las palabras extranjeras.
– Es un término cariñoso, como corazón. Louie es tan romántico.
Una inesperada envidia la invadió-. ¿Qué andas haciendo?
Lisa se agachó sobre una rodilla y rascó a Duke y Dolores bajo la barbilla-. Llevé a Louie a almorzar, y lo retrasé un poco.
– ¿Dónde fuisteis?
Lisa sonrió mientras los perros lamían sus manos-. A mi casa.
Delaney sintió el aguijón de los celos y se percató de que estaba más sola de lo que había pensado. Era el cuatro de julio y viernes noche. El fin de semana parecía exageradamente vacío. Había perdido a sus amistades de Phoenix. Había perdido su ocupada vida.
– Me alegro de haberte encontrado. ¿Qué haces esta noche?- preguntó Lisa.
Ni una maldita cosa, pensó-. Aun no lo sé.
– Louie y yo hemos invitado a algunos amigos. Quiero que vengas también. Su casa está en Horseshoe Bay, no lejos de donde se lanzarán los fuegos artificiales sobre el lago. El espectáculo es bastante impresionante desde su playa.
¿Delaney Shaw en casa de Louie Allegrezza? ¿El hermano de Nick? ¿El hijo de la Sra. Allegrezza? Había visto a Benita el otro día en la tienda de comestibles y todo lo que recordaba sobre la mujer era todavía cierto. Nadie exteriorizaba tal frío desprecio como Benita Allegrezza. Nadie podía transmitir superioridad y desdén en una única mirada de sus ojos oscuros-. Oh, creo que no, pero gracias.
– Gallina-. Lisa se levantó y se limpió las manos en los vaqueros.
– No soy gallina-. Delaney descansó el peso en un pie e inclinó la cabeza a un lado-. Es sólo que no quiero ir a un sitio donde sé que no soy bienvenida.
– Eres bienvenida. Ya hablé con Louie, y no tiene ningún problema con que vengas-. Lisa inspiró profundamente y luego dijo, – me dijo que le gustabas.
Delaney se rió-. Mentirosa.
– Vale, pero lo que si me dijo era que no te conocía. Pero si te conociera, le gustarías.
– ¿Nick irá?- Una de sus metas principales para sobrevivir ese año era evitarle tanto como fuera humanamente posible. Era rudo y grosero e intencionadamente le recordaba cosas que era mejor olvidar. Que ambos vivieran en el mismo pueblo, no quería decir que tuvieran que relacionarse.
– Nick estará en el lago con algunos de sus amigos, así que no estará allí.
– ¿Y la Sra. Allegrezza?
Lisa la miró como si fuera idiota-. Claro que no. Louie a invitado a algunos de los chicos que trabajan con él, y Sophie estará allí con algunas de sus amigas. Vamos a juntarnos para tomar perritos calientes y hamburguesas sobre las seis. Deberías venir. ¿Qué tienes pensado hacer?
– Bueno, tenía pensado ver el desfile.
– El desfile es a las seis, Delaney. ¿No querrás sentarte en casa sola después, no?
El obvio vacío de su vida avergonzó a Delaney, y miró enfrente hacia el Sterling Realty. Pensó en la noche que le esperaba. Después de ver “La rueda de la fortuna”, ¿qué iba a hacer? -Bueno, supongo que podría dejarme caer. Si estás segura de que a Louie no le importa que vaya.
Lisa rechazó con un gesto la preocupación de Delaney y dio unos pasos hacia atrás alejándose-. Te lo dije, hablamos sobre eso, y no le importa. Una vez que te llegue a conocer, le gustarás.
Delaney observó como su amiga daba media vuelta y se iba. No era tan optimista como Lisa. Louie era el hermano de Nick, y la tensión y la animosidad entre ella y Nick era algo tangible. No había hablado con Nick desde la lectura de testamento de Henry, pero lo había visto varias veces. Lo había visto haciendo ruido por Wagon Wheel Road con su Harley, y unos días más tarde entrando en Mort con una pelirroja pegada a su lado. La última vez que había puesto los ojos en él estaba en el cruce de Main y La Primera. Estaba parada en el semáforo, y él había cruzado la calle delante de ella. “No sé, Frank. Ella es preciosa. ¿Qué ocurre si simplemente no puedo controlarme?”