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Se puso un suéter con los bordes negros cerrados con una cremallera en el frente de arriba abajo, pulseras y collares y una falda a juego. Llevaba puestas botas de caña alta y mallas negras, se puso espuma en el pelo y lo secó con un difusor. Rápidamente se maquilló, luego se envolvió en su gran abrigo de lana, y se puso bufanda y guantes. Cuarenta y cinco minutos después de que la hubiera despertado el golpeteo de Nick, bajó las escaleras de su apartamento con un termo bajo un brazo y dos tazas con café humeante.

La puerta trasera de la peluquería estaba abierta de par en par y Nick estaba de espaldas a ella, los pies separados y un cinturón de herramientas alrededor de sus caderas. Se había puesto un par de guantes de trabajo de cuero, y el taladro estaba en silencio cuando ella entró. Un hueco circular estaba cortado en la puerta y él estaba en el proceso de quitar la manilla vieja. Nick miró hacia arriba cuando se acercó, su mirada gris tocándola por todas partes.

– Te traje café, -dijo y mantuvo su mirada en él.

Él se mordió el dedo medio del guante y lo sacó de su mano. Metió el guante en el bolsillo de su chaqueta y cogió el café-. Gracias-. Sopló el interior de la taza y la miró por encima del vapor-. Sólo estamos en octubre, ¿qué vas a hacer en diciembre cuando la nieve rodee tu pequeño culo?- preguntó antes de tomar un trago.

– Morirme de frío-. Ella colocó el termo al lado de la puerta-. Pero supongo que esas serían buenas noticias para ti.

– ¿Cómo dices?

– Entonces tu heredarías mi parte de la herencia de Henry-. Ella se enderezó y cerró las manos alrededor de su tazón-. A menos por supuesto que sea enterrada aquí dentro de Truly sin haber dejado el pueblo. Entonces las cosas se pondrían un poco difíciles. Pero si lo deseas, puedes llevar mi cuerpo fuera de los límites del pueblo-. Lo pensó por un momento, luego continuó añadiendo una estipulación, – Sólo te pido que no dejes que ningún animal mordisqueé mi cara. Realmente odiaría eso.

La comisura de su boca se curvó-. No quiero tu parte.

– Si, ya, -se mofó. ¿Cómo podría cualquier persona cuerda no querer una parte de una hacienda que vale tanto dinero? -Pues estabas bastante enfadado el día que leyeron el testamento de Henry.

– Y tú también.

– Sólo porque me estaba manipulando.

– Y eso no te da una pista.

Ella sorbió su café-. ¿Cómo que?

– No importa-. Colocó su taza al lado del termo y metió la mano dentro de su guante-. Déjame sólo decir que obtuve exactamente lo que quería de Henry. Conseguí una propiedad que cualquier constructor daría un huevo por poseer y libre de deudas-. Cogió del bolsillo de su cinturón de herramientas un destornillador.

No totalmente libre de deudas, pensó ella. Al menos no todavía. Tenía que esperar un año igual que ella-. ¿Así que no estabas enojado porque sólo conseguiste dos trozos de terreno, y yo sus negocios y dinero?

– No-. Quitó un tornillo y lo lanzó en la caja a su derecha-. Tú y tu madre sois tan bienvenidas como un dolor de cabeza.

Ella no supo si creerle-. ¿Qué piensa tu madre del testamento de Henry?

La miró y luego su vista regresó a la manilla de la puerta-. ¿Mi madre? ¿Por qué te importa lo que piensa mi madre?- Preguntó quitando las dos manillas y tirándolas en la caja.

– No es que me importe, pero me mira como si hubiera atropellado a su gato. Furiosa y desdeñosa al mismo tiempo.

– No tiene gato.

– Sabes lo que quiero decir.

Él usó el destornillador para extraer a la fuerza el perno del picaporte-. Creo que sé lo que quieres decir-. Cogió la cerradura nueva y la quitó de su embalaje-. ¿Qué esperas que piense? Soy su hijo, y tú eres una neska izugarri.

– ¿Qué significa neska iz izu, lo que sea?

Él se rió en silencio-. No lo tomes como algo personal, pero significa que eres una chica horrible.

– Ah-. Ella tomó un sorbo de café y se miró los pies. Que la llamara una “chica horrible” no era demasiado malo-. Me han llamado cosas peores, por supuesto normalmente en cristiano-. Miró la espalda de Nick y lo observó atornillar las brillantes manillas nuevas en su lugar-. Siempre quise ser bilingüe así podría maldecir y mi madre no lo sabría. Tienes suerte.

– No soy bilingüe.

Una brisa moderadamente fría movió el flequillo de Delaney y ella se arrebujó dentro de su abrigo-. Hablas vasco.

– No, no lo hago. Entiendo algunas palabras. Eso es todo lo que sé.

– Bueno, Louie lo hace.

– Él sabe lo mismo que yo-. Nick se inclinó y recogió un cerrojo-. Entendemos un poco porque mi madre habla el vasco con su familia. Trató de enseñarnos el Euskera y el castellano, pero realmente no teníamos interés. Sobre todo, Louie y yo, sabemos tacos y partes del cuerpo porque los buscamos en su diccionario-. Él recorrió con la mirada a Delaney, luego metió el cerrojo a través del hueco que él había taladrado en la puerta-. Las cosas realmente importantes, – agregó.

– Louie llama a Lisa “cariño” en vasco.

Nick se encogió de hombros-. Entonces tal vez sabe más de lo que yo creo.

– Él la llama algo así como alu gozo [48].

Nick soltó una carcajada y negó con la cabeza-. Entonces no la está llamando “cariño”.

Delaney se inclinó hacia adelante y preguntó – ¿Entonces, qué es lo realmente la está llamando?

– De ninguna manera voy a decírtelo-. Cogió de su cinturón de herramientas algunos tornillos y luego sujetó dos entre sus labios.

Contuvo el deseo de darle puñetazos-. Vamos. No me puedes dejar así.

– Se lo dirías a Lisa, -masculló con los tornillos en la boca – y Louis tendría problemas.

– No se lo diré, por favoooor, – intentó persuadirlo con engaños.

Un timbrazo desde el pecho de Nick finalizó sus súplicas. Él escupió los tornillos y mordió el dedo medio de su guante otra vez. Luego metió la mano dentro de su chaqueta y cogió un pequeño móvil-. Si, soy Nick, – contestó y metió el guante en su bolsillo. Escuchó un minuto, luego levantó los ojos hacia el techo-. ¿Cuándo puede empezar?- Acuñó el teléfono entre su hombro y la oreja y continuó asegurando el cerrojo-. Eso es demasiado tarde. Si no quiere trabajar con nosotros, que lo diga, de otra manera es mejor que lleve su culo, y su PVC, a la obra no más tarde del jueves. Hemos tenido suerte hasta ahora con el clima, y no quiero que cambie-. Él habló de metros y de metros cuadrados y Delaney no entendía nada de eso. Sujetó la lámina contra el marco de la puerta volvió a coger el destornillador del cinturón-. Llama a Ann Marie, y te dará los números. Eran ochenta u ochenta y cinco mil, no estoy seguro-. Él presionó el botón de apagado en el móvil, luego lo deslizó de nuevo bajo su chaqueta. Metió la mano en el bolsillo delantero de sus pantalones vaqueros, y le dio un juego de llaves-. Pruébalo, – pidió entrando y deslizando los pernos del picaporte en su lugar.

Cuando lo hizo, ambos cerrojos se abrieron con facilidad. Tomó la taza de Nick y el termo del suelo y entró en la tienda. Con las manos ocupadas, pateó la puerta cerrándola y entró en el almacén. El cinturón de herramientas de Nick y la chaqueta estaban sobre el mostrador al lado del microondas. Su taladro estaba en el suelo aún enchufado, pero él no estaba por ninguna parte.

Detrás de la puerta cerrada del cuarto de baño, oyó tirar de la cadena del inodoro mientras se sacaba el abrigo y los guantes. Los colgó en la percha de la puerta, luego se echó otra taza de café para ella misma y se apresuró a ir al salón de la peluquería. Por alguna extraña razón, atravesar el vestíbulo mientras Nick usaba su cuarto de baño la hizo sentirse como una persona lascivamente curiosa, igual que cuando se había escondido detrás del mostrador de gafas de sol en el Value Rite y lo miró comprar una caja de condones “grandes y estriados para dar placer”. Él tenía aproximadamente diecisiete años.

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[48] Recordar que significa “coño rico” (N de T)